Vale plantearse la pregunta: ¿Cómo hacer que el Oriente antioqueño, a partir de todas sus potencialidades como subregión, pueda enfrentar con éxito las oportunidades y los retos que ofrece la nueva realidad comercial de los tratados de libre comercio (TLC)?
Ese fue el punto de partida que originó el proyecto que lideran EAFIT y la Corporación Autónoma Regional Cornare, con el que se preparará a esta zona del departamento para ser más competitiva, a partir de la potencialización de los cultivos de aguacate hass, uchuva, gulupa, y hierbas aromáticas y condimentarias.
"Se desarrolló una primera etapa en la que, desde el punto de vista ambiental, social y económico, se construyeron de manera colectiva protocolos de preparación para los TLC, a partir de un replanteamiento como región", explica Luis Fernando González Alviar, consultor de EAFIT.
El propósito es convertirse en un modelo en el país de cómo jalonar una iniciativa en una región para gestionar un proceso de internacionalización, a partir de una alianza público privada, con base en la utilización de las principales fortalezas para lograr el crecimiento, tal como ocurre en países como México, Perú y Chile.
"Se ha hecho un estudio desde el Banco Mundial que indica que la agricultura pequeña para este tipo de cultivos genera más productividad por hectárea que una agricultura extensiva, lo que es una oportunidad muy importante porque responde a la naturaleza y a las fortalezas del Oriente antioqueño", precisa el consultor, quien añade que la idea es convertir el modelo en un clúster o en un conglomerado agroexportador.
Dentro de las fortalezas de esta zona, según se pudo concluir en la primera fase, están su riqueza humana, territorial y de recursos; el apoyo de la clase dirigente y de la Gobernación de Antioquia; la presencia de una Cámara de Comercio y una autoridad ambiental como Cornare, solamente para el Oriente antioqueño, además de unas cadenas productivas ya formuladas, una logística de exportación fortalecida por el tema de las flores, y una base de comercio exterior muy importante.
"Este proyecto se inscribe en el compromiso de la Universidad de contribuir al progreso social, económico, científico y cultural del país, y, especialmente, de EAFIT Llanogrande, de ser un actor de importancia en el territorio, máxime cuando nuestra presencia es percibida como epicentro de cultura, academia y desarrollo social, y en el marco de alianzas y el convenio con Cornare", explica Mario Vargas Sáenz, director de EAFIT Social.
De manera adicional, anota que la dirección de EAFIT Llanogrande hace parte de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, por lo que el tema del desarrollo económico y social del territorio es un asunto de máximo interés.
Lo que viene
La segunda fase, que durará 12 meses, consiste en la implementación de las recomendaciones de la primera, que se centran en fortalecer, socialmente, la agricultura pequeña, a partir de la capacitación y el apoyo gubernamental mediante préstamos.
Así mismo, se creará un grupo inicial con el fin de que, en una tercera fase, se tenga establecida formalmente una asociación pública privada que empiece a gestionar proyectos de inversión destinados a potencializar y a ejecutar las recomendaciones, con el fin de poder penetrar en mercados como Europa y Estados Unidos.
"El Oriente tiene todo el potencial para producir lo que demanda el mundo en cuanto a frutos agrícolas: que sean cultivos verdes, es decir, de tipo orgánico, con la menor huella de carbono e hídrica posible, a un precio competitivo", resalta el consultor de EAFIT.
Fabiola Marín Castaño, subdirectora general de Gestión Ambiental de Cornare, afirma que se desarrolla un trabajo con las comunidades para fortalecer los gremios asociativos, capacitarlos y ayudarlos a la certificación en buenas prácticas agrícolas.
También, menciona que se han dotado los laboratorios de Cornare para facilitarle a la población la posibilidad de realizar los análisis de residuos, los que son una exigencia por parte de los organismos internacionales para poder comercializar los productos, cuyo costo aumentaría de forma ostensible si se tuvieran que hacer por fuera de la región.
"Las comunidades solas no alcanzan a cumplir con los parámetros para exportar, de ahí la importancia de la agremiación para lograr asociaciones bien consolidadas jurídica y ambientalmente, que puedan acceder a los mercados internacionales", puntualiza Fabiola Marín.
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Mario Vargas Sáenz
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