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Opinión / 22/07/2019

Desempeño laboral hasta marzo - mayo 2019

​Auge del empleo asalariado rural; grave crisis en el empleo formal de las ciudades.

1. Empleo asalariado rural: auge excepcional en lo corrido de 2019

En las zonas rurales el empleo asalariado (gráfico 1, panel A) se redujo 3.9% en 2018. Bajó hasta marzo-mayo y se recuperó marcadamente en junio-agosto, antes de volver a caer en septiembre-noviembre y de dispararse durante el año en curso (en marzo-mayo estaba creciendo al 20.5% anual). De momento apenas estamos examinando los datos de la gran encuesta de hogares para saber qué ramas está distinguiendo en las zonas rurales y si se puede saber cuáles lideraron esa notable recuperación y, por otra parte, los datos de producción mensual de café que publica la Federación, parecen exhibir un rezago frente al empleo que la generó. Con todo, es probable que la cosecha cafetera del primer cuatrimestre explique una buena parte de la dinámica del empleo asalariado. 

El panel B muestra la evolución de las tasas de participación asalariada (empleo asalariado más desempleados, frente a la PET rural) y no asalariada (empleo no asalariado frente a la PET, que es igual a su tasa de ocupación). Debe destacarse el alza pronunciada de la tasa asalariada de participación y la caída brusca en mayo de la tasa no asalariada de participación -o de ocupación-; se ha presentado este año un traslado masivo de trabajadores no asalariados- ayudantes familiares no remunerados, cuentas propia y servidores domésticos- hacia el mercado asalariado (ocupados y desempleados) y hacia la inactividad.      


Gráfico 1. Empleo asalariado y no asalariado rural, participación laboral y desempleo



DANE, Gran encuesta integrada de hogares (datos publicados hasta marzo-mayo 2019). Empleo asalariado (obreros y empleados particulares y del gobierno); empleo no asalariado (resto). Tasa de desempleo total (desempleados vs. ocupados más desocupados). Tasa asalariada de desempleo (desempleados vs. ocupados asalariados más desempleados); esta medida alternativa se justifica pues casi todos los desempleados buscan un trabajo asalariado. Series desestacionalizadas con Census X-12.

Corregidas por variaciones estacionales, las tasas rurales de desempleo, la total y la asalariada (panel C), habían vuelto a subir desde fines de 2018 y, en 2019 prosiguieron su alza hasta abril. Pero en marzo-mayo, la tasa total de desempleo comenzó a topearse (6.6%) y la asalariada se redujo (23.5% vs. 24.8% en febrero-abril). El auge del empleo asalariado primero eleva el desempleo, pero si se prosigue, termina por hacerlo bajar.


2. Grave recaída en marzo-mayo del empleo formal en las 13 y 23 ciudades, originada en Bogotá y Barranquilla

En el conjunto de las 23 y de las 13 ciudades principales, el volumen del empleo formal  se había derrumbado durante el cuarto trimestre del año pasado. En 2019 se produjo una notable recuperación durante el primer trimestre, y en marzo-mayo una grave recaída (gráfico 2, paneles A y B). Entre enero-marzo y marzo-mayo, desestacionalizando los datos, 9 de las 23 ciudades redujeron su empleo formal en 189.744 plazas (muchas lo bajaron apenas ligeramente). Bogotá perdió 145.753 plazas formales y Barranquilla 29.086; ambas ciudades fueron responsables del 92.1% de las pérdidas brutas en las 23 ciudades. En cambio, 14 ciudades elevaron su empleo formal, en total en 39.479 plazas. 

Así, la nueva crisis de marzo-mayo afectó sobre todo a Bogotá (panel C) y a Barranquilla (panel D), y por esa vía al conjunto de las 13 y 23 ciudades. En cambio, el empleo formal  siguió recuperándose, de manera pronunciada en Cali (panel E) y apenas ligeramente en Medellín (panel F); en la nueve ciudades intermedias (panel G) y en las 21 ciudades (excluyendo Bogotá  y Barranquilla) siguió creciendo rápidamente (panel H).


Gráfico 2. Empleo formal en las principales ciudades; datos hasta marzo-mayo 2019.


DANE, gran encuesta integrada de hogares, datos publicados hasta marzo-mayo 2019. Empleo formal: ocupados privados en empresas de más de cinco ocupados (salvo trabajadores sin remuneración), más técnicos y profesionales independientes, más ocupados del gobierno. Series desestacionalizadas con census X-12.


