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02 de marzo de 2012

Un supercomputador
que conecta
la investigación del
país y el mundos

Este equipo de supercomputación es una donación de la Universidad de Purdue como parte de la firma de un convenio de cooperación académica con EAFIT.


 

• Gestionar altos volúmenes de información, resolver cálculos de manera rápida y reducir el tiempo de investigación son algunas de las ventajas que ofrece Apolo, el equipo de supercomputación que le entregó Purdue a EAFIT.


• Esta herramienta llega a la Universidad gracias al convenio con esta institución norteamericana. A través de esta se podrán adelantar proyectos de alcance local, regional y nacional.

Un supercomputador que facilitará el desarrollo de fuentes de energía alternativas y sostenibles para las zonas marginales del Chocó, la reducción de casi un siglo en la investigación de temas relacionados con enfermedades tropicales como la leishmaniasis o el montaje de un centro de información que apoye el sector de la moda.

Avances de este tipo serán posibles gracias a Apolo, un equipo que EAFIT recibió por parte de la Universidad de Purdue, institución estadounidense que en la actualidad lidera la red Nano Hub, con más de 200 mil usuarios en el mundo.

La máquina cuenta con 160 procesadores distribuidos en 40 servidores de doble núcleo cada uno, un espacio físico dotado con un sistema de aire acondicionado y con capacidad para crecer cinco veces más, conectividad a través de la red Renata y tolerancia a fallas eléctricas.

Sin embargo, más allá de estos aspectos técnicos, el supercomputador llega para integrarse a los procesos de formación e investigación de EAFIT y otras universidades, y así mismo para contribuir con diferentes proyectos en el ámbito local, nacional e internacional.

“En una la visitas de la Universidad de Purdue se evidenció el interés en la construcción de un sitio que comenzara a descentralizar la información de ese centro de nanotecnología y al mismo tiempo potenciara el desarrollo de la infraestructura tecnológica en el país”, comenta Juan Guillermo Lalinde Pulido, profesor del Departamento de Ingeniería de Sistemas de EAFIT y uno de los líderes de este proyecto.

El docente insiste en que, más allá de la capacidad computacional, Apolo es una herramienta que facilitará las labores de investigación en términos de de alto rendimiento y modelos numéricos, la gestión de grandes volúmenes de información, la articulación de organizaciones virtuales que se encuentren establecidas en diferentes puntos geográficos, y la educación y la preparación de la fuerza de trabajo para el futuro.

“La gracia del equipo es que hace cálculos muy feroces, es muy rápido. Eso nos significa un reto de pensar temas más complejos de investigación”, explica por su parte Alberto Rodríguez García, decano de la Escuela de Ingeniería de EAFIT y quien también ha seguido de cerca esta alianza.

De esta manera, el supercomputador entra a apoyar investigaciones de alto alcance, como Epic, una iniciativa de enseñanza basada en el servicio, con presencia en 12 países y en la que los estudiantes universitarios desarrollan proyectos sociales en el transcurso de una materia.

“En este momento, hay una unión de las universidades Purdue, Católica del Norte, Tecnológica del Chocó, de Antioquia y EAFIT; y el Ministerio de Educación Nacional para desarrollar fuentes de energía alternativas sostenibles en las zonas marginales del Chocó. Ahí, esta infraestructura se articulará con la parte de comunicaciones, intercambio y gestión de información”, indica Juan Guillermo.

Para facilitar el trabajo del investigador

El programa para la Erradicación y Control de Enfermedades Tropicales (Pecet), de la Universidad de Antioquia viene trabajando desde años algunos años en la búsqueda de medicamentos cuyos efectos secundarios permitan ayudar a combatir la leishmaniasis.

Cuando esta institución comenzó a desarrollar el proyecto pensaban que iba a tardar 120 años, pero gracias al apoyo de la IBM y de la vinculación del clúster computacional donado por Purdue, se estima que  el tiempo se ha reducido de 15 a 20 años.

Básicamente, este equipo permite trabajar con base a modelos de biología computacional. Se ingresaron 600 mil medicamentos con ciertas características y 4.300 proteínas, con la intención de encontrar cuáles de ellos se acoplan y logran inhibir la manifestación de la enfermedad.

“Y es que el principio fundamental de la supercomputación es que las tareas se puedan dividir y por ende se reduzcan los tiempos de cada proyecto. Así se propicia que el investigador se dediqué más a la fase productiva y de análisis que a la operativa”, explica Juan Guillermo.

Este recurso se convierte en un aporte para el proyecto Expedición Antioquia 2013, en el que se espera que esta infraestructura tecnológica recopile y gestione la información del departamento para disposición de investigadores y el público en general, o como insumo para la toma de decisiones gubernamentales.

La creación de un centro de información para el sector de la moda en convenio con Inexmoda y el apoyo a Grid Colombia para la consolidación de una ciberinfraestructura nacional son otras de las iniciativas con las que esperan vincularse mediante este soporte tecnológico.

“En el ámbito institucional, los grupos de investigación de Economía, de Ciencias Básicas y algunos de Ingeniería de EAFIT van a tener una herramienta de cómputo que no teníamos antes para la investigación”, describe el Decano.

En esa medida, se están pensando en la integración de otros equipos con los que cuenta la Universidad para aumentar la capacidad y tenerlo a disposición de docentes, estudiantes e investigadores externos.

Para Juan Guillermo, esta donación se convierte en el punto de partida que permite unir fuerzas entre instituciones y capitalizar esfuerzos que posibilitan compartir recursos computacionales, al mismo tiempo que se avance en el nivel de investigación científica del país.​