Las patentes de invención o modelos de utilidad son, en sí, uno de los resultados más esperados dentro de los procesos de investigación básica o aplicada. Su misión esencial es la protección del conocimiento. Sin embargo, el número de patentes de por sí, no constituye un indicador de la generación de conocimiento en las universidades si no van acompañadas de un adecuado proceso de transferencia. Por esto, la apuesta de las universidades debe ser por integrar las áreas jurídicas, de investigación y de transferencia para crear verdaderas unidades de I+D+i.
En el caso particular del Grupo de Investigación en Bioingeniería (GIB) de las Universidades EAFIT y CES los resultados en materia de protección de la propiedad intelectual han sido óptimos en la medida en que el grupo posee cinco patentes, tres modelos de utilidad y dos de invención. Entre las patentes de modelo de utilidad se cuenta con un sistema normalizado para la toma de registros radiográficos en odontología, un medidor de fuerza oclusal y una superficie dinámica para prevenir la aparición de úlceras por presión. En cuanto a patentes de invención se tiene el distractor intraoral para osteosíntesis de sínfisis mandibular y la patente recientemente concedida por la SIC acerca del proceso de fabricación de implantes de cráneo personalizados.
En procesos de transferencia dos patentes tienen alto potencial de comercialización. Se trata de la superficie para prevenir úlceras y la fabricación de implantes de cráneo personalizados.
De hecho esta última ya está siendo explotada comercialmente a través de la marca registrada Smartbone, mediante la que el GIB diseña y fabrica implantes de cráneo a la medida. La comercialización de estos implantes comenzó en 2013 y es uno de los emprendimientos intrauniversitarios que ya genera utilidades a las Universidades EAFIT y CES. Así mismo, la superficie dinámica para prevenir úlceras ha sido el punto de partida para incubar un nuevo emprendimiento que se espera salga al mercado en breve.
Las demás patentes han fortalecido los procesos de investigación, pero aún no cuentan con procesos de transferencia activos.
Desde la experiencia del GIB, que radicó su primera patente en 2005 y fue concedida en 2009, los procesos internos y externos que implican la concesión de una patente han mejorado ostensiblemente. Por un lado, desde EAFIT se cuenta con un equipo de apoyo que facilita las etapas de redacción y radicación de las patentes, además del seguimiento del proceso hasta la concesión, donde se deben surtir determinados requerimientos de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). También, este último organismo ha mejorado sus procesos al lograr reducir, en casi la mitad, los tiempos de tramitación de las patentes.
En definitiva, EAFIT avanza en la dirección adecuada en la integración de sus procesos de investigación y transferencia con resultados que ya empiezan a ser tangibles como los mencionados anteriormente.