Por: Carlos Esteban Posada
Son muchos los factores determinantes del saldo de la cuenta comercial o diferencia entre los valores exportados e importados de bienes y servicios mercantiles. La lista es amplia e incluye factores de oferta, precios internacionales y factores de demanda externa e interna. Los análisis periódicos del profesor Humberto Franco, del Grupo de Coyuntura Económica de la Universidad EAFIT, dan cuenta de la gran variedad de causas que inciden en dicho saldo.
La siguiente nota es breve y consta solo de lo que resulta de una mirada a las cifras de oferta y demanda finales de Cuentas Nacionales (año base 2015; series desestacionalizadas en precios constantes). Por tanto, este análisis es pobre: se limita a dichas cifras.
De acuerdo con tales cifras, el saldo de la cuenta comercial depende negativamente (de manera contemporánea) de cada uno de los rubros de la demanda interna. Al parecer, las relaciones entre dicho saldo y las variables de demanda interna son no lineales pero la omisión de variables que no están incluidas en los cuadros de oferta y demanda finales de la Cuentas Nacionales no permite estar seguros de si esas relaciones son o no lineales ni de la verdadera magnitud de las pendientes. Con todo, lo que resulta de observar las cifras es consistente con lo que predice la teoría económica de una economía abierta, a saber: dado el PIB real (y dados unos factores exógenos como los precios externos y el ingreso real externo), los aumentos de la demanda agregada interna reducen el saldo de la balanza comercial (gráficos 1, 2, 3 y 4)1 .
Gráfico 1
Gráfico 2
Gráfico 3
Gráfico 4
¿Significa lo anterior que el saldo de la cuenta comercial es, apenas, un efecto de la evolución macroeconómica y, por tanto, irrelevante?
No necesariamente. Según las mismas cifras de Cuentas Nacionales, el saldo promedio anual de la cuenta comercial (con respecto al PIB) parece tener un efecto positivo sobre la tasa de crecimiento anual del PIB real del año siguiente (comparando la suma de los 4 PIB trimestrales del año posterior con la correspondiente del año anterior). En otras palabras, se encuentra un índicio de causalidad2 que corre del saldo comercial a la tasa de crecimiento. Con todo, el indicador de grado de ajuste de la regresión (el R2) es relativamente bajo sugiriendo que otros factores importantes en la determinación de la tasa de crecimiento del PIB real deberían tenerse en cuenta.
Gráfico 5
Más aún, si solo se tuviese en cuenta la proporción exportaciones/PIB se podría decir que hay una relación positiva no lineal entre la tasa anual de crecimiento del PIB (un año después) y el promedio anual de esa proporción (un año antes), pero hasta cierto punto; más allá la relación aparentemente se torna negativa (una relación convexa: gráfico 6).
Gráfico 6
En cambio, cuando se repite el ejercicio teniendo en cuenta solo la proporción importaciones/PIB, la relación aparente resulta cóncava: cuando la tasa de importaciones es muy baja, reducirla un poco más propiciaría (o es premonitora de) mayores tasas de crecimiento del PIB; pero cuando la tasa de importaciones supera un cierto umbral, elevarla conduciría a (o anticiparía) una mayor tasa de aumento del PIB (gráfico 7).
Gráfico 7
1 Fue posible hacer los gráficos 3 y 4 gracias al trabajo de Isaac Hurtado, estudiante de la Maestría en Economía de la U. EAFIT, que logró descomponer la cifra oficial (DANE) de inversión a precios constantes entre inversión privada y pública.
2 Causalidad estadística (causalidad en el sentido de Granger).