Andrés Velásquez Ibarra
Colaborador
Las cifras del contrabando son inciertas. Hablar con precisión, en números, de esta práctica ilegal es algo que no se puede detallar en la actualidad. Los datos son especulativos en cuanto al dinero que se deja de percibir por cuenta de este fenómeno y de las cantidades de mercancía que ingresan al país.
Se sabe, con precisión, que cigarrillos y licores son los productos que más entran de contrabando a Colombia. Las cantidades se desconocen o las que se creen tener son imprecisas.
Este es el contexto del que partieron EAFIT, la Federación Nacional de Departamentos (FND) y la Gobernación de Antioquia para trabajar contra este delito y por el que firmaron, a mediados de 2013, un convenio para empezar labores conjuntas.
Según Antioquia Legal, las afectaciones por contrabando que tiene el departamento se identifican en cigarrillos con un 63 por ciento, en licor de contrabando con un 21 por ciento y en licor fraudulento en un 11.
Los porcentajes se calcularon de acuerdo con los decomisos que hicieron las autoridades a julio de 2013. Sin embargo, calcular qué porcentaje representa lo incautado es complejo y así lo argumenta Rubén Fernández Andrade, gerente de Antioquia Legal, quien dice que uno de los asuntos donde se tienen más dificultades y vacíos es la provisión de información y de datos.
Por esa razón, la participación de EAFIT en este trabajo es coyuntural. Felipe Muñoz Gómez, director del Programa Anticontrabando de la FND, comenta que la academia es un aliado estratégico y, específicamente, lo es la Universidad por el análisis de las economías criminales.
Y así lo ratificó en junio de 2013, durante la firma del convenio, Juan Luis Mejía Arango, rector de la Institución, quien se refirió a la línea de investigación creada hace cuatro años. “El impacto de temas como el contrabando y la adulteración de licores superan lo fiscal y se insertan en diferentes aspectos económicos de la sociedad como el empleo y todo lo que esto implica. Por eso, sorprende que la academia no se haya interesado de manera más amplia en estos”.
Mejorar la lucha
Una primera etapa del convenio se ocupará del análisis, recolección de datos, información y trabajos que se hayan hecho sobre el contrabando. Posteriormente se quieren generar conclusiones que se conviertan en políticas públicas.
Gustavo Canavire Bacarreza, director del Centro de Investigaciones Económicas y Financieras (Cief) de EAFIT, señala que el papel de la academia es proveer análisis e investigación acerca del contrabando en Colombia. “La Universidad no va tras los criminales, pero sí provee elementos para que las gobernaciones y los gobiernos planteen políticas públicas para la lucha contra este flagelo”.
El docente indica que la responsabilidad académica llega hasta proveer información y presentar análisis que les permita a gobernadores, ministros y alcaldes tomar decisiones de una mejor manera. “Hay que focalizar esfuerzos en algunos sectores y lugares, de manera que puedan mejorar la lucha contra el contrabando”.
Estos conceptos también los comparte Juan Felipe Mejía Mejía, decano de la Escuela de Economía y Finanzas, quien considera que este es un trabajo de aplicación nacional.
“Aquí el problema radica en que, con el contrabando de cigarrillos y licores, las rentas de los departamentos en Colombia se ven bastante afectadas, por lo que dejan de recibir ingresos muy importantes. Lo triste es que son recursos que se podrían destinar para el bienestar de la población en áreas como educación y bienestar social. La idea es determinar cómo abordar este problema”, detalla el Decano.
Este es un convenio sui generis. Por el trabajo que realiza en economías criminales desde hace cuatro años, EAFIT tiene la experiencia para adelantarlo y es un aliado estratégico, como afirma Felipe Muñoz.
Según Antioquia Legal, las afectaciones por contrabando que tiene el departamento se identifican en cigarrillos con un 63 por ciento, en licor de contrabando con un 21 por ciento y en licor fraudulento en un 11.
