Noticias 2009
Noviembre 23 de 2009
¡A vacaciones con muchas preguntas!
• El viernes 20 de noviembre fue la clausura del programa de la Universidad de los Niños en este 2009. Hubo programación durante todo el día.Aunque solo tiene 10 años y cursa cuarto grado, Sofía Encinales es una universitaria que tiene muy claro su futuro. Ella es egresada del programa de la Universidad de los Niños de EAFIT, espacio en el que descubrió que quiere ser astronauta, por eso, durante todo el año, hizo parte del presemillero de investigación Física I, en el que descubrió todas las sorpresas de un planeta tan particular como Saturno.
“¿Cuáles son las características generales de Saturno y cómo se recrean algunas de esas características en la Tierra?” fue la pregunta que respondió Sofía al lado de sus compañeros de investigación, pequeños entre los 8 y los 11 años inquietos por la naturaleza del universo, y quienes el viernes 20 de noviembre participaron durante todo el día en el acto de clausura de la Universidad de los Niños en lo que a 2009 se refiere.
“Leímos mucho, investigamos, observamos el cielo, pero lo que más me gustó fue visitar al experto y hablar con él”, dijo antes de señalar una imagen del planeta Saturno en el Ágora del Conocimiento, el lugar en el que también los presemilleros de investigación de EAFIT mostraron el viernes los proyectos en los que trabajaron durante todo el año.
¿Cómo llegó la Ley a Colombia?, ¿cómo automatizar un teleférico para transporte de carga en un puerto? y ¿Por qué la crisis económica actual afecta más a las potencias mundiales?, fueron algunas de las preguntas que los 15 presemilleros se dedicaron a investigar.
“Fue una experiencia muy chévere porque aprendí muchas cosas nuevas de una forma muy divertida”, dijo Laura Bilbao, del presemillero de Derecho, muy orgullosa de portar la camiseta azul que indica su participación en el programa.
Muchos cómos y porqués para descubrir
Para Laura y Sofía el proceso que las llevó a hacer parte de estos presemilleros empezó mucho antes.
Ambas se graduaron el año pasado en la Universidad de los Niños y tuvieron la oportunidad de resolver otras inquietudes, pues la metodología del programa se basa en el poder de la pregunta que profesaba Sócrates y que consiste en tres momentos fundamentales: el taller, las aulas vivas y las conversaciones con el profesor. Una vez alcanzaron su graduación tuvieron la posibilidad de seguir en los presemilleros de investigación, en los que ahora se gozan su amor por el universo.
Por eso, el último día de su programa en este 2009 no fue la excepción. Algunos de los pequeños universitarios llegaron desde las 7:00 a.m. y empezaron a jugar. Tras rondas y risas, en medio de la expectativa, los 200 integrantes del programa ingresaron al Auditorio Fundadores y siguieron resolviendo preguntas.
“¿Qué vamos a hacer hoy?”, preguntó el maestro de ceremonia sentado en el escenario… “vamos a recordar todos los talleres”, dijo Lucas, mientras que Laura respondió: “nos vamos a despedir de nuestros amiguitos”. Y ninguno se equivocó.
A continuación, cada grupo se dirigió a su salón para realizar el taller. El grupo número ocho fue hasta el tercer piso del bloque 38 y tras descubrir las palabras distribuidas por todo el salón boca abajo, los niños se sentaron en el piso e iniciaron el recorrido por su última aventura académica este año.
Mientras Dayana de 13 años reunió conceptos como ojos, cerebro y arco iris, equivalentes a la palabra luz, Melissa y Sara recordaron la definición de onda con cresta y valle.
Fue la manera en que los talleristas hallaron la manera de recordar las siete preguntas que resolvieron durante el año en la Universidad de los Niños: ¿por qué existen olas en el mar?, ¿cómo limpiar el agua de nuestro planeta?, ¿por qué inventaron el colegio?, ¿por qué las personas trabajan?, ¿cómo se crearon los números?, ¿por qué existen los colores?, y ¿cómo se crea la realidad virtual?
Después de ser egresado
Más adelante, llegó el momento de ir hasta las aulas vivas, esos sitios especiales donde el juego y el conocimiento se encuentran para crear y responder preguntas. “Era muy entretenido asistir allí, siempre había muchas sorpresas, era jugar aprendiendo y eso es muy chévere”, explicó Sebastián, de 14 años.
Antes de regresar al auditorio, Tomás Moreno, el tallerista más querido del grupo 8, como dice Melissa (su alumna más traviesa), les recordó por qué eran los guardianes del conocimiento y los invitó a hacer nuevas preguntas para resolver el próximo año, cuando retorne el programa con todas las ventajas para los pequeños.
¿Cómo funciona un ascensor?, ¿quién inventó la camisa?, y ¿por qué existe la naturaleza?, fueron algunas de las inquietudes que quedaron abiertas para que, de nuevo los niños con las camisas verdes que identifican a la Universidad de los Niños, se embarquen en esta experiencia inolvidable de la investigación.
Mayor información
Ana María González
Universidad de los Niños
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