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Innovación de productos impulsa las ventas y el empleo

​​​​​​​​​​Las empresas colombianas que innovan en productos incrementan el empleo en las compañías, según una investigación de la Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad EAFIT que analiza el comportamiento de las firmas nacionales.

 

Los resultados del estudio servirán para: primero, contribuir a que sean más acertadas las políticas públicas del país en cuanto a innovación y desarrollo. Segundo, para argumentar que las empresas colombianas requieren agregarle valor a sus productos.​

Walter Arias Hidalgo
Colaborador / Proyectos de investigación​
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​La innovación es uno de los principales motores de la economía de cualquier país. Impulsa la creación de nuevos productos, mejora los ya existentes, optimiza procesos, reduce costos, entre otros beneficios. 

Sin embargo, ¿qué sucede si los empleados de una compañía no tienen los conocimientos requeridos para desarrollar nuevos productos?, ¿qué ocurre si la optimización de procesos implica reducir trabajadores?, ¿qué pasa en países donde, como Colombia, el 50 por ciento de los trabajadores son informales? 

Responder este tipo de interrogantes es lo que busca la investigación La innovación y sus efectos sobre el empleo, evidencia a nivel de las firmas en Colombia, que desarrollan Juan Felipe Mejía, decano de la Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad EAFIT, y Yurani Arias, estudiante de la maestría en Economía de EAFIT y asistente de investigación.​

“Aquellas firmas que introducen nuevos productos​ al mercado generan más empleo en el país". Juan Felipe Mejía.

Mejía y Arias se propusieron “examinar el impacto que tiene la innovación tanto en productos como en procesos sobre el crecimiento del empleo” y demostrar esta hipótesis: que la innovación, por una parte, es positiva porque genera nuevos productos y procesos, lo que puede incrementar la productividad y competitividad de las empresas; y, por otra parte, que puede tener un efecto negativo si desplaza mano de obra y deriva en la pérdida de empleos.​


Hallazgos del estudio​

Los resultados parciales –al cierre de esta edición– muestran dos conclusiones principales: primero, que la innovación, cuando está asociada al desarrollo de nuevos productos, tiene un efecto positivo sobre elincremento de las ventas y, por ende, en el crecimiento del empleo en las empresas colombianas.

Segundo, que la innovación en procesos genera efectos ambiguos o poco claros, es decir, si se relaciona con reducción de costos el efecto puede ser negativo porque desplaza mano de obra calificada y no calificada. En cambio, si se relaciona con métodos de comercialización o de organización, los efectos no son significativos en la reducción del empleo.

De hecho, explica Arias, “aquellas firmas que están introduciendo nuevos productos al mercado, efectivamente están generando más empleo en el país”. Al respecto, complementa Mejía que “cuando la innovación es sobre procesos, si es empleo calificado, puede haber un efecto positivo, pero si es empleo no calificado puede haber un efecto negativo o no significativo”.

Ambos efectos de la innovación –en productos y en procesos– son más evidentes en las empresas grandes, pues son estas las que más invierten en innovación, investigación y desarrollo.

Sin embargo, si se tiene en cuenta que la mayoría de compañías de Colombia y Latinoamérica son micro y medianas empresas –en Antioquia el 99 por ciento de las empresas son micro, pequeñas y medianas (mipymes)– se comprende otra conclusión parcial del estudio: las mipymes colombianas invierten muy poco en innovación.
 
“Eso es crítico porque para que haya innovación, las empresas tienen que invertir. El empresario busca un rédito económico pronto y la innovación no es algo que sea tan garantizado y a tan corto plazo”, dice Juan Felipe.

Estos resultados coinciden con algunos estudios realizados en Chile, China y países europeos, donde se evidenció el efecto positivo de la innovación en producto sobre el crecimiento del empleo, y el efecto negativo o ambiguo de la innovación en procesos sobre el mismo.

La innovación deriva en crecimiento del empleo y el efecto de la innovación en procesos varía entre países.

Camino investigativo​


¿Cómo llegaron Juan Felipe y Yurani a estas conclusiones parciales? Primero revisaron minuciosamente la literatura sobre la relación de innovación y empleo, tanto en estudios nacionales como internacionales.

En la revisión encontraron que el 30 por ciento de las actividades de investigación y desarrollo en Colombia son implementadas por compañías y, el resto, por otros actores como universidades y centros de investigación. Es decir, el mismo nivel que Corea del Sur en la década de los 70 y de China en la década de los 80. En América Latina esta participación es aproximadamente del 40 por ciento, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).

Después consiguieron los datos con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que en enero de 2014 autorizó el uso de los siguientes insumos de investigación: Encuesta Anual Manufacturera para los años 2007 a 2010, Encuesta de Desarrollo e Innovación Tecnológica de la Industria Manufacturera para los años 2007 al 2010, y Encuesta de Desarrollo e Innovación Tecnológica de Servicios para los años 2010 y 2011.​


Estas encuestas de innovación y tecnología que realiza el Dane, desde 2005, fueron las más útiles para el estudio, ya que consultan a cerca de 8.000 empresas manufactureras y de servicios sobre: impacto de la innovación en la empresa; inversión en actividades científicas, tecnológicas y de innovación (Acti); financiamiento para este tipo de actividades, personal dedicado a estas, relación con actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y de cooperación para la innovación; y propiedad intelectual y certificaciones de calidad.

