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26 de septiembre de 2011
“El camino fácil no siempre es el correcto”
La modalidad de suplantación es una forma de fraude que tiene consecuencias para los estudiantes, como por ejemplo la suspensión de sus estudios, sin contar con el drama familiar.
El proyecto Atreverse a Pensar comparte otro caso de fraude en las aulas: la suplantación. En esta oportunidad se expone la situación de dos hermanas que incurrieron en este acto y que hoy asumen las consecuencias de esta conducta no ética.
Había que presentar un examen importante y Laura* pasaba por un mal momento. Su hermana, al ver la situación, decidió acudir a la prueba y hacerse pasar por ella. Ambas así lo acordaron.
No obstante, en plena evaluación un docente se percató del hecho, se acercó donde Laura, la llamó por su nombre y la dirigió a una oficina.
A partir de ese momento las dos estudiantes de la Universidad fueron citadas ante instancias superiores y comenzaron un proceso que hoy las tiene por fuera de la Institución.
“A uno en la vida se le presentan caminos fáciles y difíciles, y el que uno tome el más fácil no siempre significa que sea el correcto”, explica una de las alumnas cuando recuerda el suceso que, aparte de interrumpirle su carrera, tiene bastante decepcionada a su familia. De hecho, aunque han pasado varios meses, no le han contado la verdad a uno de sus padres por la desilusión que le causarían.
“Nos han regañado mucho. Esto es horrible, uno queda marcado de por vida, es un error y nos sucedió por lo que vivía mi hermana”, dice.
Ante el hecho, la persona que suplantó anota que ambas no pensaron en las consecuencias y que en otras circunstancias (diferentes a las universitarias) hasta pensaría en que podría ir a la cárcel.
“La verdad es que debimos buscar otras alternativas. Mi hermana estaba mal y lo hice por cariño. Eso sí, estoy demasiado arrepentida y ando preocupada por el tema del reingreso, pues ya pedimos uno y nos dijeron que no”.
La otra estudiante, en este caso la suplantada, destaca el que su hermana haya reconocido el error desde un principio y no haya negado el asunto. “Lo que pasó no es justificable, lo sabemos… Tomamos la decisión más fácil, no la correcta”, insiste.
Tanto Laura como su hermana enfatizan y hacen hincapié en el arrepentimiento. “Ver la reacción de uno de nuestros padres fue muy fuerte. Y sí, no medimos las consecuencias, además uno piensa que no lo van a descubrir, pero otra es la realidad y hay que tener más conciencia de los actos y no dejarse llevar por los momentos”.
El futuro de las dos hermanas está en este momento en manos del Consejo Disciplinario, que deberá determinar si se les permite o no terminar a ambas sus carreras. Por ahora, las dos esperan la decisión con la convicción de que cometieron un error muy grande que deberá dejarles como lección que el fraude no es la salida.
* Nombre cambiado para proteger la fuente.