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​​

​​Opinión

Agosto 21, 2015

​​

El mercado laboral colombiano en el primer semestre de 2015​

De todos los junios, el desempleo de junio pasado es el menor de 15 años; pero la calidad del empleo se está deteriorando.

El país se ha acostumbrado a juzgar el desempeño de su mercado de trabajo con un solo indicador, la tasa mensual de desempleo. Y como el DANE​, a diferencia de casi todos los institutos de estadística de los otros países, aún no desestacionaliza las cifras laborales, el indicador usado por todos resulta ser la tasa observada. Ahora bien, como el dato de junio último (8.2%), es el menor del mismo mes desde 2001, ello ha producido un espejismo: nos ha hecho creer que el mercado laboral no tiene nada que ver con el desempeño macroeconómico (que se está deteriorando) y que “ya llegamos a la meta”, a pesar de que seguimos teniendo el desempleo y la informalidad más altos de América Latina.

De momento, corregido por variaciones estacionales, el desempleo se ha estabilizado en el nivel nacional, sigue cayendo en las zonas rurales y ha aumentado apenas ligeramente en las principales ciudades. Sin embargo, la calidad del empleo se viene deteriorando: el “bueno” viene cayendo en paralelo con el menor crecimiento económico; el “malo” viene subiendo y, tal vez, aumente adicionalmente hacia el futuro. Para apreciarlo hemos escogido el comportamiento del empleo formal e informal en las grandes ciudades y, en las zonas rurales y en el ámbito nacional, donde el DANE no hace esa distinción, el del empleo asalariado y no asalariado1.


​A. Desempeño laboral en el nivel nacional​

En el país como un todo (gráfico 1, panel A) el volumen del empleo asalariado (obreros y empleados privados y del gobierno), el de mejor calidad, se ha estancado este año y recientemente, incluso ha comenzado a caer. Ese comportamiento sido el fruto de una reducción en las zonas rurales y de una amortiguación de su crecimiento en las cabeceras; amortiguación, pues como lo indican las cifras de las 13 ciudades principales, la caída en el empleo asalariado formal ha sido compensada parcialmente por el alza de su componente informal que se ha disparado.

El crecimiento anual del empleo asalariado había tenido un valor medio del 5.4% en 2014 y del 5.8% en el segundo semestre; durante los dos primeros trimestres de este año ha sido mucho menor (3.5%). Pero el crecimiento anual no refleja adecuadamente lo que está pasando, pues sus variaciones trimestrales se están volviendo negativas. Desestacionalizando los datos para poder hacer comparaciones seguras, entre el primer trimestre y el segundo de este año se perdieron 20.000 empleos asalariados, cuando la creación trimestral media en 2014 había sido 135.000.

Gráfico 1. Principales indicadores laborales en el nivel nacional

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Fuente: DANE, gran encuesta integrada de hogares. Empleo asalariado (obreros y empleados particulares y del gobierno); empleo no asalariado (resto del empleo). Las series se han desestacionalizado usando el método Census X-12. Nota al panel C: La tasa de participación es por definición el producto de: a) la tasa de ocupación asalariada (empleo asalariado vs población en edad laboral) y b) la presión de oferta (PEA) por cada empleo asalariado. El primer factor recoge el efecto del trabajador alentado/desalentado: si la tasa de asalariada de ocupación disminuye (como está ocurriendo este año), la tasa de participación tiene a bajar. El segundo factor recoge el efecto del trabajador excedente/adicional; si la tasa asalariada de ocupación disminuye, o lo que es lo mismo, si la PET por cada empleo asalariado aumenta, las familias elevan la presión de oferta por cada empleo asalariado empujando hacia arriba la tasa de participación. Este año, este segundo factor está compensando parcialmente al primero, por lo que la participación está aumentando apenas ligeramente.

