• Josep Ramoneda, escritor, periodista y filósofo catalán, dictó el miércoles 22 de febrero la Cátedra Medellín-Barcelona en la Universidad EAFIT.• Para el pensador, las palabras indiferencia, indignación y democracia, que fueron el título de la conferencia, explican la gran crisis que se vive en Europa.
Se ha roto la magia de que todo era posible. El escritor, periodista y filósofo catalán Josep Ramoneda se refirió de esta forma a la crisis que, en varios ámbitos, vive el Viejo Continente. Pero no es solo Europa, son también los Estados Unidos, y los coletazos de esta “tragedia”, en palabras del pensador, se han tratado de llevar solo a un escenario, en este caso el económico, sin abarcar lo cultural, lo moral y lo político.
Ramoneda dejó salir estas palabras en desarrollo de la Cátedra Medellín-Barcelona, que se cumplió el miércoles 22 de febrero en el Auditorio Fundadores de EAFIT y que tuvo como título Indiferencia, Indignación y Democracia.
Fue un jornada de reflexiones por parte de un intelectual público que se desempeña como columnista del diario El País, de España, y que es autor del libro Contra la indiferencia, que se editó antes de que los “indignados” se indignaran en España, según lo comentó Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de EAFIT.
Y sobre el título de la conferencia, Ramoneda señaló que estas tres palabras, indiferencia, indignación y democracia, expresan la gran crisis que se vive en Europa. “Lo importante de esta crisis es que no es solo económica, como se ha pretendido hacernos entender. Europa vive también una crisis cultural, moral y política, más que económica”, dijo.
Además, agregó: “Por eso es tan difícil resolver esa crisis económica, porque es mucho más difícil salir de la crisis cultural, moral y política que se ha desatado en el continente”.
Cultura, moral y política
Para desarrollar sus ideas, el periodista español asoció la palabra indiferencia a la crisis cultural, el concepto indignación a la moral y la democracia a la política.
“En la primera década de este siglo, Europa tuvo la idea de que todo era posible. Pero esa magia se rompió sin que nadie se quiera hacer responsable de lo que ocurrió. Por encima de todo, pasó algo que ha sucedido tres veces en la historia de la humanidad: se ha impuesto la nociva idea de que todo era posible”, señaló.
Y de esa forma incluyó otro pensamiento: “Yo siempre he dicho que si tuviese que reducir mi ideario moral a solo dos principios, estos serían: no todo es posible y todo podría haber sido de otra manera. Por tanto, si nos damos cuenta de que todo pudo haber sido de otra manera, y de que hay muchas cosas que no son necesarias, probablemente seremos capaces de relativizar nuestros éxitos y nuestros fracasos”.
De igual forma, aseveró que a finales de 2008 decidieron acudir al rescate de la banca y evitar, con mucho dinero público, una bancarrota que parecía catastrófica.
Ante esto, opinó: “Por qué se pueden privatizar los beneficios y por qué se tienen que socializar las deudas. Pero, por otra parte, pensé que había llegado la recuperación de la política, pues creí que si los políticos recuperaban la banca pondrían sus condiciones. El resultado es que la banca puso sus condiciones”.
Indiferencia
A través de varias acepciones, Ramoneda explicó lo que entiende por indiferencia, elementos que, para él, expresan una crisis cultural profunda.
Una es la apolítica. “Estamos en un momento apolítico. Es decir, no antipolítico ni agresivo contra nada, sino todo lo contrario”. Frente a esta afirmación, recuerda que Aristóteles decía que el hombre es un animal político y que si se le retira esta dimensión, es decir, si no hay política, no hay ciudadano.
“Una sociedad apolítica es una sociedad en la que hay una distancia probablemente inseparable entre la superestructura política y la superestructura de los ciudadanos. Esta distancia hoy se acostumbra señalar como unas élites político-económico-mediáticas y el resto de la ciudadanía”, reiteró.
Otra es la desjerarquización. “Se da cuando, en la emisión de juicios, se olvida la jerarquía de las cosas. Se deja de distinguir entre lo que es importante y lo que no lo es. Se ponen en el mismo nivel unas cosas y otras. Esto provoca una evidente confusión de valores”.
Hay otra más: la negación de la posibilidad del cambio social. En este punto comentó que la negación de toda posibilidad de alternativa es una ofensa a la inteligencia. “La idea de que el cambio social no es posible ha sido aceptada por la ciudadanía irreflexivamente”.
En escena está también la negación del reconocimiento al otro. “Se habla mucho de la diferencia. Hay una mitificación de la diferencia. Yo siempre digo que cuando insistimos tanto en la diferencia es precisamente para poder excluir y despreciar. Pero esto no es un ejercicio de diferencia, sino de indiferencia”.
El intelectual tocó el tema de la invisibilización de las víctimas. “Se convierten en un número, en una estadística. La indiferencia es la peor de las actitudes, puede ser una respuesta reactiva ante una cadena de impactos que generan miedo en una sociedad que se ha sentido insegura”.
Finalmente, el catalán se refirió a la indignación, la que le permitió hablar de la crisis moral. “Hay brotes de gran indignación moral que no encuentran preocupación política”. Pero sostiene que la indignación es necesaria para la política, porque sin las grandes movilizaciones no se hubiesen alcanzado logros, como la Revolución Francesa. También aseguró que se ha satanizado el conflicto, pero dijo que sin este no hay democracia.
De esta manera, agregó que las crisis son un momento de oportunidad y de revelación. “Son para hacer emerger aquello que no se veía porque la comodidad y las circunstancias evitaban el tener que verlo. Creo que si hay un compromiso intelectual en este momento es el de ir a las raíces de la situación de Europa y no esconder lo que hay debajo”.
Finalmente, recordó que la crisis es un momento de oportunidad sino se hace trampa con estas. “Dependen de la voluntad que haya”.
Mayores informesJorge Giraldo RamírezDecano de la Escuela de Ciencias y HumanidadesTeléfono: (57) (4) 2619500. Ext. 9506Correo electrónico: jorgegiraldo@eafit.edu.co