Por: Liz Londoño-Sierra
Según la información publicada por el DANE, la inflación de julio de 2019 fue de 0.22%, en lo que va corrido del año llegó a 2.94% y la de los últimos doce meses fue de 3.79%. De las doce divisiones de bienes y servicios que contempla la nueva canasta básica a la que le hace seguimiento de precios el DANE, las que explican el 72% de la variación mensual de julio son: alimentos y bebidas no alcohólicas (0,1%) y alojamiento, agua, electricidad y Gas (0,06%). Cada una de ellas con una ponderación en la canasta del 15,05% y 33,12%, respectivamente. Adicionalmente, en el gráfico 1 se puede observar la variación que tuvo cada división de gasto en el mes de julio.
Gráfico 1. Variación mensual del Índice de Precios al Consumidor por divisiones de gasto
Fuente: DANE
Por otra parte, el comportamiento de la inflación año corrido y anual mensualizada es una de las más altas en la última década. Sin embargo, la depreciación de la tasa de cambio pesos por dólar aún no se ha visto reflejado en la variación de los precios de los productos importados considerados en la canasta básica de bienes y servicios, pero dependiendo de la persistencia del proceso de devaluación se pueden generar presiones inflacionarias por el lado de la oferta de manera temporal o persistente.
Cuadro 1. Inflación en julio medida por IPC para el total nacional
Fuente: DANE
Por su parte, la Junta del Banco en su reunión del 26 de julio decidió mantener la tasa de interés de referencia en un 4,25% y señaló que el comportamiento de la inflación sigue siendo consistente con su convergencia a la meta en el 2020 y que los choques de oferta que se han presentado son transitorios.
La divulgación el próximo 15 de agosto de los datos de crecimiento del PIB, podría volver el panorama más complejo para la Junta del Banco central, si es que, como se pronostica, ese crecimiento se acerca más al 3% que al 3.5%. En efecto, inflación al alza, presiones cambiarias y debilidad en el crecimiento y en el empleo, configuran un complejo panorama de decisión para las autoridades monetarias, en un entorno internacional que parece ser cada vez más incierto.