Noticias 2009

Agosto 3 de 2009
El trasplante de órganos en Colombia, una práctica que necesita reforzarse

• El tema fue analizado el pasado viernes en un foro organizado por el Semillero en Investigación Histórica-Universidad EAFIT (Sihue).
• Las cifras muestran que son muchas las personas en el país que requieren urgente de un donante para salvar su vida.


Son miles los colombianos que esperan por un órgano o por un tejido que les permita mejorar su salud o salvar su vida. Pero detrás de quienes aguardan por lo que podría denominarse un “milagro” existen otros que ni siquiera han sido incluidos en la lista que, por lo menos, les dé la esperanza de recibir un reemplazo de esa parte de su cuerpo que no funciona.

Por eso, los pocos que han tenido la fortuna de recibir un órgano o tejido no dudan en agradecerle esa segunda oportunidad a la vida. “Cada instante lo vivo por los dos, por mí y por mi donante”, se le escuchó a una paciente trasplantada que participó, el pasado viernes 31 de julio, en el foro La problemática de los trasplantes en Colombia,  desde el derecho, la medicina, la economía, la política, la historia y la religión.

En el encuentro, que organizó el Semillero en Investigación Histórica-Universidad EAFIT (Sihue) con el objetivo de recibir aportes que enriquezcan el trabajo que desarrolla el equipo, mostró cifras contundentes que reflejan la angustia de los pacientes y de sus familias: a la fecha hay en el país 830 personas que esperan un trasplante de riñón, 95 que lo requieren de hígado, 13 que lo necesitan de corazón, 11 de pulmón y 9 de páncreas, confirmó Luis Fernando Palacio Tamayo, coordinador de la Red de Trasplantes de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia.
 
No obstante, Édison Duque, coordinador de trasplantes de Fundonar Colombia (Fundación Donar) y director científico de la Fundación Banco de Tejidos Humanos, dijo que estas cifras no se comparan con las que reporta la Sociedad Colombiana de Diálisis y Trasplante, que informa que hay entre 19 y 21 mil pacientes con falla renal crónica terminal, quienes no pueden ser trasplantados debido a deficiencias en su sistema de seguridad social.
 
Además de eso, explicaron los expertos, los únicos que pueden ser donantes son aquellos a quienes se les diagnostique muerte cerebral, pero apenas entre 50 y 80 personas en un millón fallecen de esa manera, ya que la mayoría muere por paro cardíaco. A eso se le suma que un 25 por ciento del primer grupo tiene alguna contraindicación. 
 
Antioquia, región solidaria
Édison Duque  agregó que la idiosincrasia determina la posición de las personas frente al tema, puesto que la manera de ver el asunto tiene una percepción distinta en cada región. En Antioquia, por ejemplo, de 100 familias entrevistadas 80 dicen que sí a la posibilidad de un trasplante, mientras que en Bogotá la negativa es del 41 por ciento, en Bucaramanga es del 33 y en la Costa Atlántica de un poco más del 95 por ciento.
 
Así mismo, Juan Gonzalo López Casas, director general del Instituto Nacional de Salud, resaltó que a pesar de que la tasa de donantes por millón en 2008 fuera de 9,6 por ciento (inferior a la de 2007 en la que se registró un 10,2), la de trasplantes aumentó gracias a la detección de potenciales donantes en los centros hospitalarios, pues en 2007 era de 22,29 y un año después fue de 22,86. 
 
Prioridad para los pacientes colombianos
El foro sirvió para escuchar diversas posiciones sobre esta problemática y ayudó para que se desmitificaran conceptos que perjudican los trasplantes. El sacerdote Luis Hernando Alzate Ramírez, experto en Bioética y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, lamentó que aún haya posturas cerradas y comentarios que calificó como “malformaciones de la fe”.
 
Al respecto, el sacerdote comentó que muchas personas le dicen: “Padre, yo no dejo que me saquen un ojo porque si en la otra vida vamos a resucitar entonces qué va a pasar con éste”. A lo que él les responde: “Si esto fuera así, el Papa no saldría a promover la donación de órganos”.
 
Otro de los problemas tratados en el encuentro académico fue el relacionado con el “turismo internacional de trasplantes”, con el que el director general del Instituto Nacional de Salud se mostró en desacuerdo porque “va en contra de la dignidad humana debido a que significa un tráfico moralmente inaceptable”.
 
Manifestó, además, que la atención de pacientes extranjeros ha sido condenada en repetidas ocasiones por la Organización Mundial de Salud, pues va en contra de los principios de equidad y altruismo de los sistemas de trasplantes. También aclaró que los trasplantes a extranjeros se deben hacer mediante convenios bilaterales entre países.
 
Y añadió: “La legislación colombiana, en el artículo 40 del Decreto 2493 del 2004, dice: ‘atención prioritaria a los colombianos’”.
 
Finalmente, los conferencistas coincidieron en que más allá de que las personas tengan un carné de donante, lo importante es que le comuniquen esta decisión a su familia para que llegado el momento del fallecimiento respeten su voluntad y se pueda dar, de forma rápida y adecuada, esta práctica terapéutica, la única posibilidad de mejoría que tienen los pacientes con falla terminal en algún órgano.

 

Mayores informes:
Juan Camilo Escobar Villegas
Docente coordinador del Sihue 
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E-mail: jcescoba@eafit.edu.co
 
Adolfo León Maya Salazar
Docente coordinador del Sihue 
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9755
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