Noticias 2008

Mayo 29 de 2008

Hay que hacer más por los jóvenes

• Esta fue una de las conclusiones en el primer foro de la Cumbre de Jóvenes sobre Innovación y Emprendimiento, que se realizó ayer en EAFIT.

• Iniciativas de la OEA para la juventud, emprendimiento, responsabilidad social empresarial, e innovación y tecnología fueron los cuatro paneles que se desarrollaron.

Trabajo, pobreza, educación y participación son los desafíos a los que se enfrentan los jóvenes en América Latina y el Caribe. Las estadísticas muestran que el desempleo  en el sector adinerado de esta población es del 9 por ciento, mientras que en el pobre es del 30 por ciento. 

Luis Viguria, secretario adjunto de Young Americas Business Trust (YABT); Lina Sevillano, integrante del Departamento de Desarrollo Humano de la OEA y representante del Fondo Panamericano Leo Rowe; y Pablo Zúñiga, de la Subsecretaría de Asuntos Políticos de la OEA fueron los encargados de exponer las alternativas que desde la Organización de los Estados Americanos se ofrecen a los jóvenes para enfrentar dichos problemas.

En esta temática se concentró uno de los foros de la Cumbre de Jóvenes sobre Innovación y Emprendimiento, que se realizó ayer en la Universidad EAFIT en el marco de la segunda edición de la Competencia Talento e Innovación de las Americas (TIC Americas 2008).

“Desde la OEA se plantean tareas globales e interrelacionadas frente a la juventud: promover el desarrollo económico, social y cultural; fomentar los valores y prácticas democráticas; e incentivar la participación de los jóvenes que corren riesgos”, afirmó Zúñiga.

La inversión que realiza esta Organización en becas y programas estudiantiles es de seis millones de dólares.

Pero quizás uno de los esfuerzos más significativos lo hace Young Americas Business Trust (YABT), una entidad no gubernamental que trabaja en cooperación con la OEA para combatir el problema de desempleo en la juventud. Sus estrategias: ayudar a conseguir empleo y enseñar a crear empresa. Sus etapas: liderazgo y redes de contacto, entrenamiento, tecnologías de información y alianzas.  

 “Nosotros nos encargamos de poner la voz de los jóvenes en la mesa indicada: con otros jóvenes de diferentes países, con representantes de los sectores público y privado, y con autoridades de la OEA para que conozcan de manera inmediata lo que necesitan”, expresó Luis Viguria.

“La juventud no sólo es el futuro, es el presente”, concluyó Pablo Zúñiga e indicó que por eso, por medio de la creatividad y del aprovechamiento de oportunidades de educación y creación de empresas, serán un presente con futuro.

Bloqueo mental no favorece el emprendimiento
Otra de las temáticas que se abordó en la Cumbre de Jóvenes fue el de emprendimiento. Ricardo Terán, director ejecutivo de Agora Partnerships, una institución nicaragüense que trabaja en alianza con empresas para buscar alternativas que ayuden a superar la pobreza, comentó que uno de los mayores problemas para la creación de proyectos productivos no está en el bolsillo sino en la cabeza.

“Hay un bloqueo mental que muchas veces no permite a los emprendedores latinoamericanos asumir sociedades con otros”. Según él, en esta región es común la concepción según la cual al hacer parte de una alianza o sociedad la persona que la promueve puede perder el control de ella y posteriormente ser sacado de la misma.

Ante ello, la estrategia que desarrolla Agora Partnerships es hacer uso de herramientas como la capacitación para mostrar los pros y contras que pueden acarrear los proyectos.

“Nuestra misión es fomentar nuevos emprendimientos y potenciar el crecimiento de empresas competitivas y socialmente responsables, mediante la educación empresarial, la inversión y el apoyo gerencial”, manifestó Terán en el panel que fue moderado por Paola Anzola, directora ejecutiva de YABT, de México.

En el foro también se analizaron temas de innovación, tecnología, educación y liderazgo. Darío Montoya, director general del Sena, rescató los objetivos principales que su institución lidera en el campo de la formación técnica y tecnológica en Colombia.

El directivo explicó que el foco de promoción de las políticas de emprendimiento del Sena tiene como horizonte la equidad. Asimismo, señaló que “esto permite que los jóvenes se conviertan en protagonistas de su propio aprendizaje y que su concepción y mentalidad, en especial el sector campesino, cambie en busca de empresas de nueva generación industrial”.
Por su parte, Manuel Esteban Acevedo Jaramillo, director del Centro para la Innovación Consultoría y Empresarismo (CICE) de EAFIT, comentó que los programas de emprendimiento se enfrentan a un gran reto y es su propia sostenibilidad.

