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Sobre la distribución funcional del PIB

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​​17 de diciembre de 2014

​​Normalmente cuando hablamos de desigualdad en Colombia nos encontramos con estadísticas como que el 10% de la población más rica recibe el 44% del ingreso total  o como que el coeficiente de Gini, el índice de desigualdad más conocido, es de 55. Este tipo de estadísticas nos cuentan sobre la distribución del ingreso de un país, es decir, sobre cómo la “torta” del producto se distribuye a todos los habitantes del territorio. Hay otro tipo de desigualdad, que es menos famosa, denominada la desigualdad o distribución funcional. En este caso, nos referimos a la asignación de la torta del producto entre aquellos que  aportan su capital humano (trabajadores) y aquellos dueños del capital físico (capitalistas), es decir, entre diferentes grupos formados de acuerdo a su función dentro del proceso productivo. 

En la distribución funcional del ingreso nos referimos entonces a cuál es la participación del capital y cuál es la del trabajo en el PIB o el ingreso. La información sobre la distribución funcional es relativamente poco conocida quizá porque al hablar de temas distribucionales puede importar más con cuánto ingreso o riqueza finalmente cuentan las personas para el consumo, que la fuente de ese ingreso; o porque su medición involucra una serie de aspectos difíciles de definir y determinar (como el ingreso de los trabajadores independientes). 

Más aún, se podría decir que la razón principal es que era ampliamente aceptado entre los economistas que la distribución funcional es constante en largos periodos de tiempo, siendo considerado incluso un hecho estilizado del crecimiento. De hecho, el cálculo en mente es que 2/3 partes del producto remuneraban el trabajo y 1/3, el capital. No obstante, el tema ha tomado relevancia en los últimos años a raíz de evidencia empírica reciente que muestra que desde la década de 1980 la participación del trabajo en el PIB ha disminuido en la mayoría de países, tanto desarrollados como en desarrollo, lo que quiere decir que una mayor proporción del PIB está siendo destinada a remunerar el capital (dividendos, intereses).

Este cambio en la tendencia de la participación del ingreso laboral dentro del PIB puede tener diferentes efectos sobre la economía. Por ejemplo, es posible que el ingreso total sea afectado positiva o negativamente dependiendo de la abundancia de cada factor en la economía. Sin embargo, lo que quiero resaltar es que esta disminución puede acentuar aún más la desigualdad del ingreso. Por un lado, la concentración del capital es superior a la del trabajo, dependiendo incluso de factores ajenos al mérito, como herencias. Por otro, la concentración del ingreso laboral, que ya incluso se está haciendo mayor por un incremento sustancial de la brecha de ingreso entre los trabajadores calificados y no calificados, hace que sea mucho menor la participación de los trabajadores poco calificados y sin posesión de bienes de capital, incrementando así la desigualdad total.

Es necesario entonces tomar en consideración la desigualdad funcional así como la desigualdad total para contribuir al objetivo de construir una sociedad que remunere el mérito y el esfuerzo de sus miembros.  

​​​1 foto angelica.jpgAngélica Sánchez
Estudiante Maestría en Economía

amsanchez456@gmail.com


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Última modificación: 23/07/2015 11:47