• Un grupo de estudiantes de Comunicación Social de la Universidad EAFIT decidió realizarle un homenaje a las víctimas del despojo en Colombia.
• Lo hicieron a través de
Esta tierra es mía, un portal que recoge la historia de 12 líderes asesinados por reclamar sus tierras desde agosto del año anterior.
Esta es una lectura que hay que hacer despacio, con tiempo. Con tiempo para reconocer todos los rostros y entender todos los matices de un problema que podría explicar el conflicto que vive Colombia desde la segunda mitad del siglo pasado.
La tierra es el centro de todo. Su valor, y más en un país con tantos climas y biodiversidad, se ha convertido en el detonante para que grupos ilegales intenten poseerla bajo cualquier medio. Y así aparece el despojo, aparece el desplazamiento.
Pero, para analizar esta historia, es vital rescatar la vida de las víctimas de estos flagelos. Y alrededor de 40 estudiantes del curso de Periodismo Político Internacional, dictado en el pregrado en Comunicación Social de EAFIT, decidieron contribuir a esta memoria que hay que empezar a levantar.
De esta forma crearon Esta tierra es mía (www.estatierraesmia.co), un portal web con el que rinden un homenaje a 12 de los líderes asesinados desde agosto de 2010 hasta mayo de 2011. Además, este altar, como lo han denominado sus creadores, recoge el testimonio de víctimas que participan en el proceso de restitución de tierras que se realiza actualmente en Colombia.
Igualmente, los estudiantes tuvieron la oportunidad de entrevistar a abogados y familiares de las víctimas; a representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Comité Nacional de Reparación y Reconciliación (Cnrr); a expertos como Daniel Pécaut, director de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París, y a Jaime Jaramillo Panesso, ex miembro de la Comisión Facilitadora de Paz de Antioquia; y a funcionarios como Jorge Castaño Giraldo, asesor de paz de la Gobernación de Antioquia.
“Nuestro propósito inicial era saber quiénes eran los campesinos, qué cultivaban en sus tierras, cómo eran sus vidas. Y con esto también pretendíamos que los muchachos se involucraran más en el tema, que conocieran más sobre el conflicto colombiano”, explica Mauricio Builes, docente y periodista, quien dirigió esta iniciativa académica.
El proceso se inició en el primer semestre de 2011 y se dividió en tres fases: la consulta de fuentes en Medellín, la realización de un viaje a Apartadó (Urabá) y el montaje en web. Solo hasta octubre de este año vieron su trabajo plasmado en la multimedia.
El viaje de sus carreras
Visitar Urabá es para muchos un viaje extremo. Sus selvas han albergado fauna, flora, paramilitarismo y guerrilla. Y por años, sus comunidades se han visto inmersas en un conflicto que aún hoy pone víctimas. Una zona ligada a la palabra despojo.
De allí es Andrés Pastrana Cuartas, uno de los estudiantes participantes en
Esta tierra es mía. El proyecto le permitió regresar a su tierra natal, Apartadó, en busca de algo diferente: la historia de Hernando Pérez Hoyos, un campesino urabaeño muerto en septiembre de 2010, al parecer, por reclamar la tierra de la que había sido desplazado.
“Hernando tenía una finca cerca a el corregimiento de El Totumo, en Necoclí (Antioquia). Allí sembraba arroz y maíz. Luego de su muerte, su familia se desplazó hacia Medellín, pero nadie tiene rastros de esta”, explica el eafitense.
Y es que para Mauricio Builes, una de los puntos fuertes de este trabajo fue darles la oportunidad a los alumnos de mirar el conflicto de primera mano, aunque no todos hubieran viajado a Urabá. “Una cosa es la visión que se puede generar en un salón de clases y otra la que encuentra el alumno cuando se entrevista cara a cara con la víctima”.
No obstante, las historias no paran en esta subregión costera de Antioquia. Nathaly Gómez Astudillo, otra futura comunicadora participante de esta iniciativa, exploró la historia de Jair Murillo Romero, un líder de Buenaventura (Valle del Cauca), asesinado en julio de 2010.
“Ya la mamá le había dicho que no siguiera con la lucha porque sus compañeros ya habían sido amenazados. ‘No le dieron tiempo’, fue lo último que me dijo la señora cuando la entrevisté sobre su hijo Jair”, comentó Nathaly.
Según Mauricio, este tipo de proyectos son necesarios en la academia. “Necesitamos hacer memoria. La tierra, para estos campesinos, es la vida. Se merecen este altar”, dice.
Nathaly, por su parte, quedó con el fiel sentimiento de que tiene, como comunicadora, un compromiso con el país. “En algo, estos esfuerzos tendrán que servir”.
Mayores informes
Juan Carlos Luján Sáenz
Área de Información y Prensa
Teléfono: (57) (4) 261 95 00 Ext. 9931
Correo electrónico:
jlujans@eafit.edu.co