Noticias 2008

Abril de 2008
Para las nuevas generaciones Gaitán sólo es el señor del billete de mil


- Esta es la percepción de Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de EAFIT.

- El directivo y otros docentes hablan de la caída del caudillo, 60 años después.

"¡A la carga!", era el grito de combate de Jorge Eliécer Gaitán y de sus seguidores. El mismo grito al que tres tiros le arrebataron la voz principal el 9 de abril de 1948 e hicieron que la masa demostrara su poder, a tal punto que fue apaciguada por medio de las armas.

Hoy se cumplen 60 años del Bogotazo, nombre con el que se denominó al levantamiento que se produjo después de la muerte de Gaitán, el líder popular que emergió, según muchos, como una oportunidad para que las clases subalternas tuvieran una voz política en medio de la violencia bipartidista y de la cerrada oligarquía.

"Por la restauración moral y democrática de la República", era la premisa del movimiento gaitanista. Las implicaciones de esta lucha las enuncia Iván Silva Sánchez, docente y editor de la Revista Co-herencia de la Universidad EAFIT: "Restaurar moralmente la República, en términos políticos no en términos religiosos, es refundarla sobre valores democráticos, es darle contenido a eso que se dice en el papel de que Colombia es una democracia (...)".

Gaitán apareció como una amenaza para la clase política dominante porque, como lo expresa Alba Patricia Cardona, docente y jefa del pregrado en Ciencias Políticas, "llegó con un lenguaje impetuoso, con un carisma impresionante y con una inmensa capacidad para la oratoria. Buscaba liberalizar un país conservador con una influencia muy fuerte de la Iglesia Católica en términos culturales, educativos, sociales; estático en sus estructuras sociales y con unas diferencias marcadas".

Lo que dejó el Bogotazo
Varias teorías acerca de los responsables se han tejido en torno a la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, desde la CIA hasta la KGB rusa pasando por el Partido Conservador y su propio Partido, el Liberal. La multitud señaló, apaleó y crucificó a Juan Roa Sierra como el asesino.

"Si bien es presumible, como la información recopilada indica, que haya sido el Partido Conservador el que haya ejecutado el asesinato de Gaitán, el Partido Liberal no estaba en contra de eso (...) Una característica de las dirigencias políticas en lo histórico es la estrechez de miras y sobretodo el uso de la democracia como una retórica para mantener las cosas tal como a ellos les interesa", afirma el profesor Silva Sánchez.

Alba Patricia Cardona recuerda que los levantamientos del Bogotazo no sólo fueron en Bogotá, también en otras las ciudades del país y la radio fue una de las grandes impulsadoras de esos levantamientos.

"La oligarquía no me mata porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán 50 años en regresar a su nivel normal", expuso Gaitán en uno de sus discursos.

Esta expresión para el decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades, Jorge Alberto Giraldo Ramírez, tiene una interpretación. "En Gaitán sin duda había mucha megalomanía. Él pidió en uno de sus discursos que si moría lo vengaran. Yo creo que ahí hay algo que no es muy admirable: un gran líder político que haya hecho una invocatoria a la violencia".

Y agrega que existen dos problemas con la apreciación de las implicaciones del papel de Gaitán: pensar que el conflicto actual tiene raíces en el Bogotazo y volver sobre los mismos lugares comunes.

"Eso es una exageración, aquí no veo ningún grupo que salga con banderas de Gaitán ni que reivindique su pensamiento o que plantee que fue por su asesinato que tomaron las armas.  La emergencia de la lucha guerrillera en Colombia tiene que ver con otras cosas como las revoluciones china y cubana, la Guerra Fría y con una oleada que hubo en América Latina de surgimiento de guerrillas comunistas o revolucionarias, y de manera general eso no tiene que ver con el gaitanismo (...) Si bien la memoria histórica es importante, este es un país que para construirse tiene que mirar hacia adelante".

Para Alba Patricia Cardona, por su parte, la situación actual es el resultado de problemas pendientes. "Ese montón de conflictos no resueltos de los años cuarenta o que se solucionaron a través de las armas dejaron grabada en nuestra cultura la idea de erradicar la diferencia con las balas".

Pero pese a la falta de memoria histórica de Colombia, el recuerdo de la muerte de Gaitán y de la violencia que llegó después de ese hecho permanece presente, con mayor fuerza. O por lo menos en la nostalgia de los viejos liberales, como asegura Silva, pero con menos fuerza en los jóvenes que no logran comprender la magnitud de los hechos.

"Más que su ideología creo que su mito, su representación, su imagen política, la que sigue teniendo un peso muy fuerte en nuestra memoria, en nuestra identidad colectiva y de cultura", añade Cardona.

Giraldo Ramírez, por el contrario, asegura que “para lo que es el país vivo, para las nuevas generaciones, para la gente que salió a marchar el 4 de febrero, por ejemplo, Gaitán es un señor que sale en el billete de mil. No creo que sea mucho más que eso".

Libros en EAFIT

En la Sala Patrimonial de la Biblioteca Luis Echavarría Villegas, de la Universidad EAFIT, se pueden encontrar varios libros acerca de la vida del Caudillo y de los acontecimientos en torno al Bogotazo, entre ellos están: Las ideas socialistas en Colombia, tesis con la que Jorge Eliécer Gaitán obtuvo el título de abogado. De la colección Tribunos del Pueblo, de la Editorial Publicitaria, una edición con algunos discursos de Gaitán entre los que se encuentran la Oración por los Humildes y la Oración por la paz. También El Bogotazo: Memorias del Olvido, de Arturo Alape, y El 9 de abril en Palacio: Horario de un Golpe de Estado, de Joaquín Estrada Monsalve.

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