Noticias 2009

abril 30 de 2009
Un Día del Trabajo sin trabajo: ¡Amarga paradoja!

• Este año se conmemora esta fecha en medio de un ambiente sombrío por cuenta de la crisis, así lo creen profesores de Economía, Derecho, Negocios y Ciencias Políticas de EAFIT.
• Además, las condiciones de muchos trabajadores del país no son las mejores. La esperanza de la mano de obra no calificada está en las obras públicas de infraestructura.


El trabajador colombiano se enfrenta a un salario mínimo que no le alcanza para cubrir las necesidades básicas, a contratos irregulares o inexistentes, a una legislación laboral que la mayoría de las veces favorece a los empleadores, a pocas garantías de seguridad y a bajas expectativas de pensiones.

Las perspectivas tampoco son buenas para las mujeres, en términos, sobre todo, de derechos de maternidad; para los recién graduados y hasta para los mayores de 40 años.
Y si a esos elementos que plantea María Alejandra González Pérez, profesora de Negocios Internacionales de EAFIT, se le suman los que trajo consigo la crisis económica mundial, el panorama del empleo se torna aún más sombrío.

Así llegó el Día del Trabajo este año, con poco para celebrar y, en especial, con mucha incertidumbre.

Hugo López, gerente regional del Banco de la República, explicó hace pocos días en un encuentro en la Universidad, que frente al promedio de 2007, en el último trimestre noviembre-enero, se habían perdido 276.000 puestos asalariados en las 13 ciudades principales, 339.000 en las cabeceras municipales y 434.000 en todo el país.

Y en ese mismo período y sitios, la tasa de desocupación pasó del 10,5 por ciento al 12,1 en las cabeceras y, en el ámbito nacional, la transición fue del 10,8 al 11,9 por ciento. El 20 por ciento más pobre fue el más afectado.

“Esta fecha se celebrará con una de las peores crisis en materia de empleo como trasfondo. Particularmente en Colombia, el mercado laboral presenta graves fallas relativas a la informalidad, la desregulación, el trabajo infantil, la desprotección y desigualdad de las mujeres y la persecución sindical”, cuenta Camilo Piedrahita Vargas, jefe del pregrado en Derecho.

La crisis, precisamente, le da a este primero de mayo ese tinte que lo diferencia de otros años, expresa Adolfo Eslava Gómez, jefe del pregrado en Ciencias Políticas. “Siempre se ha hablado de la presencia de incertidumbre en la sociedad. Se ha llegado a hablar de una sociedad del riesgo. Pero, en este momento, estamos en una sociedad de la zozobra y, en particular, los trabajadores son allí las principales víctimas”.

El proceso lo resume el profesor del Departamento de Economía, Gustavo López Álvarez: “caen las ventas, cae la producción, cae el empleo. Para los desempleados que deben su situación a este hecho, como para los que ya estaban desempleados antes de que se declarara, celebrar el Día del Trabajo debe tener un sabor amargo”.

Informalidad y otras consecuencias
Este año difícil en los países poderosos, afirma María Alejandra González Pérez, desencadenó un retorno de los colombianos que habían estado viviendo por fuera. “Esto ha producido que con este regreso, con diferentes expectativas y capitales, pretendan llenar unos espacios que el mercado laboral de Colombia no necesariamente puede absorber”.

En el contexto que rodea las dinámicas ocupacionales, hay que conjugar elementos de tipo internacional e interno. En los primeros, Álvaro Hurtado Rendón, docente del Departamento de Economía, menciona, entre otros, la situación de Estados Unidos, los problemas con socios económicos como Venezuela y Ecuador y, ahora, se suma el fenómeno de la pandemia y su impacto en el comercio.

Complementa que en Colombia, a medida que la gente se fue informando de los sucesos financieros, dejaron de consumir y eso generó una caída en la demanda agregada. Además, aparecen las situaciones climáticas, con un invierno que ha generado una gran cantidad de daños en el sector agrícola.

Y añade que, en los períodos de coyuntura, se da un aumento muy fuerte de la informalidad, “porque todas las personas que salen del sector formal de la economía tienen que buscar una forma de generar ingresos”.

Camilo Piedrahita Vargas menciona que con este fenómeno pocos sectores saldrán ilesos. “Los mejor librados serán probablemente aquellos cuya demanda no dependa representativamente de países como Estados Unidos, México, Venezuela, Ecuador o Canadá”.

Acciones y políticas
Por tipos, analiza Hugo López, solo se ha creado empleo moderno (asalariado y no asalariado) para los más educados. Los cargos para personas con nivel mínimo de educación “bajaron con la crisis pasada, se levaron ligeramente entre 2005 y 2007, y ha vuelto a caer. Su volumen hoy es similar al de 1991. Quienes carecen de educación superior deben dedicarse a la informalidad”.

De ahí, que la inquietud mayor se centre en generar opciones para mano de obra no calificada y en las construcciones públicas de infraestructura, como vías, están sembradas muchas esperanzas. “En estos momentos tenemos que volver a reconsiderar las teorías de tipo keynesiano, el Estado debe ser un estabilizador de la economía. Debe actuar de manera contracíclica, acudir a un mayor gasto para generar una gran cantidad de puestos a través de subsidios y de gastos directos en infraestructura básicamente”, manifiesta el docente Álvaro Hurtado Rendón.

Pero las acciones deben ir más allá del hecho coyuntural. Camilo Piedrahita Vargas piensa que en un contexto de largo plazo, la única posibilidad de brindar más y mejores opciones se encuentra en el emprendimiento. Adolfo Eslava Gómez es de los que cree que en Colombia se tiene la capacidad instalada para establecer subsidios a los trabajadores, no constitutivo de salario, con el fin de garantizar, por ejemplo, que los hijos no se retiren del colegio para buscar algo informal.

Y María Alejandra González Pérez asegura que debe desarrollarse más el concepto de solidaridad social, con un subsidio de desempleo que sea pagado por las personas que trabajan, “no como obligación, como un entendimiento de hoy soy yo, mañana es mi vecino o un tío”.

En busca de soluciones, ya hay planes en marcha y otros se analizan. Pero, mientras tanto, el Día del Trabajo no pinta bien. Definitivamente, amargo, muy amargo.

 

Mayores informes:
Adolfo Eslava Gómez
Jefe del pregrado en Ciencias Políticas
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext.9419
E-mail: aeslava@eafit.edu.co

María Alejandra González Pérez
Profesora Negocios Internacionales
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9431
E-mail: mgonza40@eafit.edu.co

Álvaro Hurtado Rendón
Profesor Departamento de Economía
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9873
E-mail: ahurtad1@eafit.edu.co

Camilo Piedrahita Vargas
Jefe del pregrado en Derecho
Teléfono: 2619500 Ext. 9233
E-mail: cpiedra8@eafit.edu.co


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