De corrupción se habla con frecuencia en los medios de comunicación. Por ejemplo, los carruseles de la contratación y de la salud; y los desfalcos en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) o en la Dirección Nacional de Estupefacientes. Asuntos que, sin duda, se han vuelto cada vez más comunes.
Sin embargo, es menos evidente la reacción ante estos actos y la reflexión sobre las causas de los mismos.
Por eso, la Universidad EAFIT decidió, desde 2011, crear un proyecto que, a partir de mensajes impactantes, generara inquietudes en la comunidad universitaria, no solo acerca del tema de la corrupción, sino también sobre el fraude académico y la cultura ciudadana.
En consecuencia nació Atreverse a Pensar, una iniciativa institucional con tres fases, dos líneas de trabajo y un impacto público que no se había planeado.
Así, desde julio de 2011, en el campus universitario se comenzaron a ver vallas y afiches con colores fuertes y fondos negros que invitaron a opinar sobre estos temas con una pregunta final: ¿Y tú qué piensas?
Esa primera fase, denominada Culto al avispado, se trabajó con en una serie de dichos populares y un sistema de valores muy antioqueño según el que “el vivo” obtiene reconocimientos por sus hazañas.
Este primer momento incluyó una conferencia central, a cargo de Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad, en la que expuso cómo, durante muchos años, se han justificado la mentira y el engaño en nuestra cultura.
Luego siguió una segunda etapa: la de Ética y academia, que se enfocó en la relación que establecen los profesores y los estudiantes con su quehacer académico.
Este momento, que partió de una encuesta realizada a 700 estudiantes y que se basó en el modelo publicado por el investigador y escritor Mauricio García Villegas, quien además dictó la charla central, compartió una preocupación mundial sobre los índices de fraude en las aulas.
Las frases de este periodo tuvieron la misma estructura y contenían expresiones cotidianas entre alumnos y docentes.
La fase actual
Finalmente, a partir de febrero de 2012, comenzó la tercera etapa, la de Cultura Ciudadana.
Nathalia Franco Pérez, jefa del Departamento de Comunicación y Cultura y directora del proyecto, explica que, a partir de esta nueva y última esta fase comunicacional del proyecto, hay un cambio de tono.
“En las dos primeras etapas buscábamos hacer confrontación y denuncia. Las frases eran dichos populares o de uso común. Ahora lo que se busca ser más propositivos”, indica.
En este último ciclo, la cultura ciudadana se entiende en el mismo sentido en el que lo describía Antanas Mockus durante sus dos alcaldías en Bogotá, es decir, como una armonía entre lo legal, lo social-cultural y lo moral.
Nathalia Franco dice que, en general, la comunidad educativa y administrativa ha dado una retroalimentación positiva a la línea comunicativa y la educativa (que consiste en cine foros y acompañamiento en el aula), ya que hubo conocimiento del proyecto, movimiento en redes sociales, y acciones que demostraron la interiorización del mismo.
Una idea que trascendió
Lo que no se esperaban los gestores del proyecto fue el impacto que tuvo por fuera de EAFIT. “Si bien no estaba planeado, Atreverse a Pensar se ha convertido en una de las acciones de responsabilidad social de la Universidad”, menciona Nathalia.
Universidades, colegios, empresas y la Gobernación de Antioquia han mostrado interés en recibir la información y multiplicarla al interior de sus organizaciones. Así mismo, el periódico El Colombiano publicó una editorial sobre el proyecto, el 17 de agosto de 2011.
La propuesta también le llamó la atención a Rafael Eduardo Uribe Uribe especialista en Negocios Internacionales de EAFIT e ingeniero industrial de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, quien lleva siete años trabajando en Procter & Gamble y, desde hace tres años y medio, es el gerente de recursos humanos de esta compañía en Medellín.
Como encargado de los procesos de personal tiene contacto directo con el Departamento de Prácticas Profesionales de la Universidad y, fue a través de esta dependencia, que conoció Atreverse a Pensar.
Para él, las acciones de esta iniciativa de EAFIT resultan apropiadas tanto para el proceso de transformación cultural constante que se está gestando en la multinacional, como para difundir socialmente. Por eso, decidió multiplicar el proyecto.
“Expandí la información al equipo gerencial, quien lo recibió bien y coincidió con que era aplicable al momento que estamos viviendo, y más que criticarlo, me han ayudado a adecuarlo a nuestras necesidades”, manifiesta el egresado, y agrega que el proyecto tiene posibilidad de replicarse en otras empresas y en espacios como los foros empresariales antioqueños.
El propósito de este especialista en Negocios Internacionales al implementar Atreverse a Pensar es lograr algún tipo de cambio en la forma de ver y operar en el día a día de las personas de Procter & Gamble. Si bien, según considera, lo ideal sería una transformación cultural profunda, espera que por lo menos las personas que reciban la información queden con inquietudes.
Nathalia Franco señala que sí ha habido acciones que han logrado cambios estructurales en la forma de pensamiento, y el caso de Bogotá y ejemplos como la Cultura Metro en Medellín, son claras muestras de que se pueden coordinar acciones conjuntas para mejorar la situación de pobreza y subdesarrollo.
La invitación es, entonces, a que los egresados también conozcan el proyecto y lo multipliquen.
Más información en www.eafit.edu.co/atreverseapensar