Corregida por variaciones estacionales, la tasa de participación (panel C) se elevó en el segundo trimestre a pesar de la caída en la tasa asalariada de ocupación. Fue el efecto de un alza mayor en la presión de oferta (PEA) por cada empleo asalariado, originada en la reducción de este último; si esa reducción se profundiza es previsible que la participación termine por elevarse todavía más.​

Por el lado de la tasa de desempleo (panel D), su valor mensual desestacionalizado venía cayendo hasta el año pasado; este año ha oscilado alrededor de una media de 8.8%. Su valor observado en junio fue de 8.2% y su valor desestacionalizado de 8.5%, similar al 8.6% alcanzado en febrero 2015 y en abril del 2014. Dadas esas fluctuaciones, lo más que puede decirse es que este año no ha variado casi: el promedio del cuarto trimestre del 2014 fue 9.0%; el del primer trimestre del año en curso 8.8%.y el del segundo trimestre 9.0%.


B. Desempeño laboral en zonas rurales 

En las zonas rurales (gráfico 2, panel A) el volumen del empleo asalariado ha caído este año. En 2014 había crecido a una tasa media anual del 4.4% y este año ha seguido elevándose en términos interanuales (5.9% en el segundo trimestre debido a los bajos niveles que tuvo un año atrás. Pero desestacionalizando los datos, la variación trimestral ha sido negativa (-4.5% en el primer trimestre de este año; -0.2% en el segundo). Significa que frente al valor alcanzado en el cuarto trimestre del año pasado, para el segundo trimestre 2015 se habrían perdido unos 47.000 empleos asalariados en las zonas rurales.​


Gráfico 2. Principales indicadores laborales rurales

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Fuente: DANE, gran encuesta integrada de hogares. ​

Por su lado (panel B), el empleo no asalariado rural está volviendo a elevarse rápidamente. El año pasado su crecimiento medio anual fue negativo (-1.3%); en el primer trimestre del año en curso estaba expandiéndose al 3.5% y en el segundo al 3.6%. Frente a las cifras desestacionalizadas alcanzadas en el cuarto trimestre 2014, para el segundo trimestre de este año los empleos no asalariados habían aumentado en 220.000. Los no remunerados (panel C), es decir, los ayudantes familiares, que el año pasado decrecieron y están aumentando ahora rápidamente), se elevaron en 51.000 y los trabajadores por cuenta propia en 63.000.

Sin embargo, desestacionalizada, la tasa rural de desempleo ha caído: 5.2% en el segundo trimestre vs. 5.9% en el cuarto trimestre del año pasado, pues aunque, ajustada por variaciones estacionales, la participación laboral ha vuelto a elevarse considerablemente, la nueva fuerza laboral y también parte de la población desempleada se ha volcado al empleo no asalariado (panel D).


B. Desempeño laboral en el agregado de las principales ciudades


1. Principales indicadores laborales (gráfico 3).

Para las ciudades contamos con indicadores más finos de la calidad del empleo, en particular los referidos al empleo formal e informal (ver definiciones al pie del gráfico).

Gráfico 3. Principales indicadores laborales en las trece ciudades principales

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Fuente: DANE, gran encuesta integrada de hogares. Empleo informal: ocupados privados, distintos a profesionales y técnicos independientes, en empresas de hasta cinco trabajadores (incluye todos los trabajadores sin remuneración en empresas o negocios de otros hogares). Empleo formal: ocupados privados en empresas de más de cinco ocupados (salvo trabajadores sin remuneración en empresas o negocios de otros hogares)+ técnicos y profesionales independientes + ocupados del gobierno.
  • ​En las trece principales el crecimiento anual del empleo formal (calculado frente al mismo trimestre del año anterior) se ha desacelerado sustancialmente (1.2% en el segundo trimestre vs. 5.0% el año pasado). Pero de hecho su volumen viene cayendo (panel A).

  • Desestacionalizando los datos y frente a la cifra alcanzada en el cuarto trimestre 2014; para el segundo trimestre de este año se habían perdido 59.400 plazas formales de trabajo.

  • El crecimiento del empleo asalariado formal (panel B) también ha decaído (1.6% anual en el segundo trimestre vs. 6.0% en promedio para el año pasado). Pero, habida cuenta de que el empleo asalariado del gobierno se está disparando (en el segundo trimestre su crecimiento anual fue del 10.4% en el agregado de las 13 ciudades; se trata del ciclo político asociado con el último año de las administraciones municipales), el componente privado del empleo asalariado formal se ha desacelerado todavía más (0.9% vs 6.6%). Por su parte el empleo asalariado informal se ha disparado (7.6% anual en el segundo trimestre vs. -0.2% en promedio el año pasado), en respuesta a la cuasi estabilidad del salario mínimo real, fruto de la mayor inflación.

