La Constitución de 1991 en Colombia realza la descentralización y autonomía de los entes territoriales, Municipios y Departamentos, que en forma integral abarca aspectos administrativos, políticos y fiscales. Es así, como los municipios de Colombia deben de realizar una gestión eficiente de los recursos públicos en inversión social para satisfacer las necesidades de la comunidad. El Gobierno Central cuantifica y califica la gestión fiscal de los 1.102 municipios por medio del índice de desempeño fiscal -IDF, para determinar el porcentaje de recursos que le serán transferidos a los municipios en forma más eficiente y participativa posible.
Particularmente Antioquia es un reflejo de lo que pasa en el país, en tanto que el departamento se encuentra compuesto por 125 municipios siendo este el mayor de Colombia, junto con los departamentos de Boyacá y Cundinamarca. En este sentido, gran proporción de los municipios reflejan una debilidad institucional que ha estado marcada por la incapacidad de generación de recursos propios, explicado en parte por la categorización de los municipios que va en una escala de “especial” siendo la mejor y continúa con una categorización de “primera hasta sexta”. En esta última categoría en el territorio colombiano clasifican un 89% de las entidades territoriales y específicamente en esta misma clasificación están el 84% de los municipios antioqueños. Otra manera de ilustrar esta situación es la falta de continuidad de los funcionarios públicos que ejecuten políticas fiscales a largo plazo, ante la rotación cada cuatro años de los periodos de gobierno.
Es por lo antes mencionado que se identificó que un 69% del desempeño fiscal de los municipios de Antioquia se concentran en el mejoramiento de tres aspectos fundamentales: generación de recursos propios, racionalización de los gastos de funcionamiento y la alta dependencia de las transferencias de la Nación.
Por lo anterior, el índice de desempeño fiscal permite realizar una mejor retribución del gasto público, focalizando en acciones encaminadas en el fortalecimiento de la rendición de cuentas de la gestión de los alcaldes, en mejorar la planificación del presupuesto y la ejecución de las estrategias propuestas en la generación de información oportuna.
En general, el desempeño fiscal de los municipios es una herramienta positiva para determinar su capacidad de inversión social. Los indicadores muestran que los recursos públicos se pueden invertir en la comunidad sin tener que endeudarse más de su capacidad y con más autonomía de los recursos propios productos de los tributos.
31 de octubre de 2014
Edison Uriel Ossa Giraldo
Egresado de la Maestría en Administración Financiera – MAF
Subgerente Subgerencia Comercial de Fomento y Desarrollo.
Instituto para el Desarrollo de Antioquia - IDEA