Por: Liz Londoño-Sierra
De las doce divisiones de bienes y servicios que componen la canasta básica, las que explican el 87% de la variación mensual de mayo con respecto al mes de abril son: alojamiento, agua, electricidad y gas (0.14%); alimentos y bebidas no alcohólicas (0.10%); restaurantes y hoteles (0.02%); y, bebidas alcohólicas y tabaco (0.01%). Cada una de ellas con un peso en la canasta del 33.12%, 15.05%, 9.43% y 1.7%, respectivamente. En el gráfico 1 se puede observar la variación que tuvo cada división de gasto en el mes de mayo.
Es de anotar que la mayor variación mensual se presentó en bebidas alcohólicas y tabaco. Particularmente, los mayores aumentos en el precio de los licores se dieron en: vino, champaña, jerez y aperitivos a base de vino para consumo en el hogar (2,06%), whisky, ron, brandy, vodka, ginebra, coñac, tequila, cremas de licor y aperitivos (1,47%) y cigarrillos, tabaco y derivados (1,16%). Mientras, los de menor incremento fueron: cerveza y refajo (0,39%) y aguardiente (0,79%).
En lo que va corrido del año, hasta el mes de mayo, la inflación acumulada es de 2.44%. Sin embargo, como se puede observar en el gráfico 2, el comportamiento de la inflación anual mensualizada se mantiene en el rango meta establecido por el Banco de la República. Comparando lo ocurrido entre mayo de 2018 y el mismo mes del año 2019 se nota un aumento en la inflación de 0.15 puntos porcentuales.
Dado que la canasta básica de bienes y servicios, establecida por el DANE para realizarle seguimiento a los precios, contiene bienes importados y que la tasa de cambio se encuentra depreciada (ver gráfico 3), en parte, por el efecto del programa de acumulación de reservas internacionales que el Banco adoptó entre septiembre de 2018 y mayo de 2019, habrá que evaluar con cuidado los efectos que las presiones cambiarias pudieran haber tenido sobre la inflación, máxime si se considera que el Banco ha adoptado también una política monetaria moderadamente expansiva, manteniendo constante la tasa de interés de intervención.