Para aportar a este debate, integrantes del Semillero de Estudiantes de Economía (SIEDE) de la Universidad EAFIT han realizado una microsimulación del Impuesto de Renta Personal a partir de los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE. La microsimulación consiste en estimar el ingreso gravable de cada individuo en Colombia, y, luego de hacer las deducciones que la ley permite, calcular el impuesto de renta a pagar y la tasa efectiva del impuesto. Esta última corresponde al porcentaje del ingreso gravable que es pagado en el impuesto. Para esto, se simuló la reforma de ampliar la base gravable para los años 2014-2016 y se compara con los resultados sin reforma.
Los resultados de la microsimulación son muy similares a los proyectados por el Ministerio de Hacienda, lo que permite concluir que la simulación es confiable y robusta. Además la naturaleza de los datos usados permite analizar otros aspectos que no es posible identificar a partir de datos agregados, como son las características socioeconómicas y laborales de las personas que pagan este impuesto. En términos generales los resultados encontrados en este estudio muestran que la ampliación de la base gravable tiene los siguientes efectos:
- El número de contribuyentes aumentaría de 2.5 millones a 6.2 millones de personas.
- Los nuevos contribuyentes pagarían una tarifa efectiva promedio de 3.7%, mientras a los actuales contribuyentes les aumenta aproximadamente en 4.6 puntos la tarifa que pagan sin la reforma.
- El recaudo de este impuesto aumentaría en aproximadamente 3.3 billones de pesos, donde el 65% lo pagan los actuales contribuyentes y el resto los nuevos contribuyentes.
- El 35% de la población con mayores ingresos pagaría el impuesto a la renta personal (actualmente este impuesto solo lo paga el 14% más rico de la población).
- La reforma reduce la desigualdad de ingresos medido por el índice GINI.
En términos de los contribuyentes hay un aumento de 3.6 millones de personas que empiezan a aportar al gravamen, los cuales tienen un ingreso mensual promedio de $2.6 millones. Estos nuevos contribuyentes van a pagar una tarifa efectiva promedio de 3.7% sobre sus ingresos gravables, lo cual es mucho menor que la tarifa legal para este nivel de ingresos (la mínima tarifa actual es del 19%), ya que estos nuevos contribuyentes se benefician de las deducciones que permite el sistema tributario colombiano.
Aquí es importante aclarar que estas deducciones al no variar con los ingresos, terminan siendo proporcionalmente mayores para las personas de menos ingresos. Dado que las deducciones buscan incentivar comportamientos que son deseables socialmente como ahorrar para la vejez, tener casa propia, emprendimiento, es positivo que estas lleguen a un mayor porcentaje de población.
Tabla1. Tarifas y cargas tributarias por rangos de UVT
688 UVT es el valor equivalente a $1.9 millones mensuales que sería el nuevo valor mínimo para contribuir.
Fuente: GEIH (2016) cálculos propios
El aumento de la base gravable tiene además otra mirada, y es que actualmente los que contribuyen son muy pocos. Sin reforma, solo el 11.7% de la población ocupada declara impuesto a la renta, con la reforma, se estima que 28% de la población ocupada declararía sus ingresos y a la vez se beneficiaria de las deducciones ofrecidas por el gobierno.
Además, la reforma aumentaría en un 40% el recaudo, pasando de $8.4 billones en el año 2016 a $11.7 billones, equivalentes a un aumento de 0.4% del PIB. Estos $3.3 billones adicionales se recaudarían en un 65% por parte de los actuales contribuyentes y el restante 35% sería recaudado a partir de los nuevos pagadores del impuesto. Esto se da porque los actuales contribuyentes pagan 0% de impuesto por los primeros $3 millones en ingresos mensuales, y ahora pagarían 0% únicamente por los primeros $1.9 millones.
Lo anterior implica que la reforma no afecta únicamente a la población con ingresos entre $1.9 y $3 millones mensuales, ya que la tarifa efectiva de los que actualmente pagan el impuesto también aumenta. Según las estimaciones realizadas la tarifa aumenta en 4,6 puntos en promedio para los individuos que ya pagan este impuesto.
