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Trascender las remesas, reto para colombianos en EE.UU.

Más allá de la cantidad de dinero que envían los colombianos que viven en el exterior, detrás de la cifra hay cientos de posibilidades para potenciar el desarrollo socioeconómico del migrante ​y del país. De esto se trata la tesis de la profesora de la Universidad EAFIT, Sandra Milena Santamaría Álvarez, PhD en Administración de Negocios.

trascender-las-remesas.jpg Fotos​: Shutterstock.​

Más allá de la cantidad de dinero que envían los colombianos que viven en el exterior, detrás de la cifra hay cientos de posibilidades para potenciar el desarrollo socioeconómico del migrante y del país. De esto se trata​ la tesis de la profesora de la Universidad EAFIT, Sandra Milena Santamaría Álvarez, PhD en Administración de Negocios.


Margarita Zuluaga Esquivel
Colaboradora​

Cerca de seis millones de colombianos viven por fuera del país. A ese grupo se unirán otros 40 mil hombres y mujeres antioqueños que, entre 2015 y 2020, migrarán del país por razones tan disímiles como encontrar un empleo, mejorar su calidad de vida o, simplemente, el paisaje. 

Las cifras son del Dane, pero seguramente en estas se puede identificar a algún familiar o amigo que vive en el exterior y que, de vez en cuando, se manifiesta con las fotografías que publica en redes  sociales o porque su familia comenta de la remesa que acaba de enviar en moneda extranjera. 

Precisamente, el inesperado incremento del dólar a finales de 2015 –que alcanzó su valor máximo en 3.356 pesos el 15 de diciembre de 2015, respecto al máximo alcanzado en 2.446 pesos el 17 de diciembre de 2014– o el anuncio del candidato republicano Donald Trump de intervenir las remesas de los mexicanos, pusieron el tema monetario en boca de todos. ​

Unos felices con el comportamiento de la tasa de cambio representativa del mercado (TRM) porque gastarían esos dólares en Colombia, otros no tanto porque el peso se devaluaba con rapidez, lo que sirve poco cuando se viaja al exterior. Otros más, angustiados pensando en las implicaciones que podría tener una posible elección de Trump como presidente de los Estados Unidos y su impacto en las remesas con destino a América Latina.  ​

En promedio, los colombianos en los Estados Unidos envían a sus familias, mensualmente, entre 150 y 250 dólares, aunque los valores varían con mínimos de 100 dólares y máximos de 900 dólares. Según el Banco de la República, hasta el tercer trimestre de 2015 los colombianos enviaron 3.400 millones de dólares al país. Una cifra considerable, pero no es lo único que se mueve entre Colombia y los connacionales que están por fuera. 

Estos datos revelados por la investigadora Sandra Milena Santamaría Álvarez, del Departamento de Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT, muestran con claridad las actividades transnacionales y el nivel de participación de esas actividades en los grupos familiares, la comunidad y la nación. (Ver ‘Nivel de participación en actividad transnacional’). Este análisis hace parte de la tesis El impacto de las actividades transnacionales de los migrantes colombianos que viven en los Estados Unidos y el desarrollo socioeconómico del país, con la que la investiadora Santamaría consiguió su título de doctorado en Administración de Negocios de la Newcastle University y Grenoble Ecole de Management.​​

Impacto de doble vía

La profesora Santamaría expresa que el Gobierno Nacional ha hecho un gran esfuerzo para mantener a los migrantes conectados al país, especialmente en la parte política al permitirles votar, tener doble ciudadanía, participar en partidos políticos y tener representante en el Congreso de la República. Así mismo, el migrante puede seguir pagando su seguridad social y una vivienda, previendo su regreso a casa. 

“Desde mi punto de vista todavía falta. No hay grandes esfuerzos en promover inversión en tecnología y conocimiento o empresas de valor agregado. Los emprendimientos se quedan en invertir en un local para un negocio familiar o en efectivo para impulsarlo. Creo que todavía hay muchos frentes para trabajar”, explica la docente Santamaría.

​​Entre 150 y 250 dólares envían mensualmente los colombianos en los Estados Unidos a sus familias.​

Más allá de la cifra de la remesa, la eafitense Santamaría quería ahondar en la participación de los individuos en los negocios internacionales y generar unas recomendaciones que sirvieran para el desarrollo económico del país. (Ver ‘Recomendaciones para el Gobierno Nacional’). 

La investigación se hizo en tres niveles: lo que ocurre en el nivel micro o de las familias, el impacto en el nivel meso o de las comunidades y en el ámbito nacional.​​

​Poca bancarización 

Otro de los aspectos que preocupa de este tema es la poca bancarización del dinero que ingresa al país, pues casi todo se envía a través de los Money Remitter o empresas encargadas de captar el dinero en los Estados Unidos y entregarlo en Colombia, sin necesidad de pasar por un banco. Estas empresas cobran una comisión dependiendo del monto del dinero enviado, que puede oscilar entre tres y ocho dólares. 

Diferentes razones impiden la bancarización de esos dineros. En algunos casos, por la categoría de ilegalidad o porque nunca tuvieron una cuenta en el país, los inmigrantes prefieren enviar sus remesas por los Money Remitter, explica Alba Lucía Muñoz Arredondo, directora de Operaciones de Comercio Exterior de Coltefinanciera, para quien es importante que el dinero producto de las remesas esté bancarizado, lo que incidiría de manera positiva en el control del lavado de activos.

