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Medellín emprendió desde la primera década del siglo XX

​​​​Aunque desde los años 30 Medellín se conoce como la capital industrial de Colombia, el grupo de investigación Historia Empresarial reveló que su industrialización comenzó desde 1900.


Grupo de Investigación Historia Empresarial: Natalia González Salazar, profesora de cátedra; Juan Carlos López Díez, coordinador del grupo, y Diana Londoño Correa, profesora de tiempo completo área estrategia.
Andrés Felipe Giraldo Cerón
Colaborador / Proyectos de investigación​

Descalzos, entre las calles empedradas, caminaban algunos medellinenses a principios de siglo XX, unos porque no podían comprar este símbolo de estatus, otros porque se resistían a usar zapatos o, simplemente, no los necesitaban para sus pies anchos de campesinos que, poco a poco, arribaban en busca de trabajo y oportunidades.​

Sin embargo, las cosas cambiarían rápido en una de las ciudades más prósperas del país. En 1905 Medellín contaba con 54.946 habitantes y la industria brotaba como “espuma del revuelto mar”, en palabras de Enrique Echavarría, empresario de la época. Precisamente, con esta frase comienza La industria en Antioquia, 1900-1920 –el segundo tomo de Fuentes documentales para la historia empresarial–, investigación realizada por el Grupo de Historia Empresarial (GHE) de la Universidad EAFIT.

En total se estudiaron 97 registros que fueron localizados y digitalizados.

Algunos ejemplos que confirman las palabras de Echavarría son: Estrada y Wolff, fundada en 1901; Cervecería Antioqueña (1901),Compañía Antioqueña de Tejidos (1902), Zimmerman, Tagnard y Compañía (1903), Posada y Tobón –hoy Postobón– (1904), Coltejer (1907), Harinera Antioqueña (1912), Noel (1914), Manufactura Nacional de Sombreros (1914), Compañía Nacional de Puntillas (1916), Fábrica Nacional de Conservas Alimenticias (1917), Coltabaco (1919), Compañía de Calzados Rey Sol (1919),Compañía Nacional de Chocolates (1920), Fabricato (1920), Fundición y Talleres de Robledo (1920), entre otras.

​​Esta variedad de empresas evidencia la diversidad de sectores económicos en las primeras dos décadas del siglo XX en Medellín. De esta manera, la investigación reveló que, para mayo de 1916, en Medellín ya había más de 70 industrias que producían elementos tan variados como cigarrillos, granos, bebidas, libros, tejidos y fósforos. Empresas que crecieron y catapultaron la ciudad como un polo de desarrollo nacional.

Así cambiaron poco a poco las costumbres y los zapatos, por ejemplo, se popularizaron con los volúmenes de producción. De hecho, los investigadores encontraron que en 1922 la Compañía de Calzados Rey Sol contaba con 70 empleados (33 mujeres y 37 hombres), un sector económico que parecía haber sido poco explotado en la ciudad, pero que estimuló la popularización del calzado en Medellín. 

Otro testimonio que demuestra el rápido proceso de industrialización de Medellín en los primeros 20 años del siglo XX es la Cervecería Antioqueña. Nació en 1901 y, en 1905, tomó el nombre de Cervecería Antioqueña Consolidada. Junto con la Cervecería Libertad (de 1919) fundaron la Cervecería Unión en 1930, la cual aún hoy existe.​

Todo lo anterior revela cómo el proceso industrial de desarrollo se dio más rápido de lo que se ha dicho, pues mientras algunos historiadores colombianos ubicaban el inicio del proceso de industrialización del país en la década de 1930, con los documentos encontrados se determinó que no solo en Antioquia, pero sí liderado desde esta región, este proceso comenzó con fuerza desde la primera década del siglo XX, dice Juan Carlos López Díez, coordinador del GHE.​

Estos hallazgos fueron posibles gracias a la investigación documental emprendida por este colectivo desde 2006, que recopiló escrituras de constitución de sociedades que reposan en el Archivo Histórico de Antioquia, puntualmente de los tomos de algunos volúmenes de las notarías Primera, Segunda y Tercera de Medellín, y algunos de la Cuarta.​

En la minuciosa pesquisa, que requirió la revisión hoja por hoja de muchos archivos notariales, identificaron y digitalizaron 97 escrituras de constitución de sociedades anónimas y colectivas de comercio para el periodo 1900-1920. No obstante, en el nuevo tomo solo publicarán 65 de estas.

