Con música también se disminuye la deserción escolar

​En la primera fase del curso participaron 95 estudiantes de las comunas 1 y 3, y en la actualidad se trabaja con otros 115 jóvenes de las comunas 8, 11, 14 y 15. La imagen corresponde a la inducción que recibieron el lunes 6 de octubre en EAFIT.​​

​No todos los días se tiene la oportunidad de asistir a un concierto privado de la Orquesta Filarmónica de Medellín, considerada como una de las mejores orquestas de Latinoamérica.

Sin embargo, dentro de las pocas cabezas que se podían contar en el público, durante un ensayo que realizó la orquesta el martes 7 de octubre en el Teatro Pablo Tobón Uribe, estaban los 13 estudiantes del curso Verano Musical de la Escuela de Verano de EAFIT. 

“Es la primera vez que vengo a un teatro tan grande y poder ver músicos en vivo, interpretando todas esas canciones, es una sensación que no se puede describir con palabras. Hay que vivirlo para poder saberlo”, opina Yeison Esteban Mejía López, estudiante de décimo grado de la I.E. Villa Turbay, quien, aunque quiere ser médico, dice tener afinidad con la música.

Los movimientos del director al frente de un escenario colmado de músicos tocando violines, violas, chelos, contrabajos, flautas, oboes y otros instrumentos fue la escena con la que más se identificó Harry Alexis González Betancur, estudiante del grado 11 de la I.E. San Juan Bautista de la Salle.  

“Para mí la música significa una manera de expresarse más allá de las palabras. Quiero estudiar composición y me visualizo en la Orquesta Filarmónica de Medellín o dirigiendo una obra mía”, comenta Harry. 

El decidió hacer el curso para tener más información sobre la Universidad y tratar de entrar a EAFIT luego de que se gradúe del colegio, pues en este momento estudia violín en el preparatorio de la Universidad de Antioquia. 

Clara Lucía Pérez Arroyave, gerente del proyecto Generando Posibilidades y Sueños, quien asistió con ellos al teatro, dice que dentro de las actividades previstas dentro del curso Verano Musical, uno de los muchos que ofrece la Escuela de Verano, estaba contemplada la asistencia a un ensayo de la Orquesta Filarmónica de Medellín.

Estos estudiantes están finalizando el primer curso llamado Del colegio a la educación superior, y durante la semana de receso académico también hacen parte de la Escuela de Verano, a la que asisten de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.

“En este momento estamos con una continuación del proyecto GPS. En la primera parte del año tuvimos 95 estudiantes que provenían de las comunas 1 y 3 de la ciudad, y a través de unos recursos de la Secretaría de Juventud se hizo una adición al proyecto, por lo que hoy  atendemos a otros 115 jóvenes provenientes de las comunas 6, 8, 11, 14 y 15”, indica la Gerente de GPS.

Semana de aprendizaje

Sebastián Mejía Ramírez, docente de formación musical de la Escuela de Verano y quien ha estado al frente del curso desde hace dos años, explica que la experiencia de este año ha sido muy enriquecedora por la vinculación que han tenido los jóvenes de diferentes comunas.

“La Escuela de Verano está dividida en cursos teóricos y prácticos. En los teóricos se da una información que después se pone en experiencia y en circulación en los prácticos. Algunos de los contenidos de esta semana tienen que ver con acercar a los jóvenes, desde la teoría, a la experiencia del día a día de un músico”, explica el profesor. 

Algunos de los temas que se trabajan durante el curso son: organología, que es la categorización y distinción de los instrumentos musicales; algunas de las agrupaciones representativas de la música clásica;  y el gusto musical desde una perspectiva individual, común y cultural.

“Uno de los objetivos de la Escuela de Verano es formar a los estudiantes desde lo que saben y no desde lo que desconocen, como ocurre en otras áreas del saber en las que se impone el conocimiento, más aún tratándose de algo que se disfruta con tanta pasión como la música”, expresa Sebastián Mejía. 

Con esta filosofía de aprendizaje, el curso ha sido una oportunidad de orientación vocacional para los estudiantes que, como Adelaida Pineda Arenas, quien cursa décimo grado de la I.E. Inem José Félix de Restrepo y estudia clarinete en la Universidad de Antioquia, pudo confirmar que la música no solo es su pasión sino una profesión viable.   

“Cuando llegué al curso reafirmé que la música era lo que yo quería porque ya tenía decidido que era lo que yo quería estudiar. La música es una parte muy importante de mi vida, y no me la imagino sin esta”.

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