  • Por su lado, el empleo informal (panel C) está volviendo a elevarse desde mediados del año pasado. Había crecido en 2014 a una tasa anual media del 1.0%. En el segundo trimestre estaba aumentando más rápidamente, al 3.0% anual. Debido a ello, el porcentaje de informalidad se ha elevado este año (panel F). Debe destacarse que las remuneraciones de los trabajadores informales son muy precarias, en particular para quienes carecen de educación superior (una mediana de 0.85 salarios mínimos en el año 2014).

  • La tasa de participación laboral (panel D) ha bajado ligeramente arrastrada por la caída en la tasa de ocupación formal (efecto trabajador desalentado) y eso a pesar del alza en la presión de oferta por cada empleo formal, presión que obedece al deterioro que todo indica que se está produciendo en los ingresos laborales reales de los hogares. Si el empleo formal se sigue deteriorando la participación laboral puede volver a elevarse.

  • Corregida por variaciones estacionales la tasa mensual de desempleo en las trece ciudades (panel E) venía cayendo hasta 2014; este año ha experimentado grandes fluctuaciones (9.0% en febrero; 10.5% en abril; 9.3% en junio) oscilando alrededor de una media de 9.7%. Su valor observado en junio fue 9.7% y su valor desestacionalizado 9.3%, mayor incluso alcanzado en febrero de este año y en abril del año pasado (9.2%). Debido a esas fluctuaciones mensuales, conviene referirse a los promedios trimestrales desestacionalizados (panel F): el del cuarto trimestre del año pasado fue 9.8%; bajó en el del primer trimestre de este año (9.5%) y volvió a elevarse en el segundo trimestre (9.9%).​​​​


Gráfico 4. Valor agregado urbano real y empleo formal en las 13 ciudades.

mercados.jpg  
Fuente: DANE, Gran encuesta integrada encuestas de Hogares y cuentas trimestrales del DANE. Valor agregado urbano (el total menos el agropecuario y minero). Productividad aparente del empleo formal urbano; valor agregado real urbano/ empleo formal en las 13 ciudades.


2. Valor agregado urbano y empleo formal (gráfico 4)

  • La correlación entre los crecimientos anuales del valor agregado urbano real y del empleo formal de las 13 ciudades (panel A) es clara aunque no es perfecta. Para el primer trimestre 2015, el del valor agregado urbano fue 3.1%; mientras tanto el empleo formal urbano estaba creciendo en ese trimestre al 4.4% (para el segundo trimestre la se moderó: 1.2%). Ese mismo panel pone presente la gravedad de la actual desaceleración del crecimiento anual del empleo formal que ha sido mayor que la de finales de 2012 y que podría, si las cosas siguen como vienen, llegar a guarismos no muy lejanos a los del 2008-2009.​

  • Debe notarse (panel B) que, en promedio para el período 2007- 2015, el empleo formal ha crecido a una tasa casi igual a la del valor agregado real urbano. Por eso la productividad aparente del trabajo (valor agregado urbano real / empleo formal urbano) ha estado estancada desde 2007 (2007= 100.0; primer trimestre 2015 =100.1).​

3. Empleo formal por nivel educativo (gráfico 5).

Históricamente las variaciones anuales del empleo formal con alguna educación superior y sin ella han sido inversas. Este año el empleo formal con alguna educación superior es el que más se ha resentido: su crecimiento anual fue negativo (-2.1%) en el segundo trimestre vs. un promedio del 7.3% el año pasado. En cambio el empleo formal carente de formación terciaria se ha acelerado (5.1% vs 2.6%).Ver paneles A y B.

