Noticias 2009
Febrero 12 de 2009
Sector científico mejoraría si se aseguran los recursos
• Así lo consideran investigadores de EAFIT, a propósito de la recién aprobada Ley 1286 de Ciencia, Tecnología e Innovación.
• Universidades podrán fortalecer sus procesos y grupos y se espera que se haga realidad un sistema de doctorados.
No Que la Ley 1286 de Ciencia, Tecnología e Innovación le va a cambiar la cara a este sector es una afirmación que se escucha entre la comunidad investigativa. Claro, con la aclaración de que primero hay que pasar del papel a la acción.
Sobre esta norma, que esta semana promulgó el presidente Álvaro Uribe Vélez, hay grandes expectativas, porque trae consigo una promesa de aumento de los recursos y un mayor estatus para Colciencias, al pasar de instituto a departamento administrativo para depender directamente de la Presidencia.
Estas novedades facilitarán, como dice Michel Hermelín Arbaux, profesor del Departamento de Geología de EAFIT e integrante de la Academia Nacional de Ciencias, ser escuchados en instancias más altas. Sin embargo, advierte que se puede cambiar “de nivel y volverme importante, pero si no hay plata la cosa no se transforma mucho”.
Y en este tema del dinero, se anunció el aumento de la inversión hasta llegar al 1 por ciento del PIB en 2010. Algo que le parece viable a Jaime Restrepo Cuartas, congresista y autor del proyecto. Agrega que Colciencias tiene un presupuesto tres veces mayor al que tenía en 2006, cuando contaba con unos 80.000 millones y este año se prevé que ejecute alrededor de 250.000 millones.
En la comunidad académica este estimado se recibe con esperanzas, pero con ciertas reservas. A Félix Londoño González, director de Docencia e Investigación de la Universidad EAFIT, le parece un reto grande porque “históricamente ese aumento ha sido complicado y no hay incluso coincidencia entre las cifras que se manejan”.
Pero reconoce que es cierto que en la medida en que haya recursos, las instituciones de educación superior podrán fortalecer su capacidad de generación de conocimiento, sus grupos y semilleros de investigación y sus infraestructuras.
La cifra, cree Hermelín Arbaux, “no es mucho, pero ya es bastante. Todavía no llegamos al tobillo de Corea del Sur. Pero si el gobierno garantiza eso estamos dando un paso grande”.
Y Juan Camilo Quintero, director de la Corporación Tecnnova, afirma que mucho dependerá de la evolución de la economía. “Uno es consciente en este medio que en la medida en que haya crisis, los primeros temas que se empiezan a recortar son los de innovación y desarrollo tecnológico”.
Alexis de Greiff, subdirector del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) aclara que esta entidad ha sufrido menos recortes que otras dependencias y reconoce que es difícil “hacer cábalas” sobre el PIB para ciencia y tecnología, pero lo importante es acercarse a esa cifra e irla alcanzando en los próximos años, pero el ambiente es tan favorable para este tema, que se espera un apoyo decidido de todas las instancias.
Consecuencias positivas
Pero la 1286 también llama la atención de estos expertos por otro motivo: esa mejor posición de Colciencias al pasar a ser departamento administrativo, le permitirá mayor capacidad de gestión, participación e incidencia en las decisiones, pues podrá participar en los Consejos de Ministros y en el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), y buscar una financiación más sostenida y regular, como piensa Félix Londoño.
Además, la normatividad trae la idea de descentralizar la investigación y reforzar la regionalización, y el interés de integrar organismos para sacar adelante un verdadero sistema nacional para esta temática.
Esta Ley, comenta el director de Docencia e Investigación de EAFIT, puede propiciar una mayor integración entre las universidades, el sector productivo y el Estado. “Se podrá fortalecer el sistema académico. La aspiración es que podamos ir construyendo unas instituciones de educación superior que figuren en los escalafones internacionales”.
El país, añade, requiere consolidar un sistema de doctorados y la reglamentación, en su concepto, también puede beneficiar ese proceso.
Además con Ley habrá más oportunidades para los planteles de nivel superior, como dice el congresista Jaime Restrepo Cuartas, y acceso a recursos para financiar proyectos para los que antes no alcanzaba el dinero.
Traerá, igual, un mayor compromiso del sector privado. “Se puede impulsar la articulación, para que haya más competencias en temas de desarrollo tecnológico y generar innovaciones desde la empresa privada”, asegura Juan Camilo Quintero, de Tecnnova.
Este es el cuarto de hora del tema, piensa Félix Londoño González. Hay un ambiente favorable para volver operativa la norma, “para que logre los objetivos allí planteados, no se quede en el papel y adquiera la dinámica que se espera”.
Mayores informes:
Diego Andrés Acosta Maya
Investigador principal
E-mail: dacostam@eafit.edu.co
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Paula Andrea Zapata Cardona
Asistente de investigación
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