Noticias 2008
Noviembre 10 de 2008
El pasado habla en la Sala Patrimonial
• Este espacio de la Universidad EAFIT es un lugar para la investigación, el desarrollo académico y el encuentro con la historia.
• Cerca de 20 mil libros, archivos musicales, manuscritos y revistas antiguas, hacen parte de las colecciones de este lugar.
Detrás de las paredes de vidrio solo parece un espacio más de la biblioteca, con estantes y libros. Adentro, todo es distinto, hasta el olor. Es casi como cambiar de mundo. El pasado se pone de frente y permite hurgarlo, entrometerse en él, sobrellevarlo, y aun sin poder volverlo a escribir, leerlo y conocerlo. La Sala de Patrimonio Documental de la Universidad EAFIT huele a historia.
Mucho silencio y todo está puesto en su lugar, en un orden que parece perfecto. A veces, da miedo tocar, por eso de que los libros, los archivos y los objetos que hay allí cargan sobre sí mismos el peso de los años.
María Isabel Duarte, historiadora de la Sala, que es como una guardabosques, pero de libros, habla en pasado, cuenta historias, de aquel texto, de aquella revista, de ese archivo, de la música, de lo que hay en aquel estante, y de pronto, una frase suelta: “¡Ay! Mirá este libro al revés, se va a morir”.
La Sexta Partida, de Alfonso el Sabio, es el libro más antiguo de la Colección General. Tiene 502 años y, como dice en el folleto de presentación de la Sala, fue “impreso en Salamanca en 1506, en casa de Domingo Portonarijs, impresor de su Católica Majestad”.
Libros, revistas, periódicos y folletos de historia, geografía, literatura, derecho, religión, filosofía, viajes y viajeros, ensayo, novela, cuento, poesía y de las diferentes áreas del conocimiento, hacen parte de la Colección General. Cantidad de libros: cerca de unos 20 mil.
“En la hemeroteca, por ejemplo, tenemos revistas y periódicos desde el siglo XIX. La revista más vieja, más o menos, es de 1806”, señala María Isabel. Los años en los libros se muestran en las hojas ya amarillas, en la delicadeza con que hay que tocarlos, y en las mismas letras con las que están escritos.
En la Sala de Patrimonio los cuidan, pero sobre todo, los miman. “A la gente le enseñamos a que trate bien el libro, pase con cuidado las hojas. De todos modos, su deterioro es normal, pero tenemos una persona que nos hace todo el proceso de restauración y recuperación”, expresa la historiadora.
Otras colecciones
La Sala va más allá de los libros. También guarda una colección de archivos musicales. Hay partituras de compositores antioqueños, colombianos y extranjeros, muchas inéditas, originales y en su mayoría manuscritas. Es la segunda más importante del país, después de la que tiene la Biblioteca Nacional de Colombia.
María Isabel saca del fondo de una carpeta las notas de una canción dibujadas a mano. Junto a las partituras también hay revistas, programas de mano, recortes de prensa, correspondencia, escritos, grabaciones y fotografías.
En el lugar exacto para ellos descansan los archivos históricos. Correspondencia, escritos, recortes de prensa, documentos inéditos… Allí se pueden leer, por ejemplo, manuscritos de Jorge Isaacs y de Marco Fidel Suárez. Y aparecen, también, las reales cédulas, hojas tamaño carta, escritas a mano y firmadas por el rey o su delegado, con un texto que le reconoce a alguien su ciudadanía.
Y en el computador está la Biblioteca Digital Patrimonial, un proyecto que ha permitido digitalizar los documentos para preservarlos y facilitar la consulta de los usuarios. “Se han tratado de poner los libros que son de más difícil consecución, es decir, que son ejemplares únicos, o de los que existen muy pocos en Colombia y en el mundo”, indica Duarte.
Los materiales que están en la Sala de Patrimonio vienen por donación o por compra. Alguien hereda la biblioteca del abuelo o del padre y la regala. En 2003, por ejemplo, la Biblioteca adquirió la Librería El Carnero. Tres años después, llegó la biblioteca de Pilar Moreno de Ángel, con cerca de 8.000 libros. A ella y a sus libros, la encuentran al lado izquierdo, solita, a manera de homenaje. “Rescato una colección de catálogos de arte. La señora, cada vez que iba a una exposición guardaba el programa, el catálogo o la tarjeta que le daban”, cuenta María Isabel.
La Sala de Patrimonio es un proyecto y “una responsabilidad ante la sociedad de preservar lo que hemos sido. Estos documentos nos permiten responder una serie de preguntas sobre el pasado. No son objetos quietos y de museo. Esto tiene vida, pero somos nosotros los que tenemos que ponerlos a hablar”, concluye la guardabosques de la Sala.
| Escudriñando en esa maraña de historia, aparece una hojita pequeña, ajada, no tanto, amarilla, escrita a mano, que sería una de las primeras publicaciones que se dieron en el país, y muestra de la escritura de la época, con la siguiente información: “AVISO DEL TERREMOTO sucedido en la Ciudad de Santa Fè de Bogotá el dia 12. De Julio del año de 1785. Este dia se vió esta capital en la mayor consternación, dimanada del espantoso Terremoto, que esperimentó como à las siete y tres quartos de la mañana, perciviendose el terrible movimiento del Sur al Norte en los primeros baibenes, quedando tan fuerte el movimiento de trepidación vertical, que parecía deshacerse los Edificios;…”. |
Mayores informes:
María Isabel Duarte
Sala Patrimonial
Teléfono: 2619500 Ext.9527
E-mail: mduarte@eafit.edu.co