Este panel, además, contó con la presencia de Anya Mayáns, de la National Council on Economic Education, de Estados Unidos, quien habló del objetivo de su entidad: empezar a apoyar procesos en América Latina, brindando herramientas básicas en economía y finanzas a las personas que están en proceso de educación empresarial.

Al concluir este encuentro se destacó el proceso que diferentes organizaciones de distintos países han generado y que ha contribuido a la creación de empresas con un alto potencial de crecimiento, trabajando en regiones difíciles de llegar y con una población frágil y expuesta  a las inclemencias de la pobreza.


Innovación y la tecnología
Este foro estuvo moderado por Guillermo Cabanillas, gerente de programas del YABT Perú, y como panelistas participaron Juan Fernando Ruiz, consultor del CICE de EAFIT; Juan Fernando Estrada, de la incubadora de empresas Crea-me; y Steven Chien, representante de Global TIC.

“EAFIT es una universidad de tercera generación”, afirmó Ruiz al exponer la investigación que la Universidad destina cada año para investigación: 10.000 millones de pesos. Las razones de esta inversión se encuentran en la globalización, y en la necesidad de crear nuevas fuentes de financiación y de establecer instituciones que encuben desarrollos científicos y tecnológicos con un enfoque comercial.

Generar cultura emprendedora, crear nuevas empresas y fortalecer el sector empresarial, son los principales objetivos de Crea-me, que, de la mano de herramientas tecnológicas y de convenios con aliados estratégicos, les han permitido pasar de incubar 25 a 150 proyectos al año.

“Crea-me se dirige a implementar tecnologías que permitan soportar todas las comunicaciones que implica la convergencia de redes y la integración de comunidades”, explicó Juan Fernando Estrada.

Luego de estas intervenciones, Steven Chen, el último de los expositores, explicó la dinámica de la segunda edición de la Competencia Talento e Innovación (TIC Americas). “Cada equipo tiene un año de preparación. A todos se les da la información y el entrenamiento acerca del mercado real para que la usen al momento de crear sus empresas (...) En la competición los visitantes, profesores e inversionistas les harán preguntas y ellos deben persuadirlos”.


La responsabilidad social
La responsabilidad social en las empresas es una unidad de negocio como prioridad estratégica. Esta fue una de las conclusiones a las que llegó Francisco Díaz, director ejecutivo de la Fundación Corona.

“Todas aquellas iniciativas que creen desarrollo económico en los sectores menos favorecidos se están perfilando como una gran oportunidad no solo de colaborar, sino también como posibilidad económica para los negocios. Es una ganancia mutua en donde se están viendo muchos desarrollos en Colombia”, señaló el experto en el panel sobre responsabilidad social empresarial.

La Fundación Corona, que durante 2007 ejecutó 40 proyectos relacionados con vivienda, educación, microempresa, donaciones, gobiernos rurales, desarrollo y servicio comunitario, plantea en su iniciativa de responsabilidad social estrategias de desarrollo sostenible  en donde se enfoquen mejor los recursos y se mida el impacto que generan los proyectos sociales. 

Díaz invitó a las empresas a que trabajen a la par con el gobierno, comunidades,  organismos no gubernamentales y, lo más importante, con otros empresarios y emprendedores. “Los invito a que se conviertan en actores de desarrollo social, involúcrense”.

En este mismo encuentro académico Carlos Zapata, subdirector interino de la Fundación Terpel, expuso que el comportamiento de un negocio debe estar inspirado no solo en propósitos y en valores éticos, sino también en la experiencia sobre cómo se relaciona en la sociedad, con las comunidades y con todos los grupos de su interés.

Zapata aseguró que en su compañía la responsabilidad social no es un accesorio sino que “hace parte del ADN de la organización”.

Por su parte, Georgina Núñez de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó los resultados de la encuesta “Promoción de Responsabilidad Social Empresarial para las Pequeñas y Medianas empresas en el Caribe” realizada a 305 organizaciones de Jamaica, Guyana, Santa Lucía, y Trinidad y Tobago que pertenecen a los sectores de comercio, manufactura, turismo y transporte,  comunicación, energía y finanzas.

“El estudio mostró que muchas empresas confundían lo que son derechos laborales con prestaciones, es un elemento que hemos identificado y que pensamos trabajar en una tercera etapa de este proyecto”, dijo la delegada.

La investigación plantea como propuesta el diseño de políticas públicas encaminadas a estimular la adopción de buenas prácticas empresariales en un marco de sostenibilidad ambiental y social, así como la integración de una estrategia basada en el desarrollo de cadenas de valor con un efecto positivo sobre la competitividad.

Y en todos estos escenarios, coincidieron los diferentes panelistas de los cuatro foros, todavía hay grandes retos para involucrar y hacer partícipes a los jóvenes.



Catalina Suárez Restrepo
Coordinadora Información y Prensa
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