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El Eafitense / Edición 105 El sueño de cumplir sueños - El Eafitense - Edición 105

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El sueño de cumplir sueños

​​En este 2013 se cumplen 10 años del Programa Nivelatorio con Aportes de Empleados que, a lo largo de esta década, ha permitido que jóvenes de estratos 1, 2 y 3 puedan realizar sus estudios universitarios.


Desde 2003, decenas de estudiantes de escasos recursos encontraron en EAFIT una alternativa de futuro para ellos y sus familias.

Santiago Gutiérrez Jaramillo
Colaborador​​

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​Andrés Felipe Velásquez Ibarra
Colaborador

Hay conceptos que hacen carrera en el mundo actual, pero que pocas veces se vuelven tangibles. Difícilmente palabras como responsabilidad social o solidaridad pueden traspasar la voluntad para convertirse en proyectos que impacten a la sociedad. En EAFIT, desde hace 10 años, estas palabras tienen nombres propios: los de las decenas de estudiantes que encontraron su futuro profesional en instituciones de educación superior, algo que, tal vez, no se veía tan claro.

Así, el Programa Nivelatorio con Aportes de Empleados, una de las tantas iniciativas que se jalonan desde la Universidad y que cuenta con el respaldo de la Dirección de Desarrollo Humano-Bienestar Universitario, se convirtió, con el paso de los años, en una de los proyectos más importantes en el que participan los empleados de la Institución y que busca construir una mejor sociedad en la que se cierre aún más la brecha social a partir de oportunidades que solo puede brindar la educación.

Dicho programa surgió como idea en 2002 y se materializó en 2003, gracias a la gestión de Juan Diego Vélez Maya y Mauricio Vélez Upegui, quienes entonces ejercían como secretario general y vicerrector de la Universidad. Ellos invitaron a Ángela Echeverri Restrepo, directora de Desarrollo Humano, para que, desde su dependencia, motivara a los empleados a hacer aportes voluntarios que permitieran establecer un programa nivelatorio para estudiantes de undécimo grado de bachillerato.
 
Inicialmente se invitaron 90 instituciones educativas de estratos 1, 2 y 3 para que participaran con sus mejores estudiantes. Cerca del 90 por ciento de planteles aceptaron el reto y de estos se seleccionaron a 50 estudiantes para comenzar el proyecto en los primeros meses de 2003.

Al mismo tiempo, el interés de los empleados crecía y mediante sus aportes hicieron que el programa contara con los recursos suficientes, lo que ha hecho que, con el paso del tiempo, se fortalezca. De esta forma, al finalizar el primer año, los mejores cinco alumnos del programa nivelatorio fueron becados por la Universidad y así comenzaron sus estudios de pregrado en EAFIT.

Desde entonces, este programa se convirtió en una importante respuesta en el acompañamiento a jóvenes que nivelan sus conocimientos y acceden a la educación superior. Pero más que eso, estos 10 años se pueden contar por las historias de vida de los estudiantes beneficiados y sus familias, los empleados aportantes y los docentes que se han comprometido desde el comienzo.

Sentimientos cruzados

Se trata de hombres y mujeres con vocación como Carmenza Tobón Lopera, quien ha estado vinculada al programa en el módulo de Competencia Comunicativa desde su creación. Ella, aunque al comienzo no sabía de qué se trataba esta idea, se dejó seducir por la magia que tiene el trabajo de tejer sueños con sus estudiantes y asumió con orgullo su responsabilidad como docente.

Hoy reconoce que durante este recorrido ha aprendido mucho más de lo que ha enseñado a los jóvenes que han pasado por su aula de clase a lo largo de una década.

Francisco López Gallego, decano de la Escuela de Administración de EAFIT y quien aporta al programa, ha encontrado en esta instancia una forma de retribuir a la sociedad la ayuda que recibió cuando era un estudiante en la Universidad de Antioquia.

Francisco debió estudiar y trabajar mientras asumía los gastos de su familia. Sin embargo, gracias al apoyo de su alma máter, pudo graduarse como profesional. Su pasado lo lleva a que se comprometa con el futuro que alcanza a leer en el rostro de esperanza de cada estudiante y con la alegría que estos expresan al acceder a una beca.

Para los beneficiarios del programa esta se convierte en una experiencia digna de recordar para siempre. Este es un espacio donde se relacionan con jóvenes que tienen intereses similares y en el que unifican conceptos que les permite ingresar a la universidad con mejores herramientas. Un testimonio que llevan más allá de las aulas de clase y que se evidencia en su desarrollo profesional.

Testimonios de superación

Un día a Santiago García Ochoa le dijeron en el colegio José Acevedo y Gómez, donde cursaba su bachillerato, que viniera a EAFIT para presentar unos exámenes. Y aunque inicialmente no entendía mucho, conforme avanzaba el proceso comenzó a comprometerse con lo que terminaría por ser un recorrido que cambiaría su vida para siempre.

