Como ingeniera de diseño de producto, Juliana Arango de Bedout recibe entre tres y cuatro proyectos por semana. Primero analiza lo que el cliente quiere o necesita; si es conservador o más liberal: y si le gustaría algo moderno o, por el contrario, más clásico.
Luego propone el tipo de diseño inspirándose en sus experiencias de vida, en sus viajes y en los conocimientos adquiridos durante su carrera. Eso sí, asegurándose de que ningún producto sea igual al anterior.
Hasta aquí, se trataría de la labor que realizaría una profesional de este campo, solo que Juliana la lleva a cabo en Praga (República Checa), un país en el que se encuentra radicada hace dos años.
Esta eafitense es la diseñadora de Feschu, Lighting and Design, la segunda compañía de diseños de espacios comerciales más importante de esta nación europea y enfocada al trabajo con almacenes de comida, mercados, cafeterías, restaurantes, panaderías, entre otros.
Juliana se encarga de los interiores, de diseñar las vitrinas, surtidores, góndolas y todo lo que tiene que ver con la exhibición del producto dentro de la tienda. Una labor que ha enriquecido con su experiencia académica y su recorrido por otros países.
“Tuve la oportunidad de vivir en Canadá, de realizar un intercambio de un año en Holanda y realizar un máster en Diseño de Espacios Comerciales en Barcelona. Eso, sumado a las tradiciones y la cultura checa, son elementos que aprovecho en el momento de diseñar”, expresa.
Para esta joven quien egresó en 2008, es fundamental conocer a fondo a los consumidores checos, su forma de vida y la manera de relacionarse con las tiendas para lograr un mayor impacto con sus productos.
“Si se compara con Colombia son dos formas de diseñar muy diferentes. Pero me adapto a sus tradiciones, a lo que veo, a lo que vivo y a cómo se hacen las cosas. Hasta el clima afecta la forma de diseñar y todo eso lo tengo en cuenta”, puntualiza.
Y agrega: “Siempre tengo presentes los conocimientos que adquirí mientras cursaba mi pregrado. Podría mencionar mil conceptos que han sido de utilidad y estoy segura de que si no fuera por mis estudios en EAFIT, no tendría las bases sólidas para diseñar un proyecto”.
La ingeniera de diseño de producto también se refiere a la capacidad de trabajo en equipo, un valor que fortaleció durante su carrera y que, según ella, hace más competitivo al profesional colombiano.
Juliana espera continuar impactando a más checos con la calidad de sus productos, pero no descarta la posibilidad de conformar su propia empresa más adelante, ya sea en este país o en Colombia.
“Muy estudiosita”
“Fui muy estudiosita”, expresa Juliana al recordar su época de estudiante. A ella le tocó vivir sus clases en EAFIT Llanogrande, cuando la Universidad contaba con pregrados en este campus, e incluso participó en la Organización Estudiantil que funcionaba allí.
También fue monitora del Centro de Educación Continua, lo que le permitió acceder a cursos y diplomaturas que complementaron su formación y, al mismo tiempo, le dieron más elementos para enfrentarse a su práctica profesional en una empresa de insumos para la industria del mueble y la madera.
Ahora, ve con mucha satisfacción el crecimiento de la carrera en Ingeniería de Diseño de Producto, la calidad de los talleres y los profesores, y las transformaciones en el pensum.
“Es increíble ver todos esos adelantos porque yo viví un pregrado que apenas estaba en sus inicios”, señala.
Juliana espera encontrar la manera de realizar proyectos en el futuro con la vinculación de estudiantes ya que se declara una apasionada por el espíritu juvenil y por acercar a los futuros ingenieros con el diseño real.
“Me gustaría permitir que conozcan el mercado, que se equivoquen y aprendan, que vivan el mercado laboral y puedan encontrar una oportunidad como la mía”.