Noticias 2009
Mayo 26 de 2009
Jorge Londoño Saldarriaga y su amor declarado por la economía
• El presidente de Bancolombia es un eafitense convencido de que las universidades son una fuerza poderosa para lograr el desarrollo de la comunidad.
• Es reconocido en América Latina y en todo el mundo financiero por liderar una entidad sólida y próspera. Un egresado que ha dejado huella en la sociedad.
Su afición por la economía no es improvisada ni surgió en último momento, a la hora de elegir carrera. Su interés por conocer y observar cómo funcionaba este sector en el país y analizar cuál era el impacto los movimientos financieros sobre los negocios fue de siempre.
Por eso, la Administración de Negocios era un camino casi obvio para él. En 1968, cuando ingresó a la Universidad EAFIT, cuenta, este pregrado era novedoso y atractivo “porque era el primer desarrollo formal de una facultad de este estilo”.
Jorge Londoño Saldarriaga es el presidente de Bancolombia desde 1996 y antes, por tres años, hizo parte de su junta directiva. Fue vicepresidente de Inversiones de Suramericana de Seguros S.A., presidente de Suvalor S.A. y secretario de Hacienda de la Alcaldía de Medellín.
Con un máster en Desarrollo Económico de la Universidad de Glasgow en Escocia, este eafitense que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de dirigir una de las empresas más reconocidas de Colombia, es de los que cree que las universidades son fundamentales en la búsqueda del desarrollo social y que la competencia del sector financiero es global.
Pero, en medio de grandes negociaciones y de estrategias de internacionalización, Londoño Saldarriaga recuerda con cariño las enseñanzas y consejos de sus grandes maestros, su época como universitario y los sueños que tenía cuando apenas anhelaba convertirse en empresario. Con la Agencia de Noticias hizo un recorrido por esos momentos especiales.
¿Cuáles eran sus sueños cuando estaba comenzando? ¿Anheló llegar a alguna empresa?
“Al comienzo de mi trabajo profesional, después de haber sido profesor por algunos años, mi meta fue ser empresario. Yo tenía verdaderamente ese anhelo de crear empresas, de desarrollar mis propios negocios y de tener la oportunidad de probarme en el campo de la competencia. Tuve la oportunidad extraordinaria de formar una oficina de finca raíz que llegó a ser una entidad importante en este desarrollo; también, una firma de bolsa que hoy todavía existe y hace parte, de una manera casual y accidental, de la organización que yo manejo”.
¿Qué recuerda de su primera experiencia laboral?
“Mi primera experiencia laboral fue el semestre de industria que realicé en la Compañía Suramericana de Seguros con la cual he mantenido toda la vida una gran relación. Lo más importante que recuerdo fue haber tenido la oportunidad de conocer al doctor Jorge Molina Moreno, con quien tuve una relación muy estrecha toda la vida y fue mi mentor, mi consejero y una persona absolutamente invaluable para desarrollar mi vida profesional. Fue un líder que para mi toda la vida ha representado un ejemplo”.
¿Qué enseñanzas le ha dejado su paso por el sector público y privado?
“Muchas. La experiencia profesional a la que yo he tenido la posibilidad de acceder con esta carrera de Administración ha sido muy rica, porque la vida me ha ofrecido la oportunidad de tener vivencias en negocios pequeños como aquellos en los que originalmente participé en su creación, y en unos mucho más grandes en los que pude desempeñar diferentes cargos.
En los últimos años, he podido tener esta experiencia maravillosa de encontrarme frente a una organización como el Grupo Bancolombia, en la que me ha tocado vivir una época de expansión inigualable y con relaciones y negocios muy importantes.
Tal vez diría que la enseñanza más importante de todo este proceso es ver cómo la empresa privada puede verdaderamente contribuir al desarrollo de un país y se pueden desarrollar negocios que tienen verdaderamente un sentido social y un sentido de iniciativa privada”.
En ese participar de iniciativas privadas de las que habla, ¿qué ha sido lo más satisfactorio?
“El encontrar por qué ese ambiente, ese modelo de iniciativa privada, constituye un pilar importante para el desarrollo de las economías ha sido una experiencia muy satisfactoria, y yo diría que igual a ella ha sido también la posibilidad de mirar la globalización como un modelo que se ha venido imponiendo y cómo uno apalancarse sobre ese proceso de globalización para el desarrollo de los negocios, tanto desde el punto de vista de lo que es el aprovechamiento de los mercados como destino de nuestras exportaciones, y como fuente de capitales, por ejemplo, en lo que ha sido la experiencia del Grupo Bancolombia”.
¿Qué palabras o consejos recuerda de esas personas que pasaron por su vida en EAFIT?
“Cuando yo estuve en la Universidad tuvimos muchos profesores muy buenos, de los que derivamos enseñanzas muy valiosas, pero, sin lugar a dudas, el personaje que yo más recuerdo fue el doctor Bernardo Pérez, que fue verdaderamente un maestro de la generación de la que hice parte. Era una persona que siempre se preocupaba por ser un profesor moderno, por estar atento a los últimos desarrollos en la Administración y de llevar esas inquietudes a la Universidad.
Él, en los años setenta, inauguró en EAFIT un curso de Ecoadministración. Hoy, la responsabilidad ambiental hace parte integral de todas las concepciones de negocio. En aquel entonces aquello era totalmente exótico y pensar cómo nos obligó a pensar el doctor Pérez en que había que tener una armonía con los recursos naturales al analizar los modelos de negocio, fue una reflexión enteramente novedosa que, por supuesto, tuvo una influencia tremenda en este equipo de estudiantes”.
¿Qué significa para usted la universidad en esta sociedad?
“La universidad es un mundo importante dentro de la sociedad a la cual pertenece. Es una de las fuerzas para el desarrollo de la comunidad en la cual se vincula. Es el cordón umbilical hacia la academia, hacia el conocimiento, hacia el desarrollo intelectual, hacia la modernización. Pero ella también tiene que tener un vínculo muy claro hacia el conocimiento de la sociedad que pretende modernizar, que pretende cambiar. De manera que la universidad es un mundo de cambio, de desarrollo, de innovación, de modernización y, es verdaderamente, un mundo en ebullición, una dinámica extraordinariamente atractiva”.
Mayores informes:
Paola A. Cardona Tobón
pcardon6@eafit.edu.co
Área de Información y Prensa Universidad EAFIT
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