3. Veintitrés ciudades: después de haberse elevado en casi todas las ramas durante enero-marzo, el empleo formal se redujo en marzo-mayo  

En las 23 ciudades principales, y teniendo en cuenta la suma de las cifras desestacionalizadas, por ramas, entre octubre-diciembre 2018 y enero-marzo 2019 se habían creado 161.000 plazas formales de trabajo (un alza del 2.6%). Entre enero-marzo y marzo-mayo se destruyeron, en cambio 127.600 (una reducción del 2.0%). En promedio entre diciembre 2018 y mayo 2019 se crearon apenas 33.400 empleo formales (un alza del 0.5%) 

Entre enero-marzo y marzo-mayo del año en curso solo dos ramas elevaron el empleo formal en las 23 ciudades: la construcción en 21.500 y los servicios en 21.000. Se trató de una creación bruta de 42.500  plazas. Las seis ramas restantes perdieron 170.100 empleos formales: el “comercio y hotelería” 79.200; el transporte 18.200; los “inmuebles y servicios a las empresas” 36.400; las “finanzas” 16.100; la “industria” 10.800 y las “otras ramas” (agropecuaria, minería y “electricidad gas-agua”) 9.400.

El gráfico 3 visualiza el comportamiento del empleo formal por ramas en 23 ciudades entre 2015 y mayo 2019. A partir del segundo semestre del año pasado, el de la “construcción urbana” experimentó un auge extraordinario que, después de una pausa, se ha reactivado recientemente; el generado por los “servicios” ha vuelto a crecer rápidamente. En el “comercio-hotelería”, cuyo empleo formal se había expandido velozmente a comienzos del año en curso se ha producido una grave recaída. En el sector financiero el empleo formal que fue poco afectado por la crisis de la segunda mitad del año pasado, parece estarse experimentando recientemente una caída. El de los “inmuebles y servicios a las empresas” ha venido bajando continuamente desde comienzos del año pasado. El de la industria que se redujo abruptamente en el segundo semestre del año pasado no acaba de salir de su marasmo. En el transporte y comunicaciones se ha producido este año una caída en picada del empleo formal. 



Gráfico 3. Veintitrés ciudades: empleo formal por ramas hasta marzo-mayo 2019.



DANE, gran encuesta integrada de hogares, módulo informalidad (datos publicados hasta marzo-mayo 2019). Series desestacionalizadas con el método census X-12.


4. Empleo formal menos educado: recuperación pasajera en el primer trimestre y recaída en abril-mayo

En Bogotá y en Barranquilla los datos apenas llegan hasta abril. En Bogotá (gráfico 4, panel A) el componente menos educado del empleo formal (calculado sobre la PET total) había caído en 2016-2018. En enero-marzo 2019 se produjo una nueva alza que, como lo veremos, terminó por disparar sus salarios reales. La reacción de los empresarios produjo recientemente una nueva y muy marcada reducción. Por su parte, el componente con alguna educación superior se elevó desde el segundo trimestre 2018 y se estabilizó desde el segundo semestre. En Barranquilla, el componente menos educado del empleo formal se ha disparado desde mediados del año pasado y apenas ha comenzado a ceder desde marzo. Mientras tanto su componente más educado que, con oscilaciones, venía cayendo desde 2017 ha repuntado este año.  

Gráfico 4. Bogotá, Barranquilla, trece y nueve ciudades: empleo formal por nivel educativo. 


DANE, gran encuesta integrada de hogares. Panel C (datos publicados hasta marzo-mayo 2019). Paneles A, B y D (microdatos DANE hasta febrero-abril 2019. Series desestacionalizadas con el método census X-12. 

En las trece ciudades, muy influenciadas por la importancia de Bogotá y donde los datos llegan hasta mayo (panel C), el empleo formal menos educado, que venía bajando desde el segundo trimestre de 2016 y que se había recuperado en enero-marzo 2019 volvió a caer en picada desde abril. Por su parte, el empleo formal dotado de alguna educación superior, que había caído en el segundo semestre del año pasado, ha vuelto a elevarse este año. 

En las nueve ciudades (panel C, con datos hasta abril 2019) el empleo formal menos educado cayó continuamente desde finales de 2017 manteniendo a raya (lo veremos) sus salarios reales y, aprovechando este hecho, ha vuelto a subir en 2019. El más educado que había bajado desde el segundo trimestre 2018 ha subido en 2019.   


5. La importancia del salario mínimo

El salario mínimo real se elevó 2.8% en 2017 y 2.63% en 2018. En 2019 el alza en el mínimo nominal fue del 6.0% (en mayo 2019, su valor real desestacionalizado fue el mayor desde 2008; gráfico 5, panel A). Dada una meta de inflación cercana al 3.0% significará un alza real adicional del 3.0% para el año en curso, lo que está teniendo impactos negativos sobre el empleo formal menos educado.


Gráfico 5. Salarios reales, mínimo y formales por nivel educativo, en varias ciudades. 


DANE, gran encuesta integrada de hogares. Panel A (salario mínimo mensual hasta mayo 2019, deflactado por el IPC y desestacionalizado). Paneles B a F (microdatos DANE hasta abril 2019; salarios medianos). Se usó el IPC como deflactor. Series desestacionalizadas con census X-12. 


