Noticias 2008

Junio 6 de 2008

La creatividad en EAFIT tiene llantas, motores y es plegable

• Los estudiantes de Ingeniería de Diseño de Producto presentaron las ideas innovadoras que desarrollaron durante el semestre.
• Entre los proyectos creativos hay ocho propuestas de transporte y movilidad. Los nominados estarán expuestos la próxima semana en el hall del bloque 38.







Mide 2 metros con 80 centímetros, pero plegado solo 85 centímetros. Estas son las dimensiones de Pliego, un vehículo que se dobla y se recarga con energía eléctrica como si fuera un celular flip sin necesidad de gasolina corriente, diesel o gas… Su objetivo es reducir el espacio que ocupa en los parqueaderos. “Se pliega hacia arriba y se mete la llanta de atrás en el espacio que queda adelante. Además es eléctrico entonces no genera contaminación auditiva y ambiental”, explica Hugo Alejandro González, uno de sus creadores.

Y hay más. Un mini carro de bomberos, un aerobote realizado por 12 mujeres, un vehículo anfibio que se desliza entre la tierra y el agua, una moto acuática con hidroperfiles, un carguero 4 X 4 para fincas, una solución de desplazamiento para los habitantes de zonas rurales de difícil acceso e incluso un carro que sirve para patrullar el desierto de la frontera colombo-venezolana.

Estos son los ocho proyectos de transporte y movilidad de los estudiantes de quinto semestre que participaron en la muestra semestral que, desde 1999, realiza el pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto de la Universidad EAFIT y que se llevó a cabo esta semana con la presentación de más de 100 iniciativas de innovación en diferentes categorías.

Nombres de dioses, colores, funciones y animales fueron los escogidos en esta oportunidad por los jóvenes para sus desarrollos creativos. Juliana Monsalve y sus otras 11 compañeras de grupo, por ejemplo, eligieron Ziare, una diosa del agua, para designar el aerobote que construyeron con un motor de avión ultraliviano que hace girar la hélice que lo impulsa.

“Estos vehículos son propios de los pantanos y del agua. Y nos decidimos por esta opción porque en la Universidad casi siempre han hecho carros, pero este semestre empezamos a variar” cuenta Juliana.

Fueron tres semanas de solo investigación, buscando todos los detalles sobre los aerobotes y las necesidades que había de estos vehículos. Después sí, se pusieron en la tarea de desarrollar lo que, para ellas, es la principal innovación de su proyecto: la personalización o, como expresan, hacerlo para una sola persona y lograr que se sienta cómoda.

Como a los demás estudiantes, también les tocó gestionar patrocinios con las empresas para poder conseguir lo necesario para elaborar su medio de transporte.

“Sí, somos 12 mujeres y claro, no faltaron los compañeros que nos molestaron porque nos decían que cómo íbamos hacer con el motor y con la parte mecánica”, agrega Juliana.

Un motor de avioneta de 50 caballos de fuerza es el que impulsa a Thor, un híbrido con forma de lancha que se puede transportar tanto en la tierra como en el agua. El vehículo trabaja por medio de aire comprimido que le permite inflarse y también flotar.

“Le pusimos Thor porque es el nombre del dios del trueno. En el país hay muy pocos de estos híbridos e incluso es difícil conseguir los planos, por eso nosotros lo tuvimos que construir hicimos con base en ensayo y error”, dice Mauricio Vanegas.

Otro de los proyectos es Chanos, una moto acuática con hidroperfiles que permite que cuando alcance cierta velocidad se levante por encima del agua y se sostenga. “Los beneficios de los hidroperfiles es que mejoran la vida útil del motor porque con la misma potencia se puede alcanzar más velocidad ya que si el casco no roza el agua no hay tanta fricción”, explica con propiedad Ana María Posada.

El mini carro de bomberos
La sirena capta la atención de la gente. Un pequeño incendio amenaza la infraestructura de la biblioteca Luis Echavarría Villegas de EAFIT. De un vehículo de no más de dos metros y medio descienden dos bomberos. Sacan la motobomba que absorbe el agua ubicada en la parte exterior del edificio, la escalera de tres pisos, el extintor de químico seco, las mangueras… en menos de dos minutos la emergencia simulada se soluciona. 

Hacer un carro de bomberos institucional fue la idea de Laura Villegas y sus compañeros porque detectaron que en la mayoría de las empresas hay sistemas para apagar incendios como piscinas y otras reservas de agua, pero no un equipo motor.
Quisieron, entonces, reunir todos los requerimientos de un carro de bomberos gigante en uno más pequeño. “Su nombre es Roho y es un vehículo para pequeños incendios”, aclara Laura.

Patrullar la frontera de Colombia, en la Guajira, es el propósito para el que fue construido Naja. Según Diego Tobón, uno de los estudiantes que lo desarrolló, el nombre es de una serpiente que habita en el desierto pues es precisamente para este terreno que fue hecho. Tiene suspensión neumática, el motor es de un escarabajo, funciona con gasolina corriente y la idea es que en la parte de adelante se ubique el soldado que maneja y en la de atrás el que vigila.

Styr, una “colombianización” de stier que significa toro en holandés, es el referente que utilizaron Pablo Duque y los demás integrantes de su equipo para desarrollar un carguero 4 X 4 diseñado para fincas que estén en producción. “Al principio sí fue muy difícil lograr que rodara, pero todos le metimos las ganas y ahora funciona perfecto”.

Como un proyecto más social que incluso busca volver a lo simple para poder beneficiar a la gente es como define Daniel Montoya a Zefiro (dios del viento), un vehículo planteado para zonas rurales donde las personas, por ejemplo, no tienen acceso a puentes para cruzar los ríos, como les sucede a muchos niños escolares en el campo.

Este proyecto, que se inspiró en un documental de Pirry, consiste en una transmisión simple, por cadena, que se impulsa con fuerza humana pedaleando. No requiere gasolina ni energía y precisamente es muy sencillo, según sus creadores, porque a muchas de esas zonas no llega el combustible ni la luz.

“Quisimos romper con todos los esquemas al plantear algo diferente sin resina, sin fibra de vidrio, sin todas esas cosas que nos gastamos los estudiantes. Dejamos de lado todas esas tecnologías para volver a lo simple y así tener la capacidad de ofrecerlo. Quisimos un proyecto más realista que pueda beneficiar a la gente”, indica Montoya.

Y así como Daniel, el anhelo de los demás estudiantes de Ingeniería de Diseño de Producto es que las diferentes categorías de sus proyectos, sean vehículos, puestos de comida, productos para el hogar, procesadores de alimentos, estaciones de trabajo, equipos biomédicos o dispensadores, no se oxiden en los talleres y, por el contrario, como afirma Laura Villegas: “tenemos toda la intención de lanzarlos al mundo”.

 
Mayores informes:
Juan Diego Ramos
Jefe del pregrado en Ingeniería de Diseño
Teléfono: 2619500 Ext.658
E-mail:
jdramos@eafit.edu.co

 

Histórico noticias