Lo que podría ser considerado un pasatiempo o un acto de contemplación y disfrute, como volver a lo natural, es el proyecto de vida de dos ingenieras de diseño de producto de EAFIT, a través de su empresa Sativa.
"La idea empezó hace tres años por una necesidad de reconectarse con la naturaleza, aprender sobre plantas y tener la posibilidad de cultivar estas en un apartamento", comenta Andrea Medina Montoya, fundadora de Sativa Cultivos Domésticos.
Según la emprendedora, Sativa es una palabra que obedece a un apellido científico que tienen las plantas en latín y que significa: plantas que han sido cultivadas a través de la historia.
Por eso, el propósito de la empresa es que las personas aprendan a utilizar las plantas y a beneficiarse de estas: curar dolencias leves, armonizar los espacios, alimentarse y crear una conexión con sus raíces.
"Las plantas que proponemos son funcionales. No se usan simplemente porque sean decorativas, sino porque tienen funciones. Hay plantas comestibles, aromáticas, medicinales y tenemos otras para interiores, que son energéticas y purifican el aire", explica Andrea.
Todo el aprendizaje que tuvo Andrea desde el proyecto de grado, en el que contó con la asesoría de Ramiro Fonnegra, botánico de la Universidad de Antioquia; la experiencia de viajar de intercambio a Tailandia durante la práctica académica, donde se sensibilizó con el tema; y los libros y el trabajo de campo de ambas socias son algunas de las bases que hoy sustentan este conocimiento.
"Todo lo que estudié en la carrera es lo que estamos aplicando en este momento para desarrollar la empresa, como la parte de diseño de producto y de creatividad", afirma la ingeniera.
Por su parte, María José Fernández Jaramillo, egresada de Ingeniería de Diseño de Producto, lleva seis meses como socia de Sativa. Su mayor motivación es la posibilidad de sensibilizar a las personas a través de las plantas en un país que es cuna de la biodiversidad.
Aunque fueron ganadoras del concurso Capital Semilla de la Alcaldía de Medellín en 2013, consideran que para seguir su crecimiento, organizar la parte formal y hacer contactos es clave poder contar con EAFIT.
Productos con vida
En Sativa se puede encontrar una línea de productos de sistemas de cultivo como jardines colgantes; huertas caseras; huertas de diferentes tipos en guadua, madera, fibra de coco, cabuya; y, además, cultivos de hongos comestibles como orellanas.
También existe otra línea de negocio enfocada a regalos corporativos y otra que consiste en el servicio de diseño personalizado de espacios con elementos vivos, como paisajismo y productos con plantas, según los requerimientos del cliente.
Como valor agregado, en la compañía se ofrece un servicio de asesoría en preventa y posventa, se hacen resiembras gratis para los clientes y se dictan talleres, todo esto con el fin de tener una relación muy cercana con su público, pues para sus socias, Sativa es una empresa muy amigable y quieren mantenerla así.
El taller de huerta casera lo realizan en Santa Elena, con clientes particulares y también lo han impartido en la Colegiatura Colombiana de Diseño, con grupos de estudiantes de gastronomía.
"Consisten en una charla que habla sobre las generalidades de cómo cultivar en casa e incluye una práctica donde a cada persona se le da una caja de madera reciclada, un costal para poner de fondo, el sustrato preparado, las plántulas o semillas germinadas, y cada persona siembra su huerta y vuelve un poco a la niñez", apunta Andrea.
Las ingenieras son conscientes de que tienen un reto muy grande con Sativa. Quieren ser un referente nacional de cultivos en casa y, además, una empresa con un formato innovador y revolucionario.
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Andrea Medina Montoya
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