Después cada sábado, desde las 8:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., Santiago hizo parte de un grupo estudiantes llenos de sueños y expectativas que asistieron al programa nivelatorio para ampliar sus conocimientos en diferentes áreas como competencias comunicativas, matemáticas e informática, disciplinas que, a modo de ver de los fundadores del programa, constituyen el saber básico de cualquier curso de pregrado.

Inicialmente se invitaron 90 instituciones educativas de estratos 1, 2 y 3 para que participaran con sus mejores estudiantes. Cerca del 90 por ciento de planteles aceptaron el reto y de estos se seleccionaron a 50 estudiantes para comenzar el proyecto en los primeros meses de 2003.​

Inicialmente eran 50 los bachilleres aceptados cada año tras superar los exámenes selectivos. Hoy, el número de estudiantes becados por los empleados de la Universidad ha aumentado a 10. Santiago fue uno de ellos y, aunque nunca pensó recibir este beneficio, aceptó el reto que la vida le había impuesto hasta llegar a graduarse como ingeniero de producción en 2010. Así, su viejo sueño de convertirse en un psicólogo pronto sería remplazado por números y procesos en las aulas de la Escuela de Ingeniería de EAFIT.

Hoy adelanta estudios de Gestión Ambiental en la Universidad Pontificia Bolivariana, al mismo tiempo que se desempeña como consultor en temas como sostenibilidad y cambio climático para empresas tan reconocidas como Nutresa, EPM, Suramericana o Argos.

Cada día agradece el apoyo que le ofreció EAFIT, una institución que lo formó como persona integral. Antes de la universidad era un estudiante tímido de colegio, pero en el proceso no solo adquirió el conocimiento para convertirse en un mejor profesional, sino que desarrolló su personalidad en campos en los que ni él mismo se imaginaba.

Una gran ayuda que también agradecen familiares, como Juan Castrillón y Ruth Vásquez, para quienes la beca recibida por su hija Sara fue como ganarse la lotería. Juan recuerda que en aquella época se encontraba desempleado y le llegó la noticia de que su hija fue favorecida para estudiar en EAFIT, razón por la que el sueño de ella, de ser profesional, dejó de ser una utopía. Ahora, adelanta el cuarto semestre de Ingeniería de Sistemas gracias a esta beca, y Juan puede pensar en cómo pagar los estudios de Sergio, su hijo menor.

Como ellos, 367 estudiantes han accedido al nivelatorio en estos 10 años, de los que 106 han sido becados para estudiar en EAFIT. Entre estos, 41 jóvenes ostentan hoy el título profesional y 55 aún reciben clase en la Universidad. Y aunque es un número reducido de quienes acceden a la beca, los estudiantes restantes quedan con un nivel de conocimiento que los lleva a ingresar con facilidad a otras universidades.

Julián Antonio Pabón Agudelo, de la Institución Educativa Juan Echeverri Abad, de Itagüí, estuvo en el programa nivelatorio en 2012 y, aunque no fue beneficiado con una de las becas, gracias a esta experiencia hoy estudia Arquitectura en la Universidad Nacional, donde ingresó tras el examen sin inconvenientes. Él reconoce su paso por el programa como una experiencia determinante en su vida.

Las historias se cuentan en una y otra ocasión, cada vez que el proceso comienza con la cara expectante de los adolescentes que buscan una oportunidad y que finaliza con las lágrimas de agradecimiento de los becados. Cada año un promedio de 240 jóvenes son enviados por sus colegios para demostrar sus capacidades en los exámenes de ingreso al programa nivelatorio con la ilusión de estar en los 30 seleccionados.

En este momento otras 55 historias de jóvenes se forman en los salones de clase de EAFIT, sueños que se erigen cada semestre gracias al apoyo del programa solidario de los empleados, una apuesta institucional por la inclusión que se respalda en el esfuerzo silencioso de cada aportante.

Tras 10 años, la convicción sigue siendo la misma: encontrar en la educación la principal herramienta con la que estos jóvenes pueden cimentar las bases de su proyecto de vida. Por esto, cada empleado de EAFIT se convierte en partícipe de estos sueños, un compromiso que, como lo dice Yadiris Andrea Guisao Granda, estudiante de octavo semestre de Geología, les genera una responsabilidad con cada persona que da un poco de su salario para que ellos puedan estudiar.

Este es un espacio donde se relacionan con jóvenes que tienen intereses similares y en el que unifican conceptos que les permita ingresar a programas universitarios con mejores herramientas.

Para los empleados esta iniciativa se convirtió en una oportunidad para desvirtuar la imagen de exclusiva que la Universidad tiene en algunos sectores, una vocación que institucionalmente se ha desarrollado en varios proyectos en los que se ubica a la Universidad de cara a la ciudad que la rodea con diferentes programas de apoyo a estudiantes de escasos recursos.

Hoy, muchos de los egresados de este programa y del pregrado hacen parte de importantes empresas en el país, otros continuaron sus estudios más allá del campus eafitense o viajaron al exterior para seguir con su formación. Así, cada estudiante que finaliza los estudios se convierte en una invitación para que más empleados se unan a esta labor de darles la mano a jóvenes talentosos para que no detengan su formación por falta de oportunidades.​

Última modificación: 27/02/2017 17:31