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Gráfico 5. Empleo formal por nivel  educativo en 13 ciudades

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Fuente: DANE, ; gran encuesta integrada de hogares. Nota al panel C: los salarios de los trabajadores formales sin educación superior han sido procesados por EAFIT a partir de las cintas de las encuestas del DAN (las que disponemos llegan hasta mayo 20159. Se trata de medianas trimestrales estimadas a partir de los datos salariales que ofrecen los informantes y que incluyen remuneraciones en dinero y en especie y diversas prestaciones por las que indaga la encuesta de hogares. Esos salarios se estiman en salarios mínimo legales​.

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  • Debe hacerse notar (ver de nuevo el panel A) que las variaciones del empleo formal total parecen responder directamente a las de su componente con educación superior, cuya contratación tiene un carácter más permanente, y de manera inversa a las de su componente sin educación superior, cuya contratación es más temporal. Por eso este año el volumen de trabajadores menos educados está subiendo pero el empleo formal total está bajando.

  • El empleo formal más educado es usado por los empresarios como un termostato para regular los salarios de los menos educados: cuando estos aumentan frente al mínimo legal, los empresarios elevan la contratación de personal más educado y disminuyen la de los menos educados, aflojando con algún rezago la presión sobre sus salarios; fue lo que pasó entre las segunda mitades de 2003 y la primera de 2014. A la inversa, cuando, frente al mínimo legal, los salarios de los trabajadores menos educados se moderan, los empresarios vuelven a elevar también, la contratación de los menos educados y a reducir la de los más educados. Es lo que paso en la segunda mitad de 2014 y lo que está pasando este año. Ver panel C.


Gráfico 6. Empleo formal por ramas en las 13 ciudades principales 

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Fuente: DANE, ; gran encuesta integrada de hogares.

​4. Crecimiento del empleo formal por ramas en las trece ciudades (ver gráfico 6).

En las 13 ciudades principales, el empleo formal en la industria se elevó hasta el primer trimestre antes de caer abruptamente en el segundo, cuando su variación anual fue del -5.9 (panel A). En la construcción (panel B) el empleo formal se ha reducido, con oscilaciones, desde el segundo semestre 2014; experimentó un ligero repunte en el segundo trimestre de este año, pero su variación anual siguió siendo negativa (-5.6%). En el comercio (panel C) se ha reducido ligeramente este año. En las finanzas (panel D) viene bajando, con fluctuaciones, desde 2014; el ligero repunte del primer trimestre 2015 fue pasajero. En los servicios sociales, comunales y personales (panel E) se estancó en el primer trimestre y ha comenzado a caer ligeramente en el segundo En los inmuebles y servicios a las empresas (panel F) se elevó sostenidamente el año pasado y se ha estabilizado durante el año en curso. ​En cambio, el empleo formal del transporte, almacenamiento y comunicaciones (panel G) ha venido elevándose desde finales del año pasado.

Desestacionalizando los datos y frente volumen alcanzado el cuarto trimestre del año pasado para el segundo trimestre de este año se habían perdido en la industria 48.700 plazas de trabajo formal; en la construcción 6.600; en el comercio 12.100; los inmuebles y servicios prestados a la empresas 0 y los servicios sociales, comunales y personales 12.500. En cambio el transporte, almacenamiento y comunicaciones generaron 12.700 nuevas plazas formales de trabajo y las finanzas 16.000​.


D. Desempeño laboral por ciudades 


1. Cuatro ciudades principales (ver gráfico 7).

En el agregado de las cuatro ciudades principales del país el empleo formal viene cayendo este año (panel A). Su crecimiento anual que había sido del 5.0% en 2014 se redujo a 0,9% en el segundo trimestre del año en curso. En contrapartida, el empleo informal cuyo crecimiento anual apenas había sido del 1.0% en 2014, estaba creciendo en el segundo trimestre de este año al 3.0%. Por eso (panel B) la informalidad del empleo ha subido; el desempleo empieza también a repuntar. Las grandes ciudades más afectadas por la desaceleración del empleo formal han sido Bogotá y Medellín.

  • Bogotá (panel C): Entre el cuarto trimestre de 2014 y el segundo de este año, la tasa formal de ocupación (empleo formal vs población en edad de trabajar) se redujo 3.7%. En el primer trimestre aumentó la informalidad; en el segundo volvió a bajar ligeramente, pero el desempleo, aunque sigue por debajo del 10%, subió un punto porcentual.

