Noticias 2008
Agosto 21 de 2008 Instrumento jazz es una modalidad que se integra a los cinco años que dura el pregrado y a las ya existentes: instrumento-canto, dirección y composición. Y aunque estuvo dentro de los objetivos desde que se inició el pregrado, solo diez años después se hizo tangible. “Nos demoramos porque queríamos diseñar un programa con un alto contenido académico y con profesores de muy alta calidad”, afirma Jorge Alberto Gaviria, jefe del Departamento de Música. Fernando Gil, Andrés Posada y Jorge Gaviria, con la asesoría de Eugene Uman, un profesor de Nueva York que vivió en Medellín y le dio un sentido académico al jazz, conforman el grupo de trabajo que detectó la necesidad de esta propuesta en la ciudad. Y es que el problema radica en la certificación de aquellos que no desean tener una formación en música clásica. Aún así deciden hacer la carrera debido a la importancia que tiene el título para vincularse como profesores o para continuar sus estudios en el exterior. “Cuando salí del colegio no había ninguna institución acreditada en la que pudiera estudiar batería porque es un instrumento más de calle. Entonces empecé a estudiar Música por un lado y batería por otro, y ahora estoy muy contento de poder aprender este lenguaje del jazz que puede fusionar la música latina, clásica y africana por esa naturaleza libre sin partituras”, cuenta Julián Mejía, uno de los estudiantes de la primera cohorte del nuevo énfasis. El coordinador de esta modalidad es Samuel Farley, un pianista de 26 años que nació en Ohio, Estados Unidos, y quien llegó a la Universidad tras una convocatoria que realizó el Departamento de Música el semestre pasado. Es egresado de la Universidad de Cincinnati, magíster de la Universidad de Louisville –Kentucky- y candidato a doctor en la línea de jazz en Eastman. “Cuando empecé a tocar este género era muy joven y sólo lo disfrutaba, continué tocándolo porque es una música que te da mucha libertad para expresarte y es divertida. Además ser jazzista es ser miembro de una comunidad, conoces muchos músicos y te comunicas con ellos de una manera que no ocurre en la música clásica”, expresa. La primera influencia musical de Farley fue Keith Jarrett. Luego llegaron Miles Davis, John Coltrane, Jay Jay Johnson y Herbie Hancock. “Algo muy especial y que nos ha aportado mucho para el pregrado es la solidez académica. Hemos vinculado otro tipo de profesores como Juancho Valencia, Juan Fernando Velásquez y Juan Fernando Giraldo, egresados de nosotros que conforman un equipo muy importante”, comenta Gaviria. A pesar de que el movimiento del jazz se oye con fuerza en Colombia, llevarlo al plano académico es algo novedoso. “Queremos demostrar que se puede trabajar dentro de este énfasis desde la academia con un alto nivel”, agrega el directivo. Talleres de interpretación de estilos y de improvisación, historia de este estilo musical, composición y arreglos son, entre otras materias, las que diferencian esta modalidad de la de Instrumento aunque sus fundamentos técnicos son los mismos, por eso su plan de estudios solo varía a partir del quinto semestre. “Es muy importante para la Escuela de Ciencias y Humanidades tener este programa para ofrecerle a la comunidad. Es una música hermosa que merece ser estudiada, aprendida e interpretada. Y, aunque es originaria de Estados Unidos, es aceptada e integrada en muchos países de cultural musical, incluyendo Colombia”, dice Samuel Farley.
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