Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

Agencia de Noticias / Agosto 2013 Academia / El proceso de paz bajo una lupa plural

El proceso de paz bajo una lupa plural

​El foro, que logró convocar a representantes de diferentes posturas ideológicas, lo organizó el Comité de Derecho de la Organización Estudiantil de EAFIT como parte de la Semana del Abogado.

• Voces de diferentes posturas ideológicas fueron escuchadas en el foro Diálogos de la Habana, una mirada integral del proceso de paz, que se desarrolló en la mañana del martes en EAFIT.

• Antonio Navarro, José Obdulio Gaviria, Ángela Robledo, Iván Cepeda y Jaime Arturo Restrepo expusieron sus posturas frente a las conversaciones que adelantan el gobierno y las Farc.

Un debate plural y con cabida para todas las opiniones se desarrolló en la mañana del lunes 12 de agosto en el auditorio Fundadores de EAFIT. El foro Diálogos de la Habana, una mirada integral del proceso de paz, convocó a cinco personajes de la vida política nacional que reflexionaron acerca del proceso que tiene lugar en la capital cubana.

El evento académico reunió a Ángela María Robledo Gómez, representante a la Cámara por el Partido Verde; Jaime Arturo Restrepo Restrepo, presidente de la Asociación de Víctimas de la Guerrilla Colombiana; Iván Cepeda Castro, representante a la Cámara por el Polo Democrático;  Antonio Navarro Wolff, vocero del Movimiento Progresistas; y a José Obdulio Gaviria Vélez, exasesor presidencial.

El foro comenzó con un mensaje que envió Piedad Córdoba desde Centroamérica, quien se excusó con el público asistente por no haber podido asistir a al evento, al que consideró de vital importancia, pues es la discusión de la sociedad, alrededor del proceso, lo que le da legitimidad.

La exsenadora afirmó que las perspectivas para la paz son positivas pero que el Congreso tiene una gran responsabilidad a la hora de generar una legislación que garantice la participación de todos. En este sentido, el estatuto de la oposición y los mecanismos para hacer política luego de la eventual desmovilización serán determinantes.

Otro aspecto que destacó Córdoba fue el interés genuino de la comunidad internacional por la culminación de este conflicto, el que no solo afecta a Colombia, sino también a la región entera.

El auditorio Fundadores se llenó en su totalidad y el público asistente pudo apreciar puntos de vista divergentes como los que presentaron los invitados. El análisis académico le dio cabida a una pluralidad de opiniones, confirmando así que reconocer todos los puntos de vista es un primer paso para lograr la paz.

Estas fueron algunas de las opiniones expresadas por los panelistas durante sus intervenciones.

Las víctimas deben ser claves en el proceso

Para Ángela Robledo, representante a la Cámara por el Partido Verde, son tres los aspectos fundamentales que piden las víctimas del conflicto colombiano a los negociadores de La Habana: penas imprescriptibles; cumplimiento de todos los protocolos de derechos humanos internacionales; y, recursos para la verdad y la recuperación de cuerpos de los desaparecidos.

Así lo concluyó tras hacer parte de la iniciativa Mesas Regionales de Paz del Congreso de la República, que busca incluir propuestas de la sociedad civil en el actual proceso de paz con las Farc, pues “un proceso de este tipo exige la participación ciudadana y las voces de las víctimas son fundamentales”.

Por eso, una de sus propuestas es que las víctimas tengan la posibilidad de estar en la mesa de negociación, exponer sus necesidades, propuestas e imaginar el país que esperan en un escenario de postconflicto.

Para ella es necesario llegar a un acuerdo con el grupo armado porque los colombianos que han sufrido en este conflicto necesitan hacer un duelo; y requieren verdad, memoria y justicia. Así mismo, sus victimarios deben pedirles perdón por los crímenes que sufrieron;y el Estado debe reivindicarse con ellos frente al abandono en que los dejó.

Por último, insistió en la necesidad de repolitizar la vida cotidiana de los colombianos para tener éxito en esta negociación y obtener una paz duradera, en un país donde sea posible la diferencia y la reconciliación.

Los victimarios no pueden ser víctimas

Las posturas en contra de los diálogos también tuvieron espacio en este debate. El abogado Jaime Arturo Restrepo descalificó el proceso, al considerar que la desmovilización de los miembros de las Farc hace parte de una estrategia de los movimientos comunistas internacionales que quieren ganar terreno en América Latina para contrarrestar el poder de los Estados Unidos.

Según su opinión los diálogos en La Habana no tienen importancia pues aseguró que ya todo está acordado con ese grupo insurgente, del que afirmó no pagará por sus crímenes pues desde el Congreso se ha desconocido a las víctimas que ha generado.

Jaime Restrepo añadió que el proceso no puede caer en el juego del todo se vale, y que se deben establecer límites para reparar a las verdaderas víctimas del conflicto, las que, en su opinión, son exclusivamente víctimas de las Farc.

