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​​Opinión

Junio 23, 2015

​​

El mercado laboral colombiano no es insensible al comportamiento macroeconómico​

De acuerdo con el DANE, el PIB real apenas creció al 2.8% anual en el primer trimestre (vs. 4.6% el año pasado). Ello explica lo que está pasando con el mercado laboral colombiano. ​


​1. En el nivel nacional​

​El empleo asalariado (obreros y empleados privados o del gobierno), el de mejor calidad, se está desacelerando rápidamente y, prácticamente, se ha estancado este año. Su crecimiento anual había tenido el año pasado un valor medio del 5.4%; en febrero-abril últimos y frente al mismo trimestre del año anterior apenas fue 3.8%. Desestacionalizando los datos para poder hacer comparaciones seguras entre trimestres,  en  febrero-abril y frente al trimestre anterior (noviembre-enero) apenas se generaron 6.377 nuevos empleos asalariados cuando la creación trimestral media en 2014 había sido 135.456.​

Fuente: DANE, gran encuesta integrada de hogares

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  • En cambio, el empleo no asalariado (de menor calidad e ingresos laborales más bajos) está volviendo a elevarse. En 2014 prácticamente no varió (-0.1%); desde enero de este año se ha elevado;  en febrero-abril estaba creciendo a una tasa anual del 3.5%.
  • Por su lado, el desempleo dejó de bajar en abril. Corregida por variaciones estacionales, la tasa nacional mensual fue en ese mes 9.1%, cuando en promedio para enero-marzo, había sido 8.8%.


2. En las zonas rurales 

La desaceleración del empleo asalariado ha sido todavía más marcada El año pasado creció a una tasa media anual del 4.4%; en febrero- abril últimos apenas al 1.1%. Desestacionalizando los datos y frente al trimestre anterior, en febrero-abril se perdieron 72.600 empleos de este tipo.​

  • En contraste, el empleo no asalariado rural está volviendo a elevarse rápidamente. El año pasado se redujo a una tasa media anual del 1.3%; en febrero-abril estaba creciendo al 7.7%. En particular el empleo rural no remunerado (los ayudantes familiares) que el año pasado decrecieron (tasa media del -3.9%), están aumentando ahora  rápidamente (16.8% anual en febrero- abril) y los trabajadores por cuenta propia al 8.8% (vs. una media del 1.9% el año pasado).
  • Sin embargo, desestacionalizada, la tasa rural de desempleo sigue cayendo: 5.0% en febrero-abril vs. 6.0% un año atrás, pues, aunque la participación laboral ha vuelto a elevarse considerablemente este año, la nueva fuerza laboral se ha volcado toda al empleo no asalariado y lo mismo ha pasado también con parte de los desempleados.

Fuente: DANE, gran encuesta integrada de hogares

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3. En las principales trece ciudades del país 

El empleo formal se ha desacelerado sustancialmente (3.5% en febrero abril vs. 5.0% el año pasado). 

  • ​Desestacionalizando los datos y frente volumen alcanzado el trimestre anterior (noviembre-enero), para febrero- abril de este año se habían perdido 19.108 plazas de trabajo formal; la construcción habría perdido 80.774; los inmuebles y servicios prestados a la empresas 10.864, las “otras ramas” (agropecuaria, minera, electricidad-gas-agua) 28.759 y las finanzas 33. En cambio la industria, en contravía de lo que indica la caída de su valor agregado real en el primer trimestre del año, habría ganado 51.526 plazas; el empleo formal del comercio se elevó en 7.046 plazas, el del transporte, almacenamiento y comunicaciones en 6.468 y el de los servicios sociales personales y comunales en 36.281.​