Contrabando y adulteración
El convenio estará centrado en dos puntos claves. Durante el año de trabajo conjunto de EAFIT, la FND y la Gobernación de Antioquia -que actúa como testigo y apoyo-, los cigarrillos y los licores serán los núcleos de los análisis e investigaciones. “Dado el apoyo que tiene la FND y el respaldo de empresas como Coltabaco, SABMiller y algunas licoreras se ha pensado en enfocarnos en dos puntos: el contrabando de cigarrillos, y el contrabando y adulteración de licores”, explica el director del Cief.
Así, el trabajo que se realizará en el primer punto es tratar de llegar a una estimación, lo más fidedigna posible, de la cantidad de contrabando de cigarrillo que existe en este momento. “Ahora, por los primeros indicios que hemos empezado a explorar, gran parte del contrabando de cigarrillos entra por la Costa y viene desde Paraguay”, especifica Gustavo Canavire.
El académico añade que se tratará de identificar las marcas más importantes, cuáles son los lugares de ventas de estas, los perfiles de los consumidores y los lugares exactos por donde entran a Colombia. Posteriormente se determinarán las rutas por las que ingresa el contrabando a los departamentos. Para el tema de licores habrá similitudes con el contrabando de cigarrillos, pero el trabajo variará con la adulteración.
Uno de los problemas graves de Colombia es la adulteración de licores, tal como lo subraya el director del Cief. “Primero hay que empezar a tratarlo e intentar medirlo, porque en el país no existe una medición, mínimamente adecuada, de la cantidad de licor adulterado que existe en el mercado. El segundo elemento es el licor de contrabando. Así, hemos identificado que parte del contrabando de licores se da con productos más caros, como por ejemplo el whisky o los rones de alta calidad. Queremos mirar el fenómeno en un punto en el que digamos que está bien medido”.
Por esa razón, el Gerente de Antioquia Legal da mérito a este trabajo conjunto. “Nuestra tarea puede verse muy retroalimentada con el trabajo que haga la Universidad”, destaca. Así mismo, agrega que si la academia ayuda a comprender más la naturaleza del problema, se estará hablando de un paso importante”.
Tanto Rubén Fernández como Gustavo Canavire coinciden en que la Gobernación de Antioquia desarrolla un trabajo organizado sobre este tipo de flagelo desde hace tiempo, labor que ha conseguido resultados valiosos y que serán fundamentales para el trabajo de los investigadores eafitenses.
“Los departamentos pierden mucho dinero debido al alto contrabando y a la adulteración, ya sea vía pago de impuestos, que no reciben, y del mercado que se les quita a las licoreras”.
Precisamente esta es la situación que destaca el director del Cief. “A los departamentos les interesa investigar este tipo de temas, básicamente, por dos razones. La primera, son los efectos de salud pública que tienen estas actividades y la relación con la criminalidad”.
La segunda razón es porque tanto la adulteración como el contrabando tienen efectos muy grandes en términos de recaudación. “Los departamentos pierden mucho dinero debido al alto contrabando y a la adulteración, ya sea vía pago de impuestos, que no reciben, y del mercado que se les quita a las licoreras”.
Impacto nacional
El impacto de este trabajo conjunto se verá en el departamento y en el país. “La idea es que este sea el primero de varias estudios”, afirma el Decano de Economía y Finanzas, quien cuenta que su escuela tiene el respaldo del trabajo realizado por la Escuela de Ciencias y Humanidades, liderado por el decano Jorge Giraldo Ramírez.
Muñoz Gómez señala, a su vez, que desde la FND se han logrado suscribir 31 acuerdos para realizar un trabajo anticontrabando de manera conjunta.
Gustavo Canavire tiene la certeza de que esta labor en equipo surtirá buenos resultados. “La idea de este proyecto es que ese conocimiento no solo se quede en la Universidad. Nuestra intención es que se siembre una semilla para que siga la línea de investigación del crimen y de lucha contra el contrabando”.