  • En Medellín (panel E), la reducción de la tasa formal de ocupación ha sido también considerable pero menor que la de Bogotá (-1.9% entre 2014-T4 y 2015-T2). Desestacionalizado, el desempleo se había elevado entre el segundo trimestre del año pasado (9.9%) y el primero del año en curso (11.1%), pero cayó en el segundo (10.7%) pues la informalidad está volviendo a repuntar.

  • En Cali la tasa formal de ocupación ha caído apenas ligeramente (-1.4% entre 2014-T4 y 2015-T2); el desempleo ha seguido bajando pero la informalidad ha comenzado a elevarse.

  • En Barranquilla el auge del empleo formal se ha continuado este año (panel I), lo que le ha permitido elevar adicionalmente la tasa formal de ocupación. Sin embargo (panel J), como ocupación que ha venido creando la ciudad ha sido intensiva en trabajo calificado, la informalidad (la de los menos capacitados) ha venido elevándose desde mediados del año pasado y el desempleo ha terminado por subir un punto porcentual este año (7.4% en 2014-T4; 8.4% en 2015-T2).​


Gráfico 7. Indicadores laborales en las cuatro ciudades principales

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Fuente: DANE, ; gran encuesta integrada de hogares.

​2. Nueve ciudades intermedias (ver gráfico 8).                   

Las nueve ciudades intermedias responden con rezago a lo que pasa en las cuatro principales. En el conjunto de esas nueve ciudades el crecimiento anual empleo formal (panel A) ha terminado por desacelerarse también (5.2% en 2014; 2.5% en el segundo trimestre 2015) y su crecimiento trimestral ha comenzado a mostrar guarismos negativos. Aunque el desempleo sigue bajando, la informalidad ha comenzado a elevarse (panel B).

  • ​La tasa formal de ocupación formal ha caído considerablemente este año en Cartagena (-7.9% entre 2014-T4 y 2015-T2), en Pereira (-5.0%) y en Cúcuta (7.5% entre el primer trimestre y el segundo). En Cartagena el desempleo viene subiendo ligeramente y la informalidad se ha elevado en 3.3 puntos porcentuales frente a 2014-T4; en Pereira el desempleo no ha variado casi pero la informalidad ha subido considerablemente. Cúcuta, ha sido muy afectada por la crisis del comercio fronterizo (la tasa de ocupación formal había caído 3.2 puntos porcentuales entre 2007 y 2013); su recuperación parcial desde mediados del año pasado había tenido mucho que ver con el auge del empleo del Gobierno y había permitido reducir el desempleo y la informalidad. Este año el empleo del Gobierno se ha reducido, y el del sector privado formal ha comenzado a caer; en el primer trimestre se elevó el desempleo y, en el segundo, volvió a bajar cediendo el paso a una mayor informalidad.

Gráfico 8. Indicadores laborales en las nueve ciudades intermedias. 

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​Fuente: DANE, ; gran encuesta integrada de hogares. 

  • La tasa formal de ocupación ha oscilado en Ibagué (subió en el primer trimestre y cayó en el segundo) y comienza a resentirse en Villavicencio generando en ambos casos un alza en la informalidad durante el segundo trimestre.

  • Esa tasa se ha estabilizado en Pasto a alto nivel desde 2014-T3 y aunque el desempleo ha experimentado ligeras fluctuaciones, la informalidad han seguido cayendo. En Bucaramanga, después de la reducción del segundo semestre del año pasado la tasa de ocupación formal ha vuelto a recuperarse este año, con lo cual el desempleo y la informalidad han vuelto a bajar. En Manizales y en Montería ha seguido subiendo sin pausa, lo que les ha permitido reducir adicionalmente tanto el desempleo como la informalidad.



  1 
El “subempleo objetivo”, otro de los indicadores de calidad del empleo que ofrece el DANE, está subiendo este año; pero, debido a las definiciones usadas, su magnitud tiene este inconveniente: apenas representa en el nivel nacional el 12% de los ocupados; ¡el 88% restante estaría en condición de pleno empleo!.​

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Profesor Escuela de Economía y Finanzas
Universidad EAFIT
hlopezc@eafit.edu.co​

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