Para Felipe Alejandro Ortiz Marín, ingeniero de sistemas de la Universidad EAFIT graduado en 2006, todo emprendimiento surge de identificar oportunidades, de crear y de actuar… Y asegura: “Mis proyectos no se alejan de estos conceptos”.
De esta manera se refiere el empresario a las múltiples compañías que ha fundado, además, encontró en la investigación la fuente de múltiples soluciones efectivas a problemas que, a su vez, incluyen la aplicación de múltiples herramientas, conceptos y prácticas de varias áreas del conocimiento.
Nacido en Medellín en 1983, Felipe Alejandro se dedicó, desde sus primeros semestres universitarios, a participar en el desarrollo de aplicaciones que permitieran que las imágenes tomográficas médicas fueran interpretadas por sistemas de ingeniería para aplicaciones posteriores. Estas funciones hacían parte de los cronogramas de trabajo del Grupo de Investigación en Bioingeniería (GIB) de la Universidad EAFIT en asocio con la Universidad CES.
Pero lograr ese desarrollo no detuvo las expectativas de Felipe. Al contrario, cuando llegó el momento de hacer su práctica profesional se mudó al sur del continente para vincularse al Centro de Investigación de la Web de la Universidad de Chile. Allí, durante seis meses, participó en un proyecto llamado WebFaces, en el que se desarrollaron algoritmos que permitían la recuperación de información en la web a partir de imágenes.
Después de arribar de su práctica, en enero de 2005, volvió a sumarse al GIB para trabajar en un proyecto de acceso y visualización de imágenes médicas a través de la web. De este proyecto surgió el material necesario para escribir su tesis de grado de ingeniería y graduarse en 2006.
Llegó el momento de emprender
Antes de graduarse, este emprendedor ya tenía la idea de buscar, analizar y satisfacer necesidades prácticas en la ingeniería. Y para iniciar un proceso serio y estandarizado en ese sentido fue cofundador, en agosto de 2005, de Softair Ltda., una compañía multinacional que desarrollaba y exportaba software a la medida a los cinco continentes.
Incursionar en un mundo empresarial que brinda soluciones personalizadas ha hecho que Ortiz Marín vea la importancia de aplicar sus conocimientos con otras áreas. “Tener capacidades en el análisis y modelado de datos e información, y conocer cómo se pueden representar, procesar, almacenar y comunicar dichos datos en sistemas artificiales, hacen de mi carrera un factor importante para implementar tecnología en salud.
Además, dice Felipe, el trabajo con especialistas e investigadores en salud es muy importante, pero saber abstraer y representar ese conocimiento e implementarlo en sistemas computacionales es un reto.
Y fue precisamente en el área de la salud, como sus anteriores proyectos universitarios, de donde nacería su siguiente y actual emprendimiento. En 2008 fundó, junto con Esteban Pérez, otro ingeniero de sistemas eafitense, la empresa de tecnología de información para el cuidado de la salud Okorum. Desde allí, donde aún se mantiene, ofrece servicios como la administración de datos de cirugía, telemedicina y soluciones en imágenes médicas, entre otros.
Para que su empresa sea exitosa el ingeniero ha tenido que trabajar en investigaciones con personal médico, consultar bases de datos especializadas y realizar algunos estudios relacionados para que sus métodos de ingeniero se encuentren cada vez más contextualizados y mejor utilizados.
Sobre su Universidad
Felipe Ortiz Marín recuerda todas las actividades de su vida universitaria como factores claves que lo llevaron a tener las inquietudes que hoy lo hacen un hombre emprendedor. Extraña el ambiente académico en el que compartía conocimientos con colegas y profesores expertos.
Finalmente, reconoce la importancia de la formación en empresarismo que recibió en la Universidad y concluye diciendo que, para ser emprendedor, se necesita tener pasión, actitud, perseverancia y asumir riesgos que son propios. También, como una frase de batalla, envía a todos un mensaje: “Nunca dejas de emprender”.