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El Rector presenta el proyecto Atreverse a Pensar
En la presentación oficial del proyecto Atreverse a Pensar, que tendrá lugar este miércoles 24 de agosto, el Rector instará a la comunidad eafitense a pensar en las causas de esta cultura del avispado pero, además, a plantear las soluciones para desvanecerla.
En medio de la guerra civil, de 1885, Simón Pérez, luego de desertar de uno de los ejércitos en contienda, llegó a las selvas del bajo Cauca en busca de una mina de oro del Conde de Nadal, a orillas del río Nus. Pasó allí dos años viviendo, a costa de engaños, de la bondad de la familia del Conde, quien desde un comienzo creyó en su palabra de ser un experto aserrador, a pesar de su ignorancia en este oficio. El buen hombre murió y el aserrador nunca se vio.
Esta es la historia del cuento Que pase el aserrador, escrita en 1914 por don Jesús del Corral y con la que comienza un escrito de Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad, para ilustrar a una promoción de graduados el imaginario colectivo que se gesta en la cultura antioqueña, en la que el paisa es visto como un ciudadano recursivo, atrevido, audaz y, tal como aparece en ese discurso, como el avispado, “palabra que agrupa con precisión esas características”.
En el texto, publicado por la Revista Aleph, el directivo expresa que el pueblo antioqueño creó el culto al avispado, una actitud que fue incrustándose en esta sociedad en la que es común aplaudir esas actitudes engañosas y facilistas, y desacreditar, en ocasiones, aquellas que prefieren lo legal, lo correcto, lo que requiere de esfuerzo.
De esto hablará el Rector, este miércoles 24 de agosto, en la presentación oficial del proyecto Atreverse a Pensar, que tendrá lugar en el Auditorio Fundadores a las 5:00 de la tarde, y a la que está invitada toda la comunidad eafitense y también el público en general.
La iniciativa ya lleva varias semanas en desarrollo que, con frases y espacios para la discusión, ha buscado generar la reflexión en torno al tema.
“Lo que queremos con este proyecto es resaltar cómo en los últimos meses en Colombia el tema de la corrupción es un asunto de todos los días y de primera página. Lo que nos extraña es que nadie haya alzado la voz y el por qué todos nos limitamos a la denuncia y no a realizar los correctivos para esas conductas”, señala el Rector y agrega que ahí es donde EAFIT se pronuncia con urgencia para preguntarse qué pasa.
Su conferencia, que recibe precisamente el nombre El culto al avispado, estará enfocada en tres aspectos importantes. El primero será resaltar la problemática, mostrar las diferentes manifestaciones que esta tiene en la sociedad y ejemplificar esas situaciones que son evidentes en la cotidianidad.
Para esto se ha estado preparando. A su oficina han llegado textos como El diccionario folclórico del pícaro paisa, un libro que, como él mismo lo define, es la representación de nuestro folclor que lo que ha hecho es exaltar al vivo, al pícaro, al avivato, pero que no se ha ocupado del científico y del estudioso.
“Hemos dado una valoración excesiva a la viveza, y no realmente al que está dentro de las normas y dentro del conocimiento”, expresa.
Pero no será suficiente con poner en evidencia los hechos que demuestran lo anterior. Por eso, una segunda parte de la conferencia será para explorar cuáles son las causas culturales que han generado esas actitudes y esas situaciones que pueden venir desde la escuela.
“El artículo El culto al avispado lo escribí porque me preocupa mucho que ya no hay una valoración social del conocimiento, y la pregunta que hay que hacerse es: ¿de dónde aprendimos esto?, y si somos tan vivos y tan aviones ¿para qué estudiamos, para que tenemos una Universidad? Se trata, entonces, es de mirar que nos han llevado a esta situación”.
Una voz de esperanza
Un tercer momento de la charla será para lanzar, como lo ha llamado el mismo Rector, una voz de esperanza. Es poner sobre la mesa aquellas preguntas que permitan el análisis y la reflexión acerca de cuáles son esas soluciones que se deben implementar para ir desvaneciendo esa cultura.
Para esto, la propuesta se planteará a través de ejemplos exitosos que algunas sociedades han adoptado para tomar correctivos. “Es mirar a través de qué acciones sociales se puede afrontar la problemática”, indica el Rector convencido de que el primer papel de la sociedad es crear el ambiente propicio para que florezca el conocimiento, ese que reside en las universidades.
“Se necesita de una sociedad que valore al científico, al intelectual, al artista, por encima del avispado. Una sociedad donde el saber y el conocimiento sean un deleite, una aventura apasionante y no una fuente de tortura y padecimiento como ocurre hoy en nuestra educación básica”, dice uno de los párrafos del artículo en mención.
Líneas que él mismo corrobora hoy: “El siglo XXI no es el siglo de los vivos y de los avispados que hacen negocios, pero no empresas... La economía está basada en el conocimiento y, entonces, ¿cuál es el sentido de una Universidad y de generar ese conocimiento?”.
Esos interrogantes serán despejados en la conferencia. Pero, más allá de respuestas, lo que el Rector pretende en la presentación oficial del proyecto Atreverse a Pensar es proponer nuevos interrogantes, invitar a la reflexión y abrir un amplio abanico de posibilidades para hacer frente a la cultura del avispado, esa de la que, como él asegura, hay que desconfiar.