Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

Noticias / Institucional-Academia

¿Y tú qué piensas?

 

La comunidad universitaria ha venido expresando sus opiniones sobre el culto a la viveza, y sobre la importancia de reflexionar en este y los otros temas que propone el proyecto Atreverse a Pensar.

Al curso ética y responsabilidad social, que dicta el profesor Horacio Manrique Tisnes a alumnos de la Escuela de Administración, se traen como ejemplos casos del mundo de los negocios en los que, en algunas ocasiones, se carece de valores éticos.

Sus estudiantes intercambian opiniones, hacen reflexiones y evalúan el papel que asumirán en las empresas que podrían liderar en el futuro.

Ahora, algunos de los diálogos de este tipo de asignaturas dan un salto del ámbito académico al institucional, en el que la comunidad universitaria está invitada, en una primera etapa, a debatir sobre el culto a la viveza, gracias al proyecto Atreverse a Pensar que, desde el 18 de julio, hace un llamado para detenerse y preguntarse qué está pasando.

La pertinencia de esta propuesta la valida el docente Horacio al expresar que en un mundo donde los negocios son una prioridad, se hace urgente hablar de valores.

Felipe Francisco Lorenzo Ortega Escovar, profesor de la asignatura derecho empresarial laboral, cuenta que en sus clases explica que, si bien las empresas e instituciones tienen un gran valor en el mundo actual, no son nada distinto a las personas que las integran. “Esas personas no son ajenas a los valores que llevan dentro y es responsabilidad de los entes educadores y de la familia cultivarlos”.

El docente parte de una visión: en el respeto está la base de todo. “Yo enfoco la materia no en hablar de la estructura jurídica ni de las relaciones laborales, sino en que es el respeto por las personas lo que hace que no se necesite esa legislación”.

 

Otras opiniones

Otro punto de vista cercano a esta percepción viene de Jairo Alfonso Girón López, capellán de la Universidad, quien aduce que quien es honesto y responsable no necesita romper las normas ni transgredir a los demás.
 
Este testimonio lo respalda David Suárez Tamayo, docente de la Escuela de Derecho, quien argumenta que cuando una persona logra, a través de sus capacidades, alcanzar una meta, se da cuenta de que no hay necesidad de sacar provecho fácilmente de las circunstancias ni pasar por encima de otros. “Y ahí es cuando el mérito se convierte en la mejor forma de llegar a algo”.

Elsa Efigenia Vásquez Rodríguez, jefa del Departamento de Desarrollo Artístico, aduce que es más difícil ser corrupto que vivir sanamente y al servicio de los demás, porque “ser vivo requiere de maquinar cosas todo el tiempo”.

Por su parte, Santiago Olarte, estudiante de Ciencias Políticas, afirma que más allá de apelar a los valores que cada quien lleva dentro, se trata de no participar de actitudes y comportamientos corruptos, y rechazar esta cultura de la viveza. “Hay que decir no a ese tipo de actuar poco honesto y que muchas veces alentamos sin darnos cuenta”.

Aunque, como lo indica el profesor Horacio, no hay fórmulas exactas para resolver los asuntos éticos, sí se pueden adoptar actitudes adecuadas en cada decisión que se tome en la vida.

 

Detenerse y pensar

Para el docente Felipe Ortega proyectos como el que adelanta EAFIT son de mucha pertinencia porque permiten a cada persona interrogarse sobre su quehacer, por encima de los resultados económicos o profesionales.

La jefa del Departamento de Desarrollo Artístico, por su parte, le da mucho valor al hecho de generar interrogantes, más cuando opina que, desde hace mucho tiempo, el ser humano no se detiene a pensar, “porque pensar significa reflexionar sobre uno mismo y sobre el entorno de forma voluntaria, pues las preguntas no se encuentran en el camino, hay que construirlas”.

Y una forma de repensar sobre lo que se hace, en palabras de Santiago, es a través de estos espacios. “Es una buena forma de tratar el problema del culto al vivo que hace parte de este imaginario antioqueño”.

Daniel Moreno Velásquez, también alumno de Ciencias Políticas, coincide con esto al decir que “hay que generar conciencia de que vivimos en un país al que tenemos que tratar de entender y que no nos podemos quedar con lo que vemos en las noticias”.

“La Universidad está cumpliendo con su labor de responsabilidad social porque se compromete, no solo con la formación de profesionales, sino de personas éticas que aporten nuevas ideas a la ciudad y al país”, concluye el profesor Felipe Ortega Escovar.

“En esta cultura se está entendiendo mal el asunto de la honestidad porque el hecho de que una persona sea honesta no quiere decir que sea bobo. Aunque muchas veces los ‘bobos’ son los que consienten las actitudes de los vivos”.
David Tamayo Restrepo, estudiante de Derecho.

“Hay gente que se acostumbró a vivir así, siendo el vivo. Y la idea es no sacar ventaja de los demás, pero tampoco dejar que otros saquen ventaja de uno”.
Daniela Zuluaga Vélez, estudiante de Ingeniería de Diseño de Producto.

“En los negocios, por ejemplo, muchas veces no hay comportamiento ético. Se trata de sacar ventaja. Esto es lo que se llama capitalismo salvaje”.
Juan Manuel Maya Zambrano, estudiante de Ingeniería Civil.

“Hacer parte de la cultura de la viveza no es algo a lo que uno se adhiera solo porque es cultura. Depende de la personalidad y de la ética de cada quien tomar la posición que quiera frente a esto”.
Patricia Rivera Chevel, estudiante de Ingeniería de Diseño de Producto.

“Nada asegura que una persona ventajosa será la que tendrá éxito. Porque ese que uno consideraba el nerds de la clase es el que seguramente tendrá éxito”.
Daniel Cardona Márquez, estudiante de Derecho.

“No estoy de acuerdo con la cultura del vivo, pero sí en que hay que saber cultivar las relaciones con las otras personas, no para sacar ventaja de algo. En vez de existir la cultura de la viveza, debería existir la cultura cooperativa, la cultura de ayudar al otro”.
Ayem de Jesús Giraldo Alzate, estudiante de Ingeniería de Sistemas.

“La cultura paisa se caracteriza porque muchas veces se pasa por encima de cualquiera para lograr las cosas, y esta misma cultura nos muestra que siempre el que va a tener la culpa de que las cosas pasen es el ‘bobo’, el que se dejó engañar, y no el que trasgredió”.
Carolina Isaza Velásquez, estudiante de Ingeniería de Diseño de Producto.

​ ​