María Isabel Duarte Gandica
Coordinadora de la Sala de Patrimonio Documental de EAFIT
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) creó, en 1992, el Programa Memoria del Mundo. Las guerras, los conflictos sociales y la falta de políticas para la conservación y el acceso al patrimonio documental han puesto en peligro importantes colecciones de estas características. El hecho es que este patrimonio es la memoria, la identidad y la historia documentada de las comunidades, pero, infortunadamente, buena parte de este legado y de esta herencia ha desaparecido o está en peligro de perderse.
El patrimonio documental pertenece a todos y, por tanto, es universal. Su importancia trasciende los límites del tiempo y la cultura, y existe una responsabilidad, de parte de sus custodios, de garantizar su preservación y el acceso a todas las sociedades, que también incluye el patrimonio que generan las minorías. Con estas premisas, la Unesco declara que la misión del Programa Memoria del Mundo es incrementar la conciencia y la protección del patrimonio documental mundial y lograr su accesibilidad universal y permanente.
El patrimonio documental mundial se concibe como un todo, compuesto por manifestaciones de comunidades, culturas y minorías étnicas que no necesariamente caben dentro de la definición actual de nación.
Este programa de la Unesco está divido en varias agrupaciones. Entre estas se encuentran los comités regionales: el African Regional Committee for the Memory of the World (Arcmow), el Memory of the World Committee for Asia/Pacific (Mowcap) y el Memoria del Mundo Comité Regional para América Latina y el Caribe (Mowlac).
Este último tiene por objetivo estimular la protección especial de los acervos documentales de los países de América Latina y el Caribe, con significación regional, así como su preservación y acceso.
Se encarga, entre otros puntos, de mantener el Registro Regional de la Memoria del Mundo; de proponer la inscripción en registros regionales o internacionales de conjuntos de patrimonio documental que trasciendan las fronteras nacionales o que tengan escasas posibilidades de figurar en un registro; de cumplir labores de cooperación y de formación; de servir de punto de apoyo a los países en los que no haya comité nacional; de alentar la creación de comités nacionales; y de coordinar las actividades de publicidad y sensibilización.
Cada año, el Mowlac realiza una convocatoria para que las personas, grupos, instituciones públicas o privadas propongan acervos documentales de naturaleza archivística, bibliográfica y audiovisual. Dicha organización indaga porque el documento o su conjunto tengan la relevancia para la historia, la cultura y la sociedad latinoamericana y caribeña. También evalúa su autenticidad, unicidad, singularidad e integridad; y la relevancia para la historia, la cultura y la sociedad.
Fondo Mariano Ospina Rodríguez
Ante estas directrices, en septiembre de 2012, el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas de EAFIT postuló el Fondo Mariano Ospina Rodríguez, que se conserva en la Sala de Patrimonio Documental, ante el Mowlac. Se tuvo en cuenta la importancia y la relevancia del acervo para la memoria colectiva de Antioquia, Colombia y Latinoamérica, además de su antigüedad y su integridad. Para la postulación se contó con el aval de los investigadores Marco Palacios, Frank Safford y Malcom Deas.
Así mismo, se consideró la importancia de Mariano Ospina como abogado y político del siglo XIX. Fue fundador del Partido Conservador, presidente de la República entre 1856 y 1861, y protagonista de algunos acontecimientos políticos en Colombia como su participación en la conspiración decembrina contra Simón Bolívar en 1828. Ospina murió en 1885.
El político se destacó por la conformación de empresas con su familia, muchas de estas de carácter innovador como el cultivo del café, principal producto de exportación colombiano, y el laboratorio de fundición y ensaye.
Como fuente primaria de información, este fondo es un referente imprescindible para conocer, de primera mano, los acontecimientos políticos, electorales y de gobierno de Colombia en el siglo XIX; el desarrollo de la economía en aspectos como minería y agricultura; la consolidación de la nación; el desarrollo de la educación; y la cuestión religiosa.
Notificación y entrega del certificado
En noviembre de 2012, el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas recibió de Vitor Manoel Marques de Fonseca, presidente del Mowlac, la carta de aprobación del ingreso del Fondo Mariano Ospina Rodríguez al Registro Regional de Memoria del Mundo, por considerarlo muy relevante para la memoria regional. Con este reconocimiento la Universidad EAFIT adquiere el compromiso de conservar y proteger este archivo.
El patrimonio documental mundial se concibe como un todo, compuesto por manifestaciones de comunidades, culturas y minorías étnicas que no necesariamente caben dentro de la definición actual de nación.
El reconocimiento de la importancia de los archivos privados es reciente. Los esfuerzos por su recuperación, conservación y servicio han estado en manos de instituciones privadas o de familias que les han otorgado valor histórico para la investigación y la cultura, pues son fuentes que transmiten continuidad o rupturas, y testimonios de épocas y momentos que no se pueden percibir en los documentos públicos.
Y además de la responsabilidad de organizarlos y conservarlos para garantizar su integridad física, los custodios de estos archivos deben garantizar el acceso y la difusión de sus contenidos porque, de otra manera, perderían el sentido de ser memoria, legado y herencia de la humanidad.
El Programa Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe, de la Unesco, crea conciencia de la importancia del patrimonio y es incluyente con lo público y lo privado; compromete a las instituciones, a los grupos sociales y a las personas a cuidar y respetar los legados que conservan; y, a pesar de las dificultades, brinda acceso a estos documentos.