En Bogotá y en Barranquilla (paneles B y C), las dos grandes responsables de la nueva crisis del empleo formal de marzo-mayo, los salarios reales de los trabajadores formales carentes de educación superior, habían evolucionado con el mínimo real desde 2017. Pero, debido a la escasez de trabajadores dotados de las habilidades necesarias, se dispararon desde el cuarto trimestre del año pasado superando el alza del salario mínimo. Aunque han comenzado a ceder en Bogotá, seguían teniendo en abril de 2019 un nivel similar al máximo alcanzado a comienzos de 2016; y en Barranquilla, donde siguen subiendo este año, han batido todos los records históricos.  No ha pasado lo mismo en las nueve ciudades intermedias (panel D) ni en Cali (panel E), donde el empleo formal sigue creciendo o ha vuelto a crecer este año y donde el salario real formal menos educado ha subido o está subiendo por debajo del salario mínimo real1.

En todo caso, (panel F, para las trece ciudades) la crisis reciente del empleo formal ha estado acompañada de elevados niveles para el salario real formal total que, en marzo-abril, superaba los máximos alcanzados en 2015. Como lo expusimos en un informe anterior2 , el alza del salario formal de los trabajadores menos educados (impulsada por el mínimo) ha llevado a los empresarios a bajar su empleo, sea directamente, sea reemplazando los trabajadores poco educados por trabajadores con educación superior que, en principio, son más productivos, pero que devengan salarios más elevados. Ello ha generado en casi todas las ciudades un alza en el salario real de los trabajadores formales más educados, que es un síntoma de la escasés en muchas de ellas de este tipo de personal y que, junto con el alza en los salarios formales reales de los menos educados, ha terminado por elevar en 2018 y 2019 el salario real del total de los trabajadores formales.


6.  Participación laboral; informalidad y desempleo


Gráfico 6. Principales ciudades: participación, informalidad y desempleo.


DANE, gran encuesta integrada de hogares. Datos publicados a mayo 2019. Series desestacionalizadas con el método census X-12. 

Desde el segundo trimestre de 2016 la participación laboral en las 13 ciudades, comenzó a caer con oscilaciones, hasta alcanzar un mínimo a finales de 2018. Durante este año 2019 la tendencia se ha invertido y la participación ha comenzado a elevarse otra vez con una ligera caída en marzo-mayo (gráfico 6, panel A). La caída tendencial de la participación laboral hasta fines del año pasado brotó del repudio al empleo informal, cuyo “salario” es muy bajo (de haberse mantenido la participación laboral y de haberse volcado al empleo informal, la ganancia de ingresos laborales por hogar hubiera sido muy baja)3.

No obstante, la caída de abril-mayo, arrastrada por Bogotá y Barranquilla, reflejó la crisis del empleo formal en estas dos ciudades, lo que hizo subir no sólo el desempleo sino también, momentáneamente, la informalidad (panel B y C). No ha pasado lo mismo en las demás ciudades. 

En Cali y en Medellín la participación laboral había caído fuertemente con la crisis de empleo formal del segundo semestre de 2018 pero este año se ha recuperado casi del todo en Cali y, en Medellín, ha comenzado a hacerlo. En Cali (panel D) la informalidad ha seguido cayendo y en Medellín (panel E), después de haberse elevado a fines del 2018, ha comenzado a bajar este año; en ambas ciudades, el desempleo viene subiendo. Excluyendo a Bogotá y Barranquilla, en las 21 ciudades restantes la participación ha vuelto a elevarse este año junto con el empleo formal; la informalidad se ha reducido todavía más pero el desempleo ha repuntado (Panel F). En fin, en las nueve ciudades intermedias con el auge reciente del empleo formal, la participación laboral ha caído con un ligero repunte en mayo y la informalidad y el desempleo se han reducido todavía más este año (panel G). De tal manera, el alza reciente en la informalidad que se presentó en abril mayo en Bogotá y Barranquilla, dista mucho de ser un fenómeno general.

Corolarios: ojo con las alzas en el salario mínimo y ojo con la capacitación laboral de la población con menos educación formal.




1 En Medellín, cuyo empleo formal sigue, aunque lentamente, aumentando este año, el problema no son los salarios formales reales (desde 2018, los del personal menos educado han subido menos que el mínimo real y los de personal más educado han caído este año). En esta ciudad, donde el empleo formal industrial pesa mucho más que en las 23 ciudades, además de los efectos de la crisis fabril de la que apenas comienza a salir, y a diferencia de lo acaecido en conjunto de esas ciudades, el empleo formal de la construcción ha caído constantemente desde el cuarto trimestre del año pasado,  lo mismo que el generado por las finanzas y los servicios.  

 2 Ver el artículo de Hugo López;  ¿Porque los hogares vienen reduciendo la tasa de participación en vez de aumentar su empleo informal?. http://www.eafit.edu.co/escuelas/economiayfinanzas/coyuntura-economica/Paginas/inicio.aspx

3 Ver el artículo de Hugo López; Crisis de abril en el empleo formal de Bogotá. http://www.eafit.edu.co/escuelas/economiayfinanzas/coyuntura-economica/Paginas/inicio.aspx



Última modificación: 25/07/2019 10:38

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