En el proyecto participaron los docentes Ricardo Mejía Gutiérrez y Gilberto Osorio Gómez, así como cuatro estudiantes de los pregrados en Ingeniería de Diseño de Producto e Ingeniería Mecánica.
• Estudiantes de la Escuela de Ingeniería participaron en el programa
Global Factory, que lideró liderado por la Escuela Nacional de Ingenieros de Metz (Francia).
• El objetivo era diseñar una planta de ensamblaje para la fabricación de motores de automóviles a través de un software especializado.
Diseñar desde la ubicación del edificio y el espacio de trabajo, hasta el proceso de fabricación y el producto final que será comercializado fue el trabajo de los más de 70 estudiantes de todo el mundo que participaron en
Global Factory, un proyecto que combinó la exploración de herramientas de última generación en ingeniería y el trabajo colaborativo.
Colombia fue representada por EAFIT con un grupo de cinco estudiantes y dos docentes, quienes se encargaron de tareas como la modelación de algunas partes del producto, así como de implementar módulos como los de ergonomía.
La idea surgió en la Escuela Nacional de Ingenieros de Metz (Enim) en Francia, líderes del proyecto, que buscaban un proceso de transferencia tecnológica con pares de todo el planeta, en el que se pudieran empezar a conocer y realizar procedimientos prácticos con softwares especializados en ingeniería como Delmia y Catia, versión 6.
En enero de 2013 se presentaron los resultados: la construcción de un motor de automóvil y la elaboración de todo su entorno productivo. “No solo se trató de la manufactura, también de la logística, el proceso de elaboración del motor en el que entraba el espacio laboral y las condiciones de sus trabajadores, entre muchos otros procedimientos”, explica Ricardo Mejía Gutiérrez, uno de los docentes coordinadores.
Además de EAFIT y Enim también participaron la Universidad Tecnológica de Kaiserslautern (Alemania), la Escuela Politécnica de Agadir (Marruecos), la Universidad Khalifa (Emiratos Árabes Unidos), la Universidad Nanjing de Ciencia y Tecnología (China), la Universidad Nanjing de Aeronáutica y Astronáutica (China), la Universidad Esan (Perú), la Universidad Católica de Córdoba (Argentina) y la Universidad Nacional de Cuyo (Argentina).
El proceso
Para Ricardo Carvajal Arango, alumno de la maestría en Ingeniería y coordinador del grupo de estudiantes, fue una experiencia que le ayudó a desarrollar habilidades técnicas y muy específicas que antes no tenía, pero también que le dejó aprendizajes aún mayores en el ámbito personal.
“Creo que me enseñó a conocer el mundo laboral en otras culturas, a ser muy cuidadoso, respetuoso y comprensivo con quienes tienen costumbres diferentes. Al final logramos comprendernos y entregar unos buenos resultados”, dice el estudiante.
El trabajo colaborativo fue otro punto fundamental en el que los eafitenses lograron hacer contactos y aprender de los estudiantes extranjeros, al tiempo que enseñaron sus fortalezas. Ricardo, por ejemplo, estableció una relación muy fuerte con un estudiante alemán, quien se convirtió en su compañero de trabajo y aprendizaje en uno de los módulos.
“Era un módulo que ni siquiera en Francia conocían bien, por eso nos tuvimos que unir mucho, empezar a buscar información juntos e intercambiar dudas”, agrega el investigador, que se convirtió en una de las personas que más conoce sobre esta herramienta y que, por eso, viajará en el segundo semestre del año a hacer una pasantía en Enim.
Las dificultades tampoco se hicieron esperar, sobre todo al principio, pero fueron barreras que poco a poco se levantaron gracias a la naturaleza del proyecto. El idioma y los horarios fueron lo más complicado, pues aunque todos se comunicaban en inglés, en ocasiones el uso del lenguaje no era el mismo y había que empezar de nuevo.
Gracias a la videoconferencia, al uso de sistemas de comunicación como Skype y de la plataforma en la que todos los participantes del proyecto podían manifestar sus dudas lograron estar en contacto pese a la distancia geográfica y cultural.
Se trató de un ejercicio académico que busca formar ingenieros en el uso de ciertas herramientas y fortalecer su uso, herramientas tecnológicas que las industrias de países con mayores avances tecnológicos ya empezaron a implementar para hacer más eficientes sus procesos.
“En Colombia es algo nuevo, pero es una necesidad que empieza a evidenciarse porque estamos empezando a crear valor agregado, a crear diseños, a hacer ingeniería y es ahí donde se orienta esta herramienta”, concluye Ricardo Mejía, docente de la Escuela de Ingeniería.
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Ricardo Mejía Gutiérrez
Docente de la Escuela de Ingeniería
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