El Instituto Confucio de Medellín es una institución que se dedica a la promoción de la cultura de este país asiático en el Valle de Aburrá. Sus directores son dos exembajadores, el chino Gao Zhengyue (de China en Colombia) y el colombiano Pablo Echavarría Toro (de Colombia en China).
• En los últimos años el intercambio entre estas naciones ha sido el de mayor auge en América Latina. Colombia es hoy uno de los principales socios mercantiles de los asiáticos en esta parte del mundo.
• Gao Zhengyue, exembajador de la República Popular China en el país y nuevo director chino del Instituto Confucio de Medellín, se refirió, entre otros temas, al posible TLC y al intercambio cultural.
La suma total de negociaciones entre Colombia y China no superó, en 2008, los 3.000 millones de dólares. Tres años después la cifra estuvo a punto de triplicarse, pues, en 2011, se cerraron acuerdos por 8.200 millones, un número que sigue su tendencia al crecimiento con el aumento de acuerdos e intercambios comerciales.
Gao Zhengyue, exembajador de China en Colombia y quien asumió como director chino del Instituto Confucio de Medellín (trabajará en estrecha relación con Pablo Echavarría Toro, director colombiano de la entidad) asegura que, si bien su país tiene buenos vínculos con toda América Latina, con Colombia son sobresalientes. Esto debido a la estrecha relación que mantienen en los últimos años y que se convirtió en la de más rápido crecimiento en la región.
En ese sentido, desde el año pasado se iniciaron las conversaciones para un posible tratado de libre comercio que impactaría aún más los nexos entre ambos países. “Colombia produce muchas cosas que China necesita y viceversa. Pero todavía hay aranceles muy altos y eso evita que más productos de acá vayan a China, y que los productos chinos, a su vez, no puedan entrar directamente a Colombia. El tratado será muy beneficioso para los comerciantes”, explica el exdiplomático.
A la nación asiática le interesa el crudo del país suramericano y sus derivados, así como otras materias primas que se producen en el trópico gracias a la ausencia de estaciones. A Colombia, por su parte, le beneficia la tecnología y la maquinaria para industria pesada con la que cuentan los orientales.
En la actualidad, China se ha convertido en el principal socio comercial de Colombia después de Estados Unidos, así como su segundo proveedor de importaciones.
Intercambio cultural
El interés de los colombianos en China es notable y los intercambios cada vez son más fáciles gracias a los acuerdos de cooperación bilateral. El Gobierno Nacional otorga, anualmente, 20 becas a estudiantes de esa parte del mundo para que aprendan español en universidades colombianas, mientras que los chinos reciben, por lo menos, 30 colombianos como becarios para diferentes programas.
“Este tipo de intercambios permiten profundizar el conocimiento y estrechar la amistad. La idea es que aumenten, de hecho ya se anunciaron más becas y seguiremos trabajando en ese sentido”, agrega
Zhengyue.
El aprendizaje del español y el mandarín se convierte en uno de los aspectos más llamativos para ambas culturas. “Creo que el chino es ahora uno de los idiomas más útiles en el mundo. El español también tiene mucha notoriedad y es uno de los oficiales de la ONU”, señala el exdiplomático.
En lo cultural también existen una serie de iniciativas que permiten estrechar mucho más los lazos. Organizaciones como el Instituto Confucio se encargan de hacer visible el país de la Gran Muralla en Colombia, así como de crear un puente que los una y permita que allá se conozcan las costumbres locales.
Por eso, tras su retiro como diplomático, Gao Zhengyue decidió quedarse en Medellín dirigiendo este instituto, al lado de quien también fuera su colega como embajador, Pablo Echavarría Toro, representante de Colombia en China.
“Es un caso único porque en ninguna parte del mundo hay otro Instituto Confucio con dos personas que tuvieron la oportunidad de ser diplomáticos en los dos países que nos interesan”, asegura Echavarría.
Así que aparte de la enseñanza del idioma, el Instituto es un difusor cultural y promotor del intercambio a través de diferentes actividades, como la que se tiene preparada este jueves 28 de febrero, que hace parte de la celebración del año nuevo chino, una de las fiestas más importantes para esta cultura.
“En esta fiesta todos los miembros de la familia tienen que regresar a su hogar, aunque vivan o trabajen lejos. Los hijos deben visitar a sus padres. También es importante el simbolismo de los animales, este año es el de la serpiente, que es un dragón pequeño. Es un año bueno, la serpiente es inteligente, elegante, audaz”, comenta el director chino del Instituto Confucio.
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Pablo Echavarría Toro
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