El equipo de trabajo está compuesto por dos estudiantes de maestría, dos docentes-investigadores de EAFIT, siete estudiantes de pregrado de la Universidad y dos investigadores de Argos, involucrados en los diferentes procesos.
• La iniciativa empezó en 2010 y busca aprovechar las propiedades fotosintéticas de las microalgas para capturar CO2 (dióxido de carbono), uno de los principales gases que produce el efecto invernadero.
• El proyecto lo realizan un grupo de investigadores de EAFIT en conjunto con Argos. Los fotobiorreactores se pueden observar en el parqueadero sur de la Universidad.
El 75 por ciento del oxígeno que se respira en el planeta proviene de las microalgas, organismos unicelulares que hacen fotosíntesis como las plantas, pero que no hacen parte de este reino de la naturaleza.
La idea del proyecto denominado SP1, que encabezan investigadores de EAFIT y Argos, es aprovechar la habilidad que tienen estos microorganismos para capturar CO2 (dióxido de carbono) en el proceso de fotosíntesis, de manera que sea posible disminuir las consecuencias de gases contaminantes en el ambiente y sus efectos para el calentamiento global.
Una microalga puede capturar 10 veces más dióxido de carbono que una planta normal, así que estos organismos realizan un proceso más rápido que cualquier bosque en el mundo.
El proyecto nació en 2010 con una investigación denominada
Adaptation, con la que la Universidad decidió atender la propuesta de Argos, que busca realizar un trabajo con microalgas para lograr beneficios en el medio ambiente, y que se encuentra en una segunda etapa que va hasta 2014.
Así lo recuerda Álex Sáez Vega, uno de los docentes involucrados en el proyecto, para quien esta fue la génesis de uno de los proyectos más innovadores en biotecnología que se realizan en este momento en el país.
“Ese fue un primer acercamiento a esta línea de investigación. Hoy hemos crecido y tenemos como objetivo realizar un proceso de producción de microalgas que tenga alta captura de CO2 con la mayor producción de biomasa en el menor tiempo posible”, explica el profesor del Departamento de Ingeniería de Procesos.
Estos microorganismos también son una fuente de metabolitos como antibióticos, antioxidantes, colorantes y aceites que pueden ser comestibles o producir elementos como el diésel. Y aunque la prioridad del proyecto está centrada en la captura del dióxido de carbono, el hallazgo de alguno de estos elementos podría ser un aporte adicional de la investigación.
El proceso
Ana Cárdenas Orrego, estudiante de la maestría en Ingeniería de EAFIT e investigadora del proyecto, explica que la investigación se aborda desde tres frentes principales: evaluar el medio para las microalgas; determinar la captura del CO2; y generar un banco de especies de estos organismos nativas del Valle de Aburrá.
Por un lado se hace un proceso de muestreo en el que se buscan las diferentes especies o cepas de microalgas en distintos puntos del área metropolitana. Los organismos se pueden hallar en cualquier medio acuoso, es decir, Lugares que contengan agua, ya sea pantanos, quebradas o depósitos naturales.
Después existe una serie de pasos y procedimientos para lograr los objetivos propuestos. El profesor Sáez Vega explica que en, primer lugar, hay un proceso de purificación y separación de las diferentes especies de microalgas halladas, denominadas cepas, y después se pasa a la siembra en líquido, lo que se hace en volúmenes de 100 mililitros.
Más adelante se realiza un escalamiento, es decir, se pasa a volúmenes de 20 litros concentrados en biorreactores, “recipientes en donde las microalgas tienen el medio y los nutrientes, el CO2 y la luz necesaria para poder convertir ese CO2 en una forma de energía reducida, y así lo convierten en biomasa”, explica.
En la actualidad existe un módulo que inició su construcción el año pasado y cuenta con 48 birreactores instalados.
Y aunque es difícil evidenciar resultados de manera inmediata y en grandes cantidades en lo que concierne al efecto invernadero, pues la cantidad de CO2 producido en el mundo no puede contrarrestarse con una sola iniciativa, la idea es crear conciencia, fortalecer la investigación en el tema y hacer de la industria cementera una actividad amable con el medio ambiente.
“Argos cree que la innovación es el pilar fundamental para lograr un crecimiento sostenible y amigable con el medio ambiente. Con esta investigación, la compañía pretende consolidar las bases para el desarrollo de una tecnología que permita mitigar la emisión de gases contaminantes y replicar esta buena práctica a cualquier tipo de actividad industrial generadora de CO2”, concluye Camilo Restrepo Restrepo, vicepresidente de Innovación de Argos.
Mayores informes para periodistas
Álex Sáez Vega
Docente del Departamento de Ingeniería de Procesos
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9865
Correo electrónico:
asaez@eafit.edu.co