Por: Carlos Esteban Posada y Liz Londoño-Sierra
Inflación
La tasa de inflación de abril de este año, resultante de comparar el índice de precios de fin de abril con el de fin de marzo, fue 0,16%, en tanto que la de marzo (comparando el índice de fin de marzo con el de fin de febrero fue mayor, 0,56%). Al final de abril la tasa de inflación anual (variación del IPC de abril de 2020 con respecto al de abril de 2019) fue más alta que la correspondiente a la inflación anual de los últimos 12 meses terminados en marzo, siendo estas 3,86% y 3,51%, respectivamente.
La mayor contribución a la inflación se dio en el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación mensual de 2,4%. En particular se resaltan los incrementos de precios de arroz (4,03%), huevos (7,01%), plátanos (14,41%), carne de res (1,33%), legumbres secas (11,63%) y cebolla (12,6%). Dado que estos rubros tienen mayor importancia para las personas de menores ingresos, la inflación de las familias de menores ingresos fue mayor a la de las familias de altos ingresos. El DANE reporta que la inflación anual mensualizada de abril para los pobres fue de 4,29% mientras que para las familias de altos ingresos fue de 3,16%.
Cuadro 1. Contribución a la inflación mensual, año corrido y anual mensualizada en el mes de abril.
Fuente: DANE
Como se observa en el cuadro 1 la inflación mensual de abril se vió contrarrestada por algunas divisiones de gasto que presentaron disminución en los precios tales como prendas de vestir y calzado, transporte, información y comunicaciones, con una variación de -0,39%, -0,89% y -2,97%, respectivamente. Esto también sugiere la presencia de un efecto de reducción de la demanda por estos bienes durante el periodo de cuarentena; además, el gobierno promovió la eliminación del IVA en el sector de telecomunicaciones con el objetivo de aumentar la cobertura para el sector educativo.
Al parecer, los fuertes aumentos de la tasa de cambio nominal durante abril no se han trasladado (ni en marzo ni en abril, al menos no de manera apreciable) a los precios de los bienes incluidos en la canasta del consumidor. La depreciación de la moneda colombiana frente al dólar fue 26,04% al comparar el mes de abril del 2020 con respecto al mismo mes del año anterior.
Gráfico 1. Tasa de cambio nominal (TRM: pesos por dólar)
2 de enero de 2019 – 6 de mayo de 2020
Fuente: Banco de la República
Así mismo, las restricciones de oferta asociadas a la pandemia (el “coronavirus”) tampoco parecen haber tenido un impacto significativo en los precios en este mes. Muy probablemente la mayor tasa de cambio nominal tendrá su efecto en mayo y junio, a menos que esta regrese a niveles similares a los registrados en febrero.
Crisis y política monetaria
A partir del 6 de enero del presente año se observó una declinación lenta pero prácticamente continua del precio del petróleo en el mercado internacional (Gráfico 2). Pero desde el 6 de marzo y hasta el primero de abril lo que se observó fue otra cosa: un desplome veloz del precio hasta descender, el primero de abril, a niveles (15 dólares para el barril del Brent) no vistos desde marzo de 1999. Esto como consecuencia de la guerra de precios desatada entre Arabia Saudita y Rusia que causó un aumento de la oferta petrolera a pesar de la reducción de la demanda mundial de petróleo.
Gráfico 2. Precio del petróleo (Brent) dólares por barril.
Enero 2 de 2019 – abril 27 de 2020
Fuente: Federal Reserve Bank of St. Louis
Ante tal evolución, las primas de riesgo exigidas en los mercados de deuda para países con una producción de petróleo relativamente importante, como Colombia, y, además, abocados a enfrentar las consecuencias económicas de la incipiente aunque temida epidemia, aumentaron de manera importante (Gráficos 3 y 4). Tanto el aumento de las primas de riesgo como el mencionado comportamiento del precio del petróleo fueron los motores de la devaluación del peso frente al dólar.
Gráfico 3. Indicador de riesgo para países emergentes: EMBIG – Colombia.
Enero 2017 – abril 2020
Fuente: Banco Central de Perú
Gráfico 4. Prima de riesgo en Credit Default Swaps (CDS) Colombia
(marzo 2004 – marzo 2020)
Fuente: Bloomberg
En el mercado de títulos de deuda pública de Colombia, quizás el segmento más organizado y desarrollado de nuestro mercado de capitales, las tasas de interés respondieron con aumentos intensos y súbitos (gráficos 5 y 6) a los aumentos de las primas de riesgo, al punto de que es posible denominar como “crisis financiera” lo sucedido entre el 10 y el 19 de marzo.
Gráfico 5. Tasa de rendimiento de los TES en pesos, 0 cupón, a un año.
Enero 2019 – abril 2020
Fuente: Banco de la República
Ante tal coyuntura, la autoridad monetaria ha respondido con varias medidas, entre las cuales cabe destacar sus operaciones expansionistas (cuadro 2), comprando títulos de deuda pública y privada, bajando el encaje y reduciendo, ya en dos ocasiones (en las reuniones de la Junta directiva del Banco de la República del 27 de marzo y del 30 de abril), la tasa de interés de política desde 4,25% anual a 3,75%, y luego a 3,25%).
Cuadro 2. Saldos de operaciones de política monetaria.
Marzo 2020 versus Diciembre 2019
Fuente: Banco de la República
El impacto de la nueva política monetaria ha sido el esperado sobre las tasas de interés nominales en los segmentos más desarrollados del mercado de capitales. Pero su efecto sobre las tasas de interés reales (medidas por las de rendimiento de los TES denominados en unidades de valor real, UVR) fue pasajero. A final estas han quedado más altas que las vigentes antes de la crisis (Cuadro 3 y Gráfico 6). Este es un ejemplo de algo bien sabido por los economistas: un choque negativo y significativo de oferta como el padecido por Colombia tiene efectos reales que no son fácilmente eliminados por una política monetaria expansiva.
Gráfico 6. Tasa real de rendimiento de los TES, 0 cupón, a un año.
Enero 2019 – Abril 2020
Fuente: Banco de la República
Cuadro 3. Tasas de interés real y nominal de los TES (1 año) promedios
Fuente: Banco de la República
Cabe agregar que la Junta Directiva del Banco de la República, en su reunión del 8 de mayo, autorizó al Banco a realizar operaciones transitorias de expansión monetaria (Repos con plazo de 6 meses) con títulos de cartera por un monto de hasta 6,3 billones de pesos.
Gracias a toda esa nueva política monetaria iniciada el 10 de marzo (y que, al parecer, seguirá ejecutándose por algún tiempo adicional) se ha generado una mayor brecha entre la tasa de interés de política, corregida esta por la inflación, y la principal tasa real del mercado de capitales. La prolongación en el tiempo de esta situación probablemente será una fuente de desequilibrios, entre estos una mayor presión al alza de la tasa de cambio nominal y del nivel general de precios, excepto si el precio del petróleo continuase en su aún lenta recuperación iniciada el 28 de abril.