Por último, reconoció que la paz y la reconciliación son un deseo de todos, pero al que se debe llegar cumpliendo con unos mínimos morales y legales: verdad, justicia y reparación; desmovilización integral de las estructuras armadas y los cuadros políticos que simpatizan con las Farc; imposibilidad de legitimidad y ocupación de cargos públicos por elección popular o de libre nombramiento; imposibilidad de militancia en ONG; y prohibición de apología al crimen por parte de los medios de comunicación. 

Diálogo y respeto, la fórmula de Iván Cepeda

El vocero oficial del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado destacó la importancia del trabajo conjunto, la aceptación de culpas y, principalmente, el deseo de dialogar para que la ruta de la paz sea exitosa.

Para el Congresista es fundamental reconocer que en el país no hay “ningún sector, de derechas o de izquierdas, que pueda mostrar absoluta pulcritud”, debido a que todos han estado involucrados de diversas maneras en el conflicto que Colombia afronta desde hace más de cinco décadas.

Con este argumento se mostró partidario de que se abran espacios de participación y diálogo, como los que se tienen en La Habana donde puedan llegarse a acuerdos que beneficien a todos los colombianos.

Más allá de las conversaciones en la isla, consideró que también es necesario sentarte acá mismo, en el país, dando apertura “a un diálogo en el que participen todos los sectores. No todas las propuestas serán viables, pero hay que discutirlas”.

El Representante a la Cámara no desconoció los vejámenes cometidos por la guerrilla, pero señaló que el Estado también los ha cometido y esto se debe a que “lo que hay en la guerra es lo peor del ser humano” y es esa misma guerra la que “ha deformado terriblemente la política del país”.

Para concluir recordó una máxima del padre Francisco de Roux, provincial de los Jesuitas en Colombia, para develar el camino que se viene en el proceso de paz: “Vamos a tener que pedir perdón muchos en este país”.

Concesiones para lograr la paz

Antonio Navarro, vocero nacional del Movimiento Progresistas, habló de la necesidad de asumir ciertos costos para terminar el único conflicto armado que persiste en América Latina.

La participación en política de la guerrilla fue la principal concesión a la que se refirió exmilitante del M-19, quien como desmovilizado de esta organización guerrillera vivió de manera personal un proceso de inserción en la vida civil y pública.

“En un proceso de paz siempre hay consecuencias y concesiones: habrá que garantizar la participación política de las Farc, como ha sucedido en procesos en el resto del mundo. Pero para llegar a ser activos tendrán que hacerlo con el respaldo de la gente, con sus votos y no creo que la sociedad colombiana los apoye”, manifestó durante su intervención.

Este costo es necesario porque la negociación es la mejor vía para terminar este conflicto, según Navarro, por dos razones fundamentales: las víctimas y el gasto militar. En su opinión, las cifras de víctimas ascienden cada año a 250 mil y se suman a las más de 5.000 que se vienen contando desde hace más de 60 años.​

El político dijo que la segunda opción que tiene Colombia para finalizar la guerra es de manera militar, pero para que esta opción sea real sería necesario aumentar aún más la inversión en defensa hasta alcanzar cifras que van entre 2 y los 3 puntos del producto interno bruto, un gasto que no puede hacerse en un país con los grados de inequidad como Colombia. 

Por último, hizo referencia a la necesidad de una nueva fórmula de justicia transicional, diferente a las que ya se han aplicado en el país, pues este contexto no permite amnistías o indultos. “ Aquí no existe un consenso general alrededor del proceso, las víctimas tienen un papel activo y existe respaldo legislativo en el ámbito internacional”.

El proceso de paz es sinónimo de impunidad

La exposición de José Obdulio Gaviria partió de la tesis que en Colombia se le han dado muchas oportunidades al terrorismo.

Para este abogado y periodista, la eventual firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las organizaciones al margen de la ley será un garante de impunidad. También recalcó la inviabilidad del proceso de paz y rechazó la posible participación política de los desmovilizados en el futuro.

“El secuestro y muerte de los 12 diputados del Valle del Cauca; el secuestro de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y los ciudadanos norteamericanos; y el asesinato del gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y su asesor Gilberto Echeverri; entre muchos otros hechos, no les permiten a los actores armados optar por la vida política”, opinó.

Para José Obdulio, grupos como las Farc deben someterse a la justicia y, que sea esta la que les brinde las respectivas garantías. De igual manera, confirmó su negativa para reconocer la existencia de un conflicto armado colombiano.

“Desde el gobierno del expresidente Belisario Betancur, Colombia le ha dado muchas oportunidades a estos grupos para que abandonen el terrorismo. Antonio Navarro Wolf es una prueba de que es posible dejar el camino de las armas”, manifestó el panelista.

Finalmente, expresó que las crecientes cifras de inseguridad, la aparición de bandas criminales emergentes (Bacrim) y la negativa al cese del fuego por parte de los grupos involucrados ponen a la vista la irracionalidad del proceso de paz. 

Más información
Valentina Guevara Rincón
Comité interno de Derecho IUS-OE.
Teléfono: 2619599 ext. 9407
Correo electrónico: ius-oe@eafit.edu.co

Última modificación: 07/09/2015 16:55