En dichas encuestas, Arias realizó una labor de minería de datos: limpió –retiró los datos que no eran pertinentes para el estudio–, ordenó, clasificó, estructuró, integró, depuró, validó información y trasladó bases de datos a otros programas para poder hacer los análisis necesarios.​

Con esta información debidamente seleccionada y organizada, los investigadores pudieron aplicar, por medio de herramientas econométricas (tipo estadística), el modelo teórico planteado en 2008 por los autores Rupert Harrison, Jordi Jaumandreu, Jacques Mairesse y Bettina Peters, quienes proponen una relación teórica entre el crecimiento del empleo y las actividades de innovación en el ámbito empresarial. 

Este modelo, aplicado en Francia, Alemania, España y el Reino Unido en el periodo 1998-2000, indicó que la innovación deriva en crecimiento del empleo y que el efecto de la innovación en procesos varía entre países. Es decir, el efecto es ambiguo.

En el caso de las empresas colombianas, Mejía y Arias, de acuerdo con la teoría mencionada, demostraron cuantitativamente que la innovación en producto sí incrementa el empleo en las compañías. Si bien la iniciativa de emprender una investigación que determinara la relación de la innovación con la generación de empleo surgió a mediados de 2013, la temática se deriva de la trayectoria académica de Juan Felipe, especialmente en su tesis doctoral sobre economía y en su libro Export Diversification and Economic Growth (Diversificación de Exportaciones y Crecimiento Económico).

Teniendo en cuenta estas investigaciones y las cifras producidas por el Gobierno Nacional, el Decano enfatiza en que el 80 por ciento de las exportaciones de Colombia son productos primarios (por ejemplo, café o petróleo) sin ningún valor agregado y que en el país hay carencia de investigaciones que determinen el impacto de la innovación sobre el crecimiento económico y la generación de empleo.​ 

Estudio útil​

Los resultados de este estudio, señala el académico, servirán para dos asuntos: primero, contribuir a que sean más acertadas las políticas públicas del país en cuanto a innovación y desarrollo. Por ejemplo, si los efectos de la innovación son negativos si desplazan mano de obra, el estudio recomienda capacitar a estas personas para que puedan vincularse a otros sectores de la economía en crecimiento o sectores nuevos que surjan a raíz de un proceso de transformación productiva.

“No podemos seguir teniendo una estructura económica de principios del siglo pasado”: Juan Felipe Mejía.​

Segundo, el estudio también sirve para argumentar que las empresas colombianas requieren agregarle valor a sus productos. “No podemos seguir teniendo una estructura económica de principios del siglo pasado, de seguir exportando café, petróleo, ferroníquel y productos sin ningún tipo de transformación”, expresa Mejía.​

¿Cómo cambiar esa estructura económica? Los referentes teóricos, otras investigaciones, la trayectoria investigativa y académica de Juan Felipe y los resultados parciales de este estudio indican un fin: la innovación como el motor que moverá la economía hacia la modernización.

Clasificación de empresas según su grado de innovación

Las encuestas de desarrollo e innovación tecnológica del Dane clasifican a las empresas, según su grado de innovación, así:

Innovadoras en sentido estricto: obtuvieron al menos un servicio o bien nuevo o significativamente mejorado para el mercado
internacional.

Innovadoras en sentido amplio: obtuvieron al menos un servicio o bien nuevo o significativamente mejorado para el mercado nacional o para la empresa. O implementaron un proceso productivo nuevo o significativamente mejorado para la línea de producción principal o para las líneas de producción complementarias o una forma organizacional o de comercialización nueva.

Potencialmente innovadoras: reportaron tener en proceso o haber abandonado algún proyecto de innovación, ya fuera para obtener un producto nuevo o significativamente mejorado para el mercado internacional o nacional, o para la empresa, o para obtener un proceso productivo para la línea de producción principal o para las líneas complementarias, o una técnica organizacional o de comercialización nueva.

No innovadoras: en el periodo de la encuesta no innovaron ni reportaron tener alguna innovación en proceso o haber abandonado algún proyecto para obtener innovaciones.

Investigadores​

Juan Felipe Mejía Mejía 

Profesional en Finanzas y Relaciones Internacionales, Universidad Externado de Colombia; Master of Advanced European Studies, Universidad de Basilea (Suiza), y PhD en Economía, Universidad de Hohenheim (Alemania). Decano de la Escuela de Economía y Finanzas de EAFIT. Áreas de interés: crecimiento económico, comercio internacional y economía de la empresa.










Yurani Arias Grana​da

Economista y estudiante de la maestría en Economía, Universidad EAFIT. Áreas de interés: innovación y competitividad empresarial, economía ambiental, desarrollo sostenible y energías renovables.








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Última modificación: 06/03/2017 11:31