Abril 27, 2015

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Aún queda la duda si en realidad el mejoramiento de la infraestructura de transporte beneficiará lo suficiente por igual a Antioquia en su conjunto o sólo al Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Históricamente las vías principales del departamento habían tenido como función principal conectar a cada una de las subregiones con Medellín, teniendo como consecuencia no prevista la difícil comunicación entre ellas a no ser que se pase por la capital del departamento. Lo anterior ha sido un factor importante en el esquema de crecimiento en el territorio, donde hay un centro desarrollado (Área Metropolitana) en comparación con una periferia retrasada (el resto de subregiones).

Ahora, con esta inversión en el sistema de modelo de transporte, uno de los objetivos es impulsar el desarrollo de las subregiones; sin embargo, es necesario traer a colación dos asuntos importantes. En primer lugar, el nuevo proyecto no es más que una continuación ampliada de la fórmula anterior, en la cual las vías siguen saliendo radialmente de Medellín, por lo que se hace discutible que se genere un resultado diferente a la profundización del modelo centralizado, lo que  favorecería principalmente a los mismos territorios históricamente adelantados. En segundo lugar, si se espera un progreso importante de los municipios se hace preciso no solo un mejoramiento y creación de vías que conecten a cada uno de ellos sino también otros factores. Es necesario tener en cuenta que las autopistas por si solas no garantizan un crecimiento de las regiones, pero si es una posibilidad para que éstas se desarrollen, teniendo como base una buena infraestructura que viabilice el desarrollo de los diferentes sectores, e incentive la inversión privada.

Así, la inversión en infraestructura del transporte debería ser vista como una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo de mercados y el crecimiento económico en vez de un impulsador. Aspectos como la inversión en educación e innovación e infraestructura física son determinantes en el objetivo planeado. Al respecto se puede encontrar en el departamento inversiones en dos de estos factores. La implementación de programas de educación superior por parte de la Gobernación de Antioquia en asocio con la Universidad de Antioquia y la iniciativa privada de desarrollar un puerto en el Urabá antioqueño, sueño antioqueño desde principios del siglo XX, son dos ejemplos importantes en el posicionamiento de bases para el desarrollo económico del territorio. 

Como reflexión final, debemos considerar que teóricamente no es claro que la inversión en éste tipo de proyectos, vendidos generalmente como mecanismos para reducir desigualdades, no terminen empeorándolas. De esta forma, se hace imperativo estudiar mejor sus impactos, y complementarlos a otros proyectos de inversión que permitan al departamento ser realmente en un futuro la mejor esquina de América.

Economista de la Universidad de Antioquia

Actualmente estudiante de la maestría en Economía en EAFIT.

jmoncad7@eafit.edu.co​​​​

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