¿Por qué decidió estudiar economía?
A los 17 años no se sabe qué hacer, pero a mí me ayudaron a escoger dos cosas: primero, cuando yo estaba en el colegio a mí me iba muy bien en matemáticas y con los problemas abstractos. Pero al mismo tiempo me interesaba por la política, los problemas sociales y la historia. Entonces me pareció que el mejor producto de los dos campos era la economía. Segundo, por ese entonces yo participaba mucho en un blog que tenía Alejandro Gaviria, quien en ese entonces era profesor de la Universidad de los Andes y quien luego fuera ministro. Fue gracia a lo que él comentaba en su página y escribía en la columna del periódico El Espectador que entendí qué es lo que hacía un economista, qué discusiones se tenían en el ámbito y el poder de analítico que conlleva la profesión. Esas dos razones fueron las que me llevaron a la economía.
¿Qué es lo que más le gusta de la economía?
De la economía siempre me gustó la rigurosidad analítica. Uno entiende que los problemas sociales son bien complejos y que la capacidad analítica de uno es bien limitada, entonces uno tiene que simplificar. Todo el mundo simplifica todo, pero la economía enseña a simplificar de una forma más sistemática y eso fue lo primero que me gustó. Lo segundo, fue la rigurosidad de los datos: el manejo del método científico para analizar los mismos y construir hipótesis.
Por otro lado, a mí me interesa mucho la relación entre política y economía: cómo el poder político afecta a las reglas económicas y, especialmente, todo enmarcado en la historia. Terminé entonces escogiendo como áreas de trabajo la historia económica y la economía política. También me interesa mucho explorar la divergencia en los niveles de vida que hubo entre Estados Unidos y Latinoamérica entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Todo explicado por las fuerzas políticas. En esto se basa mi investigación de doctorado.
¿Cómo contribuyó la Universidad en su desarrollo profesional?
EAFIT me ayudó mucho en la parte académica: con las bases que yo obtuve acá, habiendo tomado varios cursos y visto clases con profesores del extranjero, me comparo con mis compañeros de doctorado y de verdad que llegué muy bien. Estas metodologías de estudio contribuyeron mucho a mi formación. Hoy en día sé que esas metodologías se han incrementado mucho más; tanto que, teniendo en cuenta lo mucho que ha crecido la Universidad, puede estar dentro de las tres mejores para estudiar Economía en Colombia. Asimismo, la EAFIT me abrió la mente para mirar hacia afuera, pensar en qué más puedo hacer y no simplemente planear a nivel local. No se trata de pensar grande en lo monetario necesariamente, pero sí en que si te gusta algo lo puedes hacer y resaltar por eso.
¿Cómo se siente al volver a la Universidad y presentar su investigación?
Estaba un poco nervioso antes de venir y presentar este trabajo acá en la Universidad. Muchos de los que vinieron me dieron clase, incluso de Microeconomía I que es de los primeros semestres, hubo profesores que no veía desde el 2010 y otros de los cuales fui asistente de investigación. Hubo varios que conocí y contribuyeron a mi formación y presentármeles me daba nervios, principalmente porque uno se pregunta si realmente estará a la altura de lo que ellos piensan de uno, pero igual uno termina disfrutando la discusión académica con ellos, me dieron buenos aportes y me hicieron buenas preguntas. No se trata de estudiar y solo ser un académico, sino que las discusiones son importantes.
¿Sobre qué trata, a grandes rasgos, su paper?
Yo estoy estudiando el rol de la economía cafetera en el desarrollo de Colombia apuntando a varias áreas: por ejemplo, cómo el incremento del ingreso agrícola a principios del siglo XX pudo ayudar a generar la industria y la especialización en las diferentes zonas geográficas en los diferentes sectores de la economía.. En resumidas cuentas, es establecer cómo se desarrolla económicamente el país.
¿Qué proyectos tiene para el futuro?
A mí me interesa mucho los temas políticos, cómo los diferentes planteamientos políticos generan distintas reglas económicas. Cómo las diferencias leyes políticas pueden excluir económicamente a grupos de personas, y sabiendo que exclusiones fueron muy fuertes en Latinoamérica en el siglo XX, aún hoy tienen repercusiones en la región. Estos temas son los que trabajo y en los que me gustaría mantenerme.
¿Algún consejo para los estudiantes del pregrado de Economía?
A los que están estudiando economía les recomiendo que lean mucha historia y que aprendan a programar, de hecho todos deberían programar, pero en la economía hay muchas herramientas que se aprovechan mejor con esta habilidad.
Sebastián Garcés Arbeláez
sgarce10@eafit.edu.co