Después de su experiencia laboral en dos empresas en las que se desempeñó en el área de mercadeo, Claudia Jaramillo Palacio descubrió que existía la posibilidad de trabajar no solo en su beneficio, sino en el de muchos niños de escasos recursos en Colombia.
Sin embargo, cuando se graduó con negociadora internacional de la Universidad EAFIT, en 1999, consideraba importante trabajar, primero, en una multinacional en la que pudiera aplicar sus conocimientos de pregrado.
Inicialmente, fue la coordinadora de mercadeo en el Instituto Neurológico de Antioquia, cargo en el que descubrió sus habilidades comerciales, luego de demostrar, con cifras, altos incrementos en las ventas de medicamentos. Estando allí también tuvo la posibilidad de viajar, en visitas comerciales, a varios países latinoamericanos.
Con esa vivencia laboral retornó a la que considera “la mejor universidad en la ciudad”, para realizar la especialización en Mercadeo, de la que obtuvo el título en 2005.
Antes de su cargo actual, que por el tema que atiende le genera una gran satisfacción, también fue directora de mercadeo de la marca francesa L’occitane en Colombia.
A través de una oferta laboral publicada en un servicio de intermediación en internet, Claudia envió su hoja de vida y, luego de dos semanas, ya había comenzado a trabajar en el programa Computadores para Educar, que pertenece al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Como coordinadora regional de donaciones es el puente entre las empresas y el programa, que se encarga de recibir equipos de cómputo usados, llevarlos a centros de acondicionamiento, repararlos y, de manera posterior, enviarlos en óptimas condiciones a las escuelas públicas de zonas rurales de todo el país.
Así mismo, el programa, que funciona desde el año 2000, brinda acompañamiento educativo a los docentes para que transmitan sus conocimientos a los alumnos en las jornadas académicas.
Experiencia en la responsabilidad social
Según la egresada, en su época de estudiante la responsabilidad social no era un tema de tanta importancia como lo es hoy. Por lo tanto su desarrollo en ese ámbito ha sido más el resultado de sus experiencias laborales.
Sin embargo, no duda en afirmar que los conocimientos adquiridos en EAFIT han hecho de ella una profesional ética y con gran sentido humano. Esta formación le ha permitido intentar aliviar una realidad con la que día a día se enfrenta su organización, como la de las estadísticas que revelan que más de un millón de niños toman clases de informática con cajas de cartón que simulan ser computadores.
Otra de sus satisfacciones es que la Universidad no se ha quedado atrás en la responsabilidad que tiene con su entorno; y resalta el aporte que ha hecho al programa a través de la donación de equipos y la motivación para convocar a toda la comunidad eafitense a participar en esta iniciativa.
Para Claudia, su alto compromiso para asumir los retos y lineamientos en las organizaciones, su disciplina, su fluidez verbal, su capacidad de hablar en público sin sentir temor y sus conocimientos fundamentales en diferentes áreas que le permiten entablar conversaciones con directivos de empresas con total seguridad son aspectos que se potenciaron en su paso por las aulas.
“Hoy me siento muy orgullosa de ser eafitense, más aún, cuando mi hija Andrea tomó la decisión de estudiar en EAFIT y cursa tercer semestre de Administración de Negocios”.
De igual forma destaca el rol de quienes pasan por EAFIT. Dice que hoy en día encuentra muchos egresados de la Universidad tomando decisiones desde sus altos cargos en empresas del país, como lo comprobó en Alcampus 2010, y gracias a eso ha podido acceder a muchos nuevos donantes.
“Se siente una inmensa satisfacción cuando sabes que algún equipo que ya no era útil para alguna persona o empresa fue donado, reparado y enviado a una escuela rural y puede llegar a cambiar la vida de estos niños”, dice esta negociadora internacional, quien agrega que, con las acciones emprendidas, han logrado que muchos pequeños, que muchas veces están en estados de alta vulnerabilidad, sueñen, por ejemplo, con ser ingenieros o médicos.
Mayores informes
Claudia Jaramillo Palacio
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