Como lo advierte el investigador Jairo Andrés Campuzano Hoyos, si bien es un número representativo de compañías, “no son la totalidad de empresas constituidas en ese tiempo”. Dicho listado queda pendiente para una investigación futura, con el fin de consolidar el número exacto de compañías.

Historiografía empresarial

López explica que en Antioquia “tenemos una cultura muy oral y poco escrita” y si bien esto no representa un problema, sí destaca la importancia de consolidar los registros históricos en documentos textuales. 

La historiografía, precisamente, se encarga de esta labor, estos es, sintetizar la historia de forma escrita con el fin de que sirva en el futuro para el estudio histórico. Para López, en este punto reside la importancia de esta investigación, ya que permite a estudiosos de la historia empresarial consultar una fuente fiable de información que antes no existía por fuera de los archivos históricos (los registros de constitución de estas sociedades) y mucho menos compilada como acá se presenta.

Para mayo de 1916, solo en Medellín ya había más de 70 empresas industriales.

Natalia González Salazar, una de las 15 investigadoras del GHE, dice que la recopilación de volúmenes tan grandes de información fue una tarea difícil y, dada la diversidad de empresas encontradas, crearon 12 capítulos, que se dividieron según la vocación productiva. De esta forma, se incluyeron 9 empresas de alimentos, 4 de bebidas, 6 de tabaco, 6 textileras, 3 de
confecciones y vestuario, 2 de calzado, 3 de curtimbres, 3 trilladoras, 8 imprentas y tipografías, 5 fundiciones, 5 dedicadas a la construcción y 11 industrias químicas y afines. 

Campuzano, quien ha compilado los dos tomos de esta colección –el primero es Siglo XIX en Antioquia–, cuenta que en estos documentos se pueden consultar datos como la estructura de las sociedades de ese entonces, las fechas de fundación, el objeto y el capital social, los socios, el número de acciones, la duración de la empresa, el tipo de sociedad y hasta el tipo de capitales que manejaban, ya que este podía variar entre pesos oro, “oro inglés amonedado” (libras esterlinas), papel moneda, entre otros.

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El proceso de industrialización comenzó, sin duda,desde la primera década del siglo XX.

Con este trabajo se resalta, además, la labor de varios empresarios que colaboraron enormemente con el paso de Medellín de pueblo a ciudad industrial. Tal fue el caso de personalidades como Eduardo Vásquez Jaramillo, Pedro Vázquez Uribe, Maximiliano Correa Uribe, Gonzalo Mejía Trujillo, Gabriel Ángel Escobar, Manuel J. Álvarez Carrasquilla, Gabriel Posada Villa y Valerio Tobón Olarte, Alejandro Echavarría Isaza, Vicente B. Villa, entre otros representantes de la élite regional. 

Algunos de estos individuos incluso participaron no solo en una, sino en varias empresas con su capital y su visión, diversificando sus inversiones y convirtiéndose aún hoy en referentes por su importancia en el ámbito nacional, como es el caso de Carlos E. Restrepo, quien era dueño de la Compañía Editorial Antioqueña y también fue presidente de la República. 

​Por ahora, expresa Campuzano, la puerta queda abierta desde el GHE, para que en otras regiones del país se realice la misma tarea, con el fin de construir un panorama de la historia empresarial en Colombia aún más amplio.

“Viaje al pasado sin pagar tiquetes”

Para Natalia González Salazar su trabajo como investigadora, de las decenas de tomos que revisó, representa un “viaje al pasado y sin pagar tiquetes”. 
Para ella, al igual que para el investigador Jairo Campuzano, el proceso de búsqueda documental implica también gratas sorpresas como “haber encontrado la escritura de una empresa que evidencia el paso del taller artesanal a la fábrica, como fue la Compañía Colombiana de Pavas Tropicales, escritura que entre otras cosas incluye la patente de invención de un tipo especial de sombrero”.

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Investigador

Jairo Andrés Ca​​mpuzano Hoyos 

Historiador, Universidad de Antioquia, ​​Medellín; magíster en Ciencias de la Administración, Universidad EAFIT, Medellín. Becario Colciencias-Fulbright para realizar el Doctorado en Historia en la Universidad de Notre Dame (Indiana, Estados Unidos), de 2013 a 2018. 

Es docente e investigador del grupo de investigación Historia Empresarial de la Universidad EAFIT. Es autor de las obras Juan Gonzalo Restrepo Londoño. Un legado empresarial (2013) y Almacenes Flamingo S. A., 60 años (2010), y coautor del libro Una vida electrizante. Breve historia de XM, operador y administrador independiente del mercado de electricidad de Colombia (2011).​


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Última modificación: 06/03/2017 12:45