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7 de octubre de 2011

Un espacio para responder: ¿por qué hacemos trampa?

 

 

Algunas de las manifestaciones humanas que evidencian evasión de las normas serán explicadas en la conferencia ¿Por qué hacemos trampa?, que tendrá lugar el martes 11 de octubre y que será la actividad académica central de la segunda fase del proyecto Atreverse a Pensar.

Como parte del prólogo del informe de la llamada comisión de sabios a la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo de Colombia, -hecho que se dio a mediados de los años 90-, Gabriel García Márquez escribió su propio análisis de lo que él considera es la cultura de los colombianos, quienes, en sus palabras, son de dos países a la vez.

“En cada uno de nosotros cohabitan, de la manera más arbitraria, la justicia y la impunidad; somos fanáticos del legalismo, pero llevamos bien despierto en el alma un leguleyo de mano maestra para burlar las leyes sin violarlas o para violarlas sin castigo”, decía el nobel en el texto.

Esta afirmación bien puede estar ejemplificada con acciones cotidianas que dan cuenta del incumplimiento de normas como es el transitar por zonas prohibidas, no respetar las señales de tránsito, incurrir en falsificación de documentos para evadir pagos o impuestos, saltarse conductos regulares ante entes públicos para lograr hacer un trámite en menos tiempo, colarse en las filas, hacer fraude académico, entre otros.

Y todas las conductas anteriores son parte de la radiografía que Mauricio García Villegas, doctor en Ciencia Política de la Universidad Católica de Lovaina y abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana, establecerá en la conferencia ¿Por qué hacemos trampa?, que se realizará el martes 11 de octubre a las 10:00 a.m., en el Auditorio Fundadores de EAFIT con entrada libre.

El docente de la Universidad Nacional también contextualizará su conferencia en lo que compete al fraude académico, que considera otra de las manifestaciones del incumplimiento de la norma. El tema es propicio para la segunda fase del proyecto Atreverse a Pensar que, en estos momentos, invita a la comunidad universitaria a hablar de ética y academia.

Mauricio, quien además es columnista del periódico El Espectador, explicará por qué en Colombia y en América Latina es tan común la cultura de la ilegalidad y del incumplimiento, fenómenos que, en su concepto, son muy complejos y de los que dará algunas luces para resolverlos.

“El que las normas no se cumplan no es un problema exclusivo del derecho, va más allá y se asocia con temas como la cultura ciudadana, fundamental para construir una democracia mejor y un régimen político más equitativo y justo”, afirma el abogado.

Estos temas los trabaja el catedrático desde hace tiempo en el campo de la sociología del derecho, disciplina que estudia la ineficacia de las normas y en la que se hacen evidentes estos fenómenos.

Al respecto, y tal como lo indica en el libro Normas de papel, del que es autor, García Villegas mostrará las investigaciones empíricas que se han realizado sobre los incumplidores, que incluye una caracterización de estos como son: vivos, rebeldes, arrogantes, taimados, déspotas y restauradores, así como de los contextos en los que actúan y de las implicaciones negativas de sus comportamientos.

“Se trata también de que miremos qué podemos hacer como ciudadanos para evitar la ilegalidad y el incumplimiento de las leyes, pues esto causa muchos problemas en términos económicos, políticos, sociales y culturales”, aduce.

Enfoque desde la academia

Lo enumerado por Mauricio García lo ratifica Nathalia Franco Pérez, jefa de Departamento de Comunicación y Cultura de EAFIT, y directora del proyecto Atreverse a Pensar, al asegurar que la conferencia cierra una etapa que ha puesto a pensar a profesores, estudiantes y comunidad sobre roles y responsabilidades dentro del mundo académico en la búsqueda por lograr una formación integral que supere los conocimientos técnicos.

“Mauricio traslada el tema del fraude al ámbito académico para comparar la realidad social con la de las aulas y la idea, por supuesto, es mirar posibles soluciones para evitarlo”, indica la comunicadora.

En este sentido, el invitado cree en la solución teórica, pero considera que en la práctica estos asuntos no se erradican tan rápido como se quisiera.

“Como todo problema cultural, solucionar el asunto del fraude y en general de la ilegalidad tarda mucho tiempo, incluso generaciones, porque esto no se cambia con un decreto o una consigna, hay que insistir mucho para lograrlo y por eso su importancia”.​