Fuente: DANE, gran encuesta integrada de hogares

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  • El empleo formal con alguna educación superior es el que más se ha resentido: su crecimiento anual fue apenas del 1.1% en febrero-abril vs. 7.3% el año pasado. En cambio el empleo formal carente de formación terciaria se ha acelerado (6.3% vs 2.9%). El empleo formal más educado es usado por los empresarios como un termostato que regula los salarios de los menos educados: cuando estos aumentan frente al mínimo legal, los empresarios elevan la contratación de trabajadores más educados y disminuyen la de los menos educados, aflojando con un rezago de casi un año la presión sobre sus salarios. Fue lo que pasó el año pasado. A la inversa, cuando, frente al mínimo legal,  los salarios de los trabajadores menos educados se moderan, los empresarios vuelven a elevar también con algún rezago,  la contratación de los menos educados y  reducen la de los más educados. Es lo que está pasando este año.
  • El empleo asalariado formal también ha decaído (3.9% vs. 6.0%). Pero,  habida cuenta de que el empleo asalariado del gobierno se está disparando (en febrero- abril su tasa de crecimiento anual fue del 12.0% en el agregado de las 13 ciudades (18.7% en el conjunto de las cuatro principales), el componente privado del empleo asalariado formal se ha desacelerado todavía más (3.2% vs 6.6%)
  • Por su lado, el empleo informal está volviendo a elevarse desde mediados del año pasado. Había crecido en 2014 a una tasa media del 1.0%. En febrero abril estaba creciendo más rápidamente,  al 2.5% anual.
  • Desestacionalizada, la tasa mensual de desempleo en las trece ciudades está subiendo otra vez: 10.5% en abril vs. un promedio de 9.5% en enero-marzo.

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4. En el agregado de las cuatro ciudades principales del país 

El crecimiento anual del empleo formal que había sido del 5.0% el año pasado se redujo a 3.4% en febrero-abril.  En contrapartida, el empleo informal cuyo crecimiento anual apenas había sido  del 1.0% el año pasado estaba creciendo en febrero-abril al 2.5%.
 
  • Las ciudades más afectadas por la desaceleración del empleo formal fueron Barranquilla (6.3% en 2014; 1.1% en febrero-abril) y Medellín (7.9% y 1.9% respectivamente). En Barranquilla el desempleo ha aumentado apenas ligeramente pero el crecimiento anual del empleo informal se ha disparado (19.9% en febrero-abril vs -0.4% en promedio para el año pasado). En Medellín, el empleo informal sigue cayendo, pero la tasa desestacionalizada de desempleo, que había estado por debajo del 10% a mediados del año pasado, ha vuelto a elevarse (11.3% en febrero-abril últimos).  
  • Bogotá experimentó una  desaceleración menos marcada (del 3.1% al 2.1%). En cambio el empleo formal de Cali ha continuado en auge (7.5% y 12.9%)


​5. En el conjunto de las nueve ciudades intermedias 

El empleo formal también se ha desacelerado aunque de manera menos pronunciada (5.2% en 2014; 4.0%.en febrero-abril). 

  • El empleo formal está cayendo en Cartagena (-3.4% en febrero-abril vs. una media del 7.6% en 2014) y también en Ibagué (-5.3% vs. 2.9%). 
  • La desaceleración ha sido más moderada en Pereira (3.2% vs. 8.0%) y en Villavicencio donde el crecimiento anual sigue siendo muy alto (5.4% en febrero-abril vs. 7.2% en promedio el año pasado). 
  • En cambio la dinámica del empleo formal se ha acelerado en Bucaramanga (8.9% vs 6.6%), Pasto (12.8% vs. 3.7%), Manizales (6.1% vs. 2.9%) y Montería (3.9% vs.1.1%). 
  • Algo similar está pasando en Cúcuta  donde el crecimiento anual del empleo formal en febrero-abril fue del 8.9% (vs. 1.6% el año pasado). A pesar de no ha podido superar la crisis del comercio fronterizo con Venezuela, esta ciudad ha respondido parcialmente al alza en el empleo asalariado del gobierno, una política  que se puso en práctica desde comienzos del año pasado; restando ese componente, sin embargo el empleo asalariado privado que había caído el año pasado (-4.2%) estaba creciendo apenas muy ligeramente en febrero-abril (al 0.9%).



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Profesor Escuela de Economía y Finanzas
Universidad EAFIT
hlopezc@eafit.edu.co​