Un aspecto positivo a resaltar, es que la reforma propuesta claramente distribuye la carga tributaria en un grupo más amplio de la población. Mientras que sin reforma solo el 14% más rico paga el impuesto a la renta, con la reforma los aportantes constituirían el 35% más rico de la población. En otros países, este impuesto es aportado por más del 50% de las personas con mayores ingresos.
Adicionalmente, el sistema no perdería progresividad con la reforma, pues las personas pagan una mayor tasa de impuestos a medida que tienen más ingresos, como se puede observar en la gráfica anexa.
Gráfico 1. Tarifa efectiva promedio por percentil del ingreso 2016
Fuente: GEIH (2016) cálculos propios.
Actualmente este impuesto carga muy fuertemente a pocas personas, que aunque son las que reciben mayores ingresos, son también las más productivas. Nuestras estimaciones muestran que las personas que pagan la tarifa más alta de este impuesto, las cuales tienen ingresos promedio de $25 millones mensuales, pagan el 56% del recaudo total del impuesto. Con la reforma, estas pasarían a pagar el 42% de este, aunque pagarían mayores impuestos en términos absolutos.
Por último, el efecto de ampliar la base de contribuyentes sobre la desigualdad de ingresos es positivo. Usando el coeficiente Gini como medida de desigualdad, nuestras estimaciones muestran que el impuesto a la renta personal disminuye la desigualdad en 0.02 puntos sin reforma, mientras que con la propuesta de ampliar la base el efecto redistributivo seria mayor, de casi 0.03 puntos. Es decir, la reforma resultaría en una medida redistributiva solo mirándolo desde el punto de vista tributario, sin mirar el efecto que podría tener el mayor recaudo sobre el gasto social.
Gráfico 2. Efecto redistributivo del impuesto con y sin reforma
Fuente: cálculo de los autores basados en GEIH.
Según los investigadores, los resultados de la microsimulación proporcionan evidencia empírica clara para apoyar la iniciativa del nuevo ministro de hacienda en términos económicos, tanto desde la eficiencia como la equidad. A esto se le agrega que la última reforma hizo grandes esfuerzos para reducir la evasión y se enfocó en la población más rica, la cual no declaraba su patrimonio e ingresos en el país y lo escondía a través de paraísos fiscales. A la fecha los resultados han sido positivos y se espera que esta nueva propuesta complemente esos esfuerzos del estado de conocer y gravar justamente a los diferentes grupos de la población. Adicionalmente, esto aumenta la capacidad del estado para gestionar recursos y otros beneficios o políticas, dado que tiene una contabilidad más amplia de su población.
¿Quiénes son los nuevos contribuyentes?
Los nuevos contribuyentes son en la mayoría hombres entre los 35 y 55 años, que trabajan en el mercado informal y sin ningún nivel de educación superior. Esta población pagaría en promedio una tarifa efectiva de 3.58% sobre sus ingresos gravables.
Tabla 2. Caracterización socioeconómica de la población que entraría a contribuir
Género
|
Hombres | 2.449.501
| 67,0% | 3,64 |
Mujeres
| 1.207.363 | 33,0% | 3,72 |
Edad |
Menores de 35 años | 1.427.509 | 39,0% | 3,58 |
Entre 35 y 55 años | 1.689.773 | 46,2% | 3,75 |
55 o más años | 539.582 | 14,8% | 3,65 |
Estado civil |
Casados | 953.123 | 26,1% | 3,86 |
No casados | 2.703.741 | 73,9% | 3,60 |
Calidad del empleo |
Ocupados formales | 1.619.232 | 44,3% | 3,89 |
Ocupados informales | 2.037.632
| 55,7% | 3,48 |
Nivel educativo |
Con educación superior | 1.328.068 | 36,3% | 4,06 |
Sin educación superior | 2.328.796 | 63,7% | 3,44 |
Total |
3.656.864 |
100,0% |
3,67
|
Autores
Mónica Ospina, Ph.D.
Profesora Investigadora, Escuela de Economía y Finanzas
Camilo Fernández Londoño
Estudiente del pregrado de Economía, Universidad EAFIT
Samuel David Escobar Zuluaga
Estudiente del pregrado de Economía, Universidad EAFIT