El Gobierno y las entidades regionales deben crear estrategias para motivar la realización de actividades comunitarias o de sociedad.​

Pese a las formas tradicionales de envío de remesas, algunas personas aprovechan el regreso de un familiar a Colombia y le encargan que lleve dinero, con todas las implicaciones fiscales que esto puede tener. 

El estudio también analiza las remesas no monetarias, es decir, aquellas que se hacen por medio de envío de productos o servicios. Por ejemplo, los antioqueños radicados en el exterior acostumbran pagar desde los Estados Unidos los mercados para sus familias en Colombia o enviar cajas con ropa, zapatos o electrodomésticos.​

Cerrando brechas

De los hallazgos en esta investigación se concluye que aquellas actividades que son más individuales y cuyo impacto es más directo para los migrantes y sus familias, se realizan en mayor medida y tienen efectos tanto positivos como negativos. 

Entre lo positivo se encuentra que enviar dinero a las familias contribuye a mejorar sus condiciones de vida. Por otro lado, está el desarraigo y los problemas sociales que afectan, en especial, a los más pequeños de los hogares.​

 ​Por otra parte, la participación en actividades más comunitarias o de sociedad es mucho menor y también referencia impactos positivos como negativos para las comunidades y el país en general. 

La investigadora sugiere que para conocer el alcance real de los impactos tanto positivos como negativos, “el Gobierno y las entidades regionales deben crear estrategias para motivar la realización de este tipo de actividades que promuevan sus beneficios y minimicen los impactos negativos".

Agrega, con base en los resultados del estudio, que la baja participación de los migrantes colombianos en actividades comunitarias de mayor impacto en los ámbitos comunitario y nacional no ayuda a disminuir la brecha de desarrollo existente entre Colombia y otros países más desarrollados. 

Al respecto, la investigadora Sandra Santamaría precisa que esto se debe no solo a las peculiaridades de los migrantes, sino también a las características estructurales del país que impactan tanto a migrantes como a otros participantes internacionales al realizar actividades transnacionales con el país, como ocurre con los inversionistas extranjeros. 

El trasfondo de esta historia, que une a los colombianos en los Estados Unidos con aquellos que permanecen en el país, es ver cómo se crean lazos que conlleven el desarrollo socioeconómico de todos los colombianos.

​Contacto desde la ciencia, aporte al nivel meso​

Clubes de ciencia Colombia, iniciativa de un grupo de investigadores colombianos radicados en los Estados Unidos y que cuenta con el apoyo de sus alma mater (Harvard, Yale y MIT), se inserta en el nivel meso estudiado por la docente Sandra Santamaría.

Este programa educativo busca despertar en jóvenes colombianos su pasión por la ciencia y la tecnología y, a través de este proceso, crear una red internacional de colaboración académica para beneficio del desarrollo social y económico del país.

Maier Avendaño, líder del programa, explica que esta experiencia responde a la pregunta: “¿qué puedo hacer yo si quiero regresar a Colombia?”. De ahí que esta iniciativa se inserte en el nivel meso estudiado por Santamaría, en el que las ayudas se orientan a las comunidades, es decir, su impacto no es solo familiar como las remesas sino que trasciende a un grupo poblacional más amplio.

Algunos proyectos de estos emprendedores en el exterior son: el J. Project, una iniciativa para construirle una prótesis a Juan Esteban Ospina, un joven de Anzá (Antioquia) que perdió su mano derecha; buscar soluciones al problema de acceso de agua en La Guajira, entre otros.

Para conocer más sobre Clubes de ciencia Colombia se puede consultar el artículo ‘Clubes y Proyectos de ciencia, para aprender a investigar’, publicado en la página 108 de esta edición de la REVISTA UNIVERSIDAD EAFIT-PERIODISMO CIENTÍFICO.


Nivel de participación en actividad transnacional
La investigación cualitativa de la profesora Sandra Santamaría tuvo en cuenta un grupo de 50 personas. Con base en el nivel de participación en cada una de las actividades transnacionales por parte de las personas entrevistadas, la profesora clasificó los resultados en altos, medios y bajos. Alto implica que entre 50 y 100 por ciento de los entrevistados notificaron participar en dicha actividad; medio, entre 20 y 50 por ciento, y bajo, menos de 20 por ciento.​​​
Alto implica que entre 50 y 100 por ciento de los entrevistados notificaron participar en dicha actividad; medio, entre 20 y 50 por ciento, y bajo, menos de 20 por ciento.​​

*Home Town Associations (HTAs): asociaciones de migrantes en otros países o clubes. A las colombianas generalmente se les llama Asociaciones de colombianos en el exterior.

Recomendaciones para el Gobierno Nacional 
Como parte de los resultados de su investigación, Sandra Santamaría, docente del Departamento de Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT, plantea cinco objetivos, con sus respectivas estrategias para conseguirlos, que el Gobierno Nacional puede implementar como un complemento a los esfuerzos que ha realizados hasta el momento para mantener a los migrantes conectados con el país.​​
 


Investigadora

 SANDRA MILENA SANTAMARÍA ÁLVAREZ

Negociadora internacional, especialista en Gerencia de proyectos y magíster en Administracion, Universidad EAFIT. Doctora en Administración de Negocios, Newcastle University y Grenoble Ecole de Management (DBA). Docente e investigadora del Departamento de Negocios Internacionales, Escuela de Administración de EAFIT. Áreas de interés: globalización, transnacionalismo, migración internacional, emprendimiento migrante y papel de los ciudadanos en los negocios internacionales.​​​
Última modificación: 24/03/2017 17:39