Mayo 22 de 2008

El MOEA también tiene sus países observadores

• En el Modelo de Asamblea General de la OEA esta función la cumplen los estudiantes del grado once de diferentes colegios de Medellín.

• Esta es una oportunidad para que empiecen a formarse como futuros diplomáticos.

Mientras los “cancilleres” se concentran en su trabajo y tratan de convencer a los diplomáticos de otros estados para que apoyen sus resoluciones, y el debate va de un lado a otro, en medio de votaciones de aceptación o de rechazo; ellos, un poco tímidos, solo los miran de manera juiciosa y los siguen.

Se trata de los 13 países observadores del Primer Modelo Nacional de Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (MOEA) que están representados por estudiantes del grado once de diferentes colegios de Medellín.

Hace algunas semanas les propusieron ser parte del encuentro y aceptaron porque, de alguna manera, en las actividades que se realizan en este ejercicio de simulación de la OEA, que comenzó ayer en EAFIT, se ven reflejadas sus aspiraciones.

“Yo quise participar porque quiero estudiar Negocios Internacionales y este Modelo me sirve para informarme”, cuenta Sara Ramírez, estudiante del Colegio San José de las Vegas.

Con sus trajes elegantes o sus uniformes, algunos solos, otros acompañados por sus amigos, van observando, además de los debates, la actuación de los universitarios que asumen el papel de diplomáticos. Los imitan un poco, una postura seria, una conversación pausada, unas cuantas ideas concretas. Sin embargo, una emoción los delata. “En este momento tenemos mucha ansiedad, hay que esperar qué pasa y qué se puede aprender”, señala Sara.

Estos estudiantes también se prepararon para estar a la altura y así lo demuestra Felipe Araque, del Colombo Británico y representante de España, al definir su función: “Los países observadores son invitados para que vean el proceso democrático, pero no tienen voto directo. Yo me preparé estudiando las políticas del país y las opiniones sobre todos los temas”.

Y al tiempo que lee otra vez y juega con la escarapela que la define como funcionaria observadora, Daniela Trejos, del San José de las Vegas y representante de Italia, también quiso llegar al MOEA teniendo claro qué iba hacer: “Es una nación externa que viene a observar y esa posición le permite ser más objetivo”.

Ellos son los más grandes de sus colegios, pero los más pequeños entre los participantes del Modelo. Sienten un poco de emoción, de ansiedad y de miedo. Pese a ello, vinieron a aprender, y de eso no tienen ninguna duda. “Durante la preparación aprendí mucho acerca de la OEA, de su funcionamiento y de su historia. Y espero conocer sobre las críticas, los manejos sociales, la actualidad y cómo funciona el mundo político en este momento”, agrega Felipe Araque.

Mariana Quevedo, Presidenta del MOEA, cree que “es una muy buena oportunidad para que empiecen a formarse en temas que son fundamentales para la resolución de problemas en el hemisferio y en el país, y a empaparse de estos ejercicios que les darán herramientas para que a futuro cumplan un buen papel como diplomáticos universitarios”.

Mientras los grandes debaten, ellos se van perdiendo en las miradas, en la toma de notas, en las palabras, en los debates. Están emocionados y contentos, y a veces, se confunden con los grandes. En medio de su elegancia, es difícil encontrarlos. Más allá de aprender, también esperan que las resoluciones “se cumplan como debe ser y no solo las pongan en una hoja con tinta negra”, como indica otro de los representantes de los países observadores.