Noticias 2011
Academia / 23 de mayo de 2011

Una jornada dedicada a conocer innovaciones

 Un número cercano a los 40 proyectos se hicieron visibles en esta muestra de productos que involucró a estudiantes y a egresados.

• El pregrado en Ingeniería de Procesos de EAFIT cumple 15 años este 2011 y la realización de Expo-Procesos hizo parte de su celebración.

• Proyectos como hielo caliente, plastilina comestible y azúcar a base de remolacha, entre otros, se vieron en la muestra del pasado jueves.

Preparar una bebida y agregarle hielo para calentarla, o dejar jugar a los niños con plastilina sin el temor de que puedan ingerirla y se hagan daño, son ideas que se hicieron tangibles en Expo-Procesos 2011, muestra que combinó creatividad y aprovechamiento de recursos el pasado jueves 19 de mayo en EAFIT.

En el evento, que hizo parte de la celebración de los 15 años del pregrado en Ingeniería de Procesos, se hicieron presentes, según lo explicó Paula Marcela Hernández Díaz, jefa de carrera, iniciativas relacionadas con la descontaminación, la optimización y asuntos referidos al sector físico-químico y de bioprocesos.

Por eso no fue extraño encontrarse en este espacio con productos de belleza, limpieza y hogar; recuperación de metales como baterías y pilas; y elementos que atañen al aprovechamiento de casetes y de la sangre bovina, entre otros.

Y es que como lo afirmó la docente Hernández Díaz, este pregrado hace un aporte al desarrollo de la región y de todos los seres humanos, lo que pudo constatarse con los 37 proyectos expuestos en la Plazoleta del Estudiante.

Estos estuvieron distribuidos en seis categorías, en este caso prácticas estructurales 1, 2, 3 y 4; proyecto de grado y empresarismo. En los dos primeros hubo participación de estudiantes desde el primer hasta el último semestre, mientras que en la última hubo presencia de egresados.

Lo que deja Expo-Procesos 2011

En cuanto a los proyectos exhibidos, los asistentes pudieron enterarse de primera mano sobre el denominado hielo caliente que, en palabras de sus expositores, se puede utilizar para calentar alimentos. Comentaron que su producción es económica y que el elemento no es tóxico y es reutilizable.

Por su parte, la plastilina comestible, propuesta por Juanita Londoño y Laura Martínez, está dirigida a los niños, teniendo en cuenta la etapa de sus vidas donde muchas cosas se las llevan a la boca. “El sabor es a chocolate y está hecho con productos como azúcar tres equis, leche en polvo, cocoa, mantequilla y miel de maíz”.

También se mostró el repelente de mandarina, que tiene como intención darle utilidad a las cascaras de estos cítricos. Precisamente, a partir de esto se creó un repelente natural y económico que sirve para reemplazar de forma natural los productos que afectan al medio ambiente.

La muestra exhibió, además, el reciclaje de casetes, en la que se trata de sacar la parte interna de estos para utilizar la cinta. Al final el elemento se sedimenta y la sustancia que queda sirve para usarla en amortiguadores de carros.

En la Plazoleta del Estudiante se pudo observar, de igual manera, la iniciativa de Verónica Vélez, que es azúcar a base de remolacha. “La idea es aprovechar la planta y sus desechos, considerando que es un alimento de poco consumo y que se pierde en grandes cantidades. A raíz de esto se crea un azúcar de color más oscuro que la habitual que puede usarse en repostería”, anotó su creadora.

Y ahí, a pocos metros, estaba la harina a base de sangre bovina, plasma y hemoglobina, que trabajaron Luis Felipe Bedoya y Julián Esteban Cano. “Miramos el factor contaminante de la sangre y le apuntamos a volverla harina para utilizarla fácilmente en concentrados para animales, carnes frías, uso farmacéutico o de cosméticos”.

La jornada también permitió conocer de qué trataba la extracción de ácido fólico a partir de hojas verdes, que expusieron Diana Toro y Catalina Rodríguez. “Este proceso permite que se utilice este ácido, que es una vitamina que el cuerpo necesita para prevenir enfermedades”, indicaron.

A su vez, el pegamento denominado Splat, proyecto de Bryan Dávila y Sebastián Correa, es un producto de diferentes colores y olores que permite una fijación fuerte y ahorra trabajo en cuanto al uso de  pintura o barniz de colores, según lo explican los estudiantes. 

Y así, este pregrado de EAFIT, adscrito a la Escuela de Ingeniería, mostró la creatividad y la pertinencia que la han destacado en estos 15 años de labores.

Mayores informes
Paula Marcela Hernández Díaz
Jefa del pregrado en Ingeniería de Procesos
Teléfono: (57) (4) 2619500. Ext. 9694
Correo electrónico: phernand@eafit.edu.co