El Laboratorio de Negocios Inclusivos tiene el apoyo de EAFIT Social y trabaja con comunidades vulnerables, con potencialidades económicas, que no han tenido la oportunidad de explotarlas, tal como sucede con muchos pueblos originarios del país.
• El Laboratorio de Negocios Inclusivos de EAFIT acompañará a varias comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta para crear una propuesta económica.
• Se trata de un convenio con Fundarcultura, fundación que trabaja con esta población desde hace ocho años. Se comenzará con el cultivo del café.
Para algunos pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta el café tiene un valor casi sagrado: representa la semilla de la mujer puesta en la tierra. A eso debe su aroma y su color. No obstante, también significa una oportunidad comercial para garantizar la sostenibilidad económica de sus integrantes.
Por eso, el Laboratorio de Negocios Inclusivos de EAFIT firmó un convenio con Fundarcultura, fundación que trabaja con estas comunidades desde hace alrededor de ocho años en varios campos, y que busca acompañar procesos en aras de la permanencia de la cultura y de la preservación de la identidad.
La idea es trabajar de la mano con las comunidades para lograr una propuesta económica viable que -al tiempo que es armónica con el entorno en el que viven, sus costumbres y sus formas de pensar- les genere un beneficio.
De manera inicial, se implementará en el cultivo del café, un proyecto sugerido por los mismos indígenas que lleva varios años de operación y que tiene muchas potencialidades, pero al que le hace falta estructurarse un poco más.
“Se pretende destacar la importancia del café para ellos, así como su manera tradicional de cultivarlo, para mantener una comercialización independiente que conserve su esencia y no se pierda en procesos productivos posteriores”, explica Paula Marcela Hernández Díaz, docente integrante del Laboratorio.
La Universidad actúa como una acompañante, pues pretende poner el conocimiento de sus diversas escuelas al servicio de estos pueblos, de manera que juntos encuentren la alternativa más viable para continuar el proceso.
El modelo
La réplica de modelos económicos convencionales ha hecho explosión en el mundo moderno. Eso piensa Yaromir Muñoz Molina, coordinador del Laboratorio de Negocios Inclusivos, para quien el desconocimiento de la historia y las particularidades de cada comunidad han llevado a que las formas tradicionales olviden los elementos fundantes de las culturas.
En el caso de las comunidades indígenas es importante tener en cuenta los principios originarios, su relación con el medio ambiente, su sentido colectivo y muchos otros puntos fundamentales para su estilo de vida y forma de ver el mundo.
Por eso, el laboratorio busca partir de la base de la pirámide, trabajar al lado de las comunidades y acoplarse a sus necesidades e intereses para realizar negocios viables que permitan el desarrollo social local, así que se trata de un trabajo de cocreación.
“Aprovechamos el conocimiento articulando muchos actores para lograr desarrollos a partir de capacidades nativas, de organización y gestión de las comunidades”, agrega el profesor Yaromir.
La idea es difundir este modelo entre las nuevas generaciones, pues con el tiempo se pretende incluir estudiantes que lo potencien, un punto clave para Fundarcultura.
“Siempre hemos querido articularnos con la academia, ya que es donde se forman los futuros gerentes, las personas que van a trabajar dentro del modelo económico. Si conseguimos generar conciencia de estos principios dentro de la academia puede crearse una semilla”, explica Nelson Caravallo Sandoval, director de Fundarcultura.
El convenio fue firmado hace unas semanas y se desarrollará en los próximos dos años.
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Yaromir Muñoz Molina
Docente de la Escuela de Administración de EAFIT
Teléfono: 574